miércoles, 12 de noviembre de 2008

RAGARRO : TOUSSAINT, MANDELA, OBAMA

aznar, blair, bush
Toussaint Louverture (1743-1803), Nelson Mandela (1918); Barac Obama (1961) representan la lucha ascendente de una gran parte de la humanidad por la igualdad en los Derechos Humanos.
En 1776, en Norte América trece colonias proclamaron su independencia contra el dominio colonial británico, constituyeron los Estados Unidos y así comenzó la presencia de este primer país de la modernidad en la escena mundial. En 1789 triunfó la Revolución Francesa contra el dominio feudal europeo y proclamó los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Sin embargo, la libertad-igualdad-fraternidad de estos Derechos era específicamente para los nuevos propietarios en el sistema capitalista. Ni los obreros, ni los campesinos, ni los esclavos estaban incluidos en estos derechos. Comenzó de nuevo la lucha, esta vez contra la explotación capitalista del hombre por el hombre, contra la esclavitud y los rezagos feudales
En 1804 proclamó su independencia Haití, primer país de mayoría negra en América; y paso a paso la esclavitud fue declarada ilegal. En 1848, el Manifiesto Comunista proclamó la lucha contra la explotación capitalista. En 1863 Estados Unidos, con Abraham Lincoln como presidente, fue uno de los últimos países en abolir constitucionalmente la esclavitud en el continente americano. Pero continuaba y hasta hoy continúa la discriminación racial. Y es que el racismo como teoría y práctica tiene un largo historial pero su esencia es una: la explotación del hombre por el hombre.
En 1948, a un siglo del Manifiesto Comunista, la ONU proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en esencia el Derecho al Trabajo Emancipado, el Derecho a la Vida Digna Material y Espiritual, el Derecho al Cambio Social. Se intensificó la lucha contra el racismo. En 1994 Nelson Mandela, encarcelado durante más de 30 años en prisiones del racista Apartheid, fue elegido Presidente de la República Sudafricana. Y el 4 de noviembre pasado, Barac Obama es elegido Presidente de Estados Unidos, país con alta expresión de racismo: 1968, asesinato de Luther King.
Con todas sus limitaciones, Toussaint Louverture, y quienes forjaron la independencia de Haiti, país todavía abrumado por la explotación externa e interna, vive en el recuerdo y respeto mundial. Nelson Mandela es gran ejemplo de lucha medida por medida: la minoría blanca dominante en su país tuvo que ceder ante la resistencia nacional y la presión internacional. Y ahora la mayoría blanca elige a Barac Obama en Estados Unidos, ante la más grave recesión nacional y crisis financiera internacional que dejan los ocho años del gobierno Bush. Y es que el problema no es de razas, es de clases.
En los últimos cinco años, en España cayó Aznar, títere de Blair, y el mundo sabe cómo quedó el otrora gran país. En Inglaterra cayó Blair, títere de Bush, y el mundo sabe cómo quedó el otrora gran país. Y en Estados Unidos cae ahora el mismo Bush, titiritero mayor pero simple vocero del capitalismo transnacional, del “nuevo orden internacional”, de la “doctrina Friedman” de libre mercado absoluto y no injerencia estatal, y todos saben cómo queda el otrora primer país del mundo.
Esta “doctrina Friedman” del neoliberalismo se derrumba como castillo de arena por su falsedad teórica y su incapacidad práctica. Si el “Estado de bienestar” surgió con Keynes para enfrentar la crisis de 1929, el “libre mercado absoluto y no injerencia del Estado” de Friedman se impuso tras la crisis de 1974, y sólo ha conducido al sistema capitalista a una crisis más profunda y de dimensión mundial. No puede avanzar más, y menos puede volver atrás sino “nacionalizando” deudas para que las pague el pueblo trabajador. En la práctica pretende hacer ahora lo que en teoría rechazó en décadas.
La “doctrina Friedman” impuso su “terapia de choque” Para expandir su dominio, preparó sus propias condiciones: actuar implantando el terror, paralizando a países enteros. Así, no sólo fue apoderándose de las industrias nacionales, sino de país tras país. Pero su aventura en Iraq, igual como la de Vietnam, sólo demuestra que el militarismo no es signo de pujanza sino de dominio precario.
Igual le ocurrió a Roma, con su poderoso ejército de legionarios contra los “bárbaros” Pero si el latifundio perdió a Roma, ahora el capitalismo en su etapa transnacional pierde a Estados Unidos.
Ragarro
11.11.08

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog