De: Gustavo Pérez Hinojosa <gperezhinojosa@gmail.com>
Asunto: [GENERACION_RESURGIMIENTO] PANAMÁ : 9 DE ENERO DE 1964 : ¡QUE SEVAYAN DEL CANAL!
Para: foro_centenario@yahoogroups.com, "generacion resurgimiento" <generacion_resurgimiento@yahoogrupos.com.mx>, "UNIVERSIDAD SOCIALISTA JOSE CARLOS MARIATEGUI" <uspjcm@gmail.com>, "Cátedra ERNESTO CHE GUEVARA" <catedracheperu@hotmail.com>
Fecha: martes, 13 enero, 2009 5:07
Panamá, 9 de Enero de 1964
Veintitrés muchachos caen acribillados
cuando intentan izar la bandera de Panamá en suelo de Panamá.
Sólo se usaron balas de cazar patos se disculpa el comandante de las tropas norteamericanas de ocupación.
Otra bandera flamea a lo largo del tajo que corta a Panamá de mar a mar. Otra ley rige, otra policia vigila, otro idioma se habla. Los panameños no pueden entrar sin permiso en la zona del canal, ni para recoger la fruta caída de un árbol de mango, y si allí trabajan, reciben salarios de segunda, como los negros y las mujeres.
El canal, colonia norteamericana, es un negocio y una base militar. Con el peaje que los buques pagan, se financian los cursos de la Escuela de las Américas. En los cuarteles de la zona del canal, los oficiales del Pentágono enseñan cirugía anticomunista a los militares latinoamericanos que pronto ejercerán, en sus países, presidencias, ministerios, comandancias o embajadas.
Son los líderes del futuro explica Robert McNamara, ministro de Defensa de los Estados Unidos.
Vigilantes ante el cáncer que acecha, estos militares cortarán las manos a quien ose cometer reforma agraria o nacionalizació n y arrancarán la lengua de respondones y preguntones.
Eduardo Galeano "La memoria del fuego"
Los hechos del 9 de enero
A pesar que una respuesta de los panameños por la izada de la bandera estadounidense en Balboa era esperada, la crisis tomó a la mayoría de los estadounidenses por sorpresa. Varios años después, Lyndon Johnson escribió en sus memorias que: "Cuando escuché sobre la acción de los estudiantes [zonians en Balboa] estuve seguro que tendríamos problemas".
Las noticias de las acciones en la Secundaria de Balboa alcanzaron a los estudiantes del Instituto Nacional, la secundaria más prestigiosa de Panamá en esa época. Liderizados por el joven de 17 años Guillermo Guevara Paz, de 150 a 200 estudiantes del instituto marcharon a la Secundaria de Balboa, cargando la bandera panameña de su escuela y pancartas proclamando la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal. Informaron primero al director del plantel y a las autoridades de la Zona previo a la marcha. Su intención era izar la bandera panameña en el asta de la Secundaria de Balboa donde los estadounidenses habían izado la suya.
En la Secundaria de Balboa, los estudiantes panameños fueron recibidos por la policía de la Zona y una multitud de estudiantes y adultos zonians. Luego de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía mantenía a la multitud alejada.
Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera, se acercaron al asta. Los zonians no estaban contentos. Rodearon el asta, cantaron el himno de Estados Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los estudiantes panameños. Un tumulto sucedió. Los panameños fueron rechazados por los civiles zonians y la policía. En el curso de la discusión la bandera panameña fue rota en pedazos.
La bandera tenía significancia histórica. En 1947, los estudiantes del Instituto Nacional la cargaron en demostraciones contra el tratado Filós-Hines y demandando la retirada de las bases estadounidenses. Investigadores independientes de los eventos del 9 de enero de 1964, luego consignaron que la bandera estaba hecha de seda suave, fácilmente rompible.1
Hay datos conflictivos sobre cómo se rompió la bandera. El capitán de la policía de la Zona, Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el lugar de los hechos, niega cualquier culpa de parte de los estadounidenses. Él refiere que los estudiantes panameños se tropezaron y accidentalmente rompieron su propia bandera. David White, un aprendiz de técnico de teléfonos de la Compañía del Canal de Panamá, refiere que "la policía agarró a los estudiantes, que eran cuatro o cinco, bajo los hombros en sus axilas y los llevaron hacia delante. Uno de los estudiantes se tropezó y creo que cuando se cayó la vieja bandera se rompió".
Uno de los estudiantes panameños que llevaba la bandera, Eligio Carranza, dijo que "empezaron a empujarnos y a tratar de quitarnos la bandera, mientras nos insultaban. Un policía levantó su tolete, el cual rajó nuestra bandera. El capitán trató de sacarnos y llevarnos donde estaban los otros estudiantes panameños. En el camino a través de la multitud, muchas manos halaron y rompieron nuestra bandera". (9)
Inicia la violencia
A medida que noticias del rompimiento de la bandera se dispersaban en la población, multitudes enojadas se acercaron a la frontera entre la Ciudad de Panamá y la Zona del Canal. En varias instancias, los protestantes entraron a la Zona, sembrando banderas panameñas. La policía de la Zona les lanzó gas lacrimógeno. La multitud lanzó piedras, causando heridas leves a varios de los oficiales de policía. La policía respondió disparando.
Las autoridades de la Zona del Canal pidieron a la Guardia Nacional (Fuerzas Armadas de Panamá) que suprimieran los disturbios. La Guardia se mantuvo alejada de éstos.
Mientras, los protestantes empezaron a romper la cerca que separaba la Zona del Canal de la República de Panamá. Se lanzaron gases lacrimógenos y luego balas a los que empujaban o rompían la cerca. Sin duda, la imagen más famosa que existe de los eventos de este día es la de dos estudiantes panameños en uniforme, trepando sobre la cerca, cargando una bandera panameña en Ancón. La opinión de muchos panameños y latinoamericanos fue expresada unos días después por el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos: " en Panamá existe hoy otro muro de Berlín"
Las multitudes panameñas crecían a medida que se acercaba la noche, y para las 8 p.m., unos 80 a 85 policías de la Zona del Canal enfrentaban al menos 5 000 protestantes, algunos estiman hasta 30 000 o más. Cuando el vice gobernador de la Zona se acercó a ver lo que pasaba, los protestantes tiraron piedras a su automóvil.
A pedido del vice gobernador, el General Andrew P. O'Meara, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, asumió la autoridad sobre la Zona del Canal. La Brigada de Infantería 193 fue desplegada alrededor de las 8:35 p.m.
Los negocios propiedad de estadounidenses en la Ciudad de Panamá fueron incendidados. El recién inaugurado edificio de Pan American Airlines (que, a pesar de hospedar a una corporación estadounidense era propiedad de panameños) fue completamente destruido. La siguiente mañana, cuerpos sin vida de 6 panameños, probablemente atrapados en el edificio mientras saqueaban, fueron encontrados en los escombros.
Algunos reporteros alegaron un gigantesco plan comunista, involucrando Demócratas Cristianos, Socialistas, líderes estudiantiles y otros bajo el control de Fidel Castro. Sin embargo, parece que los comunistas panameños fueron tomados por sorpresa por el brote de violencia y fueron la minoría de aquellos que pelearon contra los estadounidenses en el día de los Mártires. Una buena indicación de la relativa fuerza comunista vino dos semanas después cuando la iglesia Católica comandó una marcha por los caídos, que fue atendida por aproximadamente 40 mil personas. Una conmemoración rival de los comunistas el mismo día atrajo sólo como 300 participantes.
Ya sea o no por miedo de una toma inminente por los comunistas, a la embajada de Estados Unidos se le ordenó quemar todos los documentos sensitivos. Un número de estadounidenses residentes en la Ciudad de Panamá, particularmente personal militar y sus familias que no consiguieron alojamiento en las bases militares, fueron forzados a dejar sus hogares. Hubo muchos casos en que panameños dieron refugio a estadounidenses que estaban en peligro en la Ciudad de Panamá y otras ciudades.
La confrontación no se limitó al área de la Ciudad de Panamá. Noticias de los enfrentamientos se regaron con rapidez por radio, televisión y llamadas telefónicas privadas. La censura incompleta tuvo el efecto secundario de varios rumores en ambos bandos. Un rumor zonian popular, pero falso, dado en parte por los medios de Estados Unidos, decía que la Zona del Canal había sido re-nombrada como "Zona del Canal de Estados Unidos" y que ante ello, pasaría a ser una posesión definitiva de Estados Unidos.
Noticias y rumores viajaron instantáneamente 50 millas de la costa Pacífica de Panamá hasta la costa Atlántica. La segunda ciudad del país, Colón, que colindaba con la ciudad Zonian de Cristóbal, vio surgir disturbios unas pocas horas luego del inicio de las hostilidades en el lado Pacífico. Luchas intensas continuaron por los próximos 2 días. A diferencia de la Ciudad de Panamá, las autoridades panameñas en Colón hicieron intentos al inicio de separar a los combatientes. Algunos incidentes sucedieron en otras ciudades de Panamá.
Las muertes
A medida que los disparos se hicieron comunes de ambos bandos, un número de personas sufrió heridas por proyectil de arma de fuego y murieron bajo circunstancias controversiales.
Ascanio Arosemena, un estudiante de 20 años, fue herido en un ángulo por la espalda, a través del hombro y el tórax. Fue el primero de los Mártires, como se les llamó a los muertos de esos días. Testigos dicen que Arosemena murió mientras ayudaba a evacuar protestantes heridos de la zona de peligro. Los testigos parecen estar apoyados por una fotografía de Arosementa ayudando a un compañero herido, que se dice fue tomada instantes previos a que fuera herido. El edificio donde todo empezó, la Secundaria de Balboa, hoy lleva su nombre y es un Centro de Capacitación de la Autoridad del Canal de Panamá. Igualmente una importante Avenida de la antigua Zona del Canal lleva su nombre.
Una niña de 6 meses, Maritza Avila Alabarca, murió con problemas respiratorios mientras su vecindario era bombardeado con gas lacrimógeno. Los Estados Unidos negó que la muerte de la infante estuviera ligada con el uso de gas lacrimógeno, manteniendo la política de que no es un agente letal. El 28 de septiembre de 2000, el profesor Uwe Heinrich publicó un estudio para investigar el uso de gas lacrimógeno por el FBI en el complejo de los Davidianos, en el que refiere que, si no se usan máscaras de gas y los ocupantes están en un lugar confinado "... hay una posibilidad de que la exposición a gas lacrimógeno CS pueda significativamente contribuir, o incluso causar efectos letales"[1].
Varios recuentos estadounidenses afirman que todas los panameños que murieron eran ya sea saqueadores o matados por otros panameños. Varios recuentos panameños, también no acertados, culpan de todas las muertes a los estadounidenses. Esos que murieron en el fuego del edificio de Pan American Airlines no puden culparse a los estadounidenses. Los panameños dispararon y puede que hayan herido a algunos compatriotas con balas que buscaban herir a estadounidenses. Un recuento definitivo de todas las muertes de esos días no ha sido publicado y tal vez nunca lo sea.
La versión oficial de la policía de la Zona del Canal fue que la policía no disparó directamente a los manifestantes, sino sobre sus cabezas o a sus pies. Esta versión fue desacreditada por investigadores independientes, que encontraron que la policía disparó directamente a las multitudes y mató a Arosemena y un número de otros panameños. Los expertos de balística del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones) argumentaron que seis panameños fueron asesinados con balas de calibre 0.38 caliber Smith and Wesson, los utilizados por la policía de la Zona del Canal.
A pesar que algunas fuentes panameñas dan nombres y números diferentes, la lista de los mártires panameños puede encontrarse en el monumento a los mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los mártires colonenses). Los 22 listados aquí incluyen a: Maritza Ávila Alabarca, Ascanio Arosemena, Luis Bonilla, José Del Cid Cobos, Teófilo Belisario De La Torre, Gonzalo A. France, Víctor M. Garibaldo, José Enrique Gil, Ezequiel Meneses González, Víctor M. Iglesias, Rosa Elena Landecho, Carlos Renato Lara, Evilio Lara, Gustavo Lara, Ricardo Murgas Villamonte, Alberto Nichols Constance, Estanislao Orobio W., Jacinto Palacios Cobos, Ovidio L. Saldaña, Rodolfo Sanchez Benítez, Alberto Oriol Tejada y Celestino Villareta.
La mayoría de los recuentos estadounidenses listan las bajas de su lado en cuatro, a pesar que alugnos varían entre 3 o 5. Los que murieron peleando en el lado estadounidense indluyen a: Luis Jiménez Cruz, David Haupt, Gerald St. Aubin y Michael W. Rowland. La mayoría de las heridas sufridas por ciudadanos estadounidenses fueron causadas por rocas o botellas que les fueron lanzadas.
Cuando terminó la pelea, los investigadores del DENI encontraron más de 600 balas incrustadas en el edificio de la Asamblea Legislativa (localizado cerca de la frontera de ese entonces). El Hospital Santo Tomás reportó que atendió 324 heridos y 18 muertes producto de los disturbios. El hospital de la Caja de Seguro Social trató a 16 heridos. La mayoría de los muertos y heridos sufrieron heridas por proyectiles de armas de fuego. Algunos de los más severamente heridos quedaron con secuelas neurológicas o parálisis causadas por sus heridas de bala.
Los investigadores estadounidenses encontraron luego de la pelea más de 400 balas incrustadas en el Hotel Tivoli. Años luego de los eventos de Enero de 1964, documentos históricos fueron desclasificados, incluyendo los números de municiones utilizadas por el Comando Sur. El registro oficial fue que el Ejército de Estados Unidos disparó 450 balas de rifle calibre 0.30, 5 balas calibre 0.45, 7193 granadas o proyectiles de gas lacrimógeno. También el Ejército dice haber usado 340 libreas de químico CN-1 chemical (gas lacrimógeno suave) y 120 libras de químico CS-1 (gas lacrimógeno fuerte). El mismo reporte dice que la policía de la Zona del Canal disparó 1850 balas calibre 0.38 y 600 balas de escopeta en la pelea, mientras usó sólo 132 granadas de gas lacrimógeno.
QUE SE VAYAN DEL CANAL
Carlos Francisco Changmarín
1
Recuerda el "Nueve de Enero",
patria, cuando tu bandera
violada fue por la fiera
aquí, bajo el propio alero.
Ascanio, mártir primero,
sobre su tierra natal,
como flor primaveral
sajada por la tormenta,
cayó en la noche violenta...
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
2
Unos pardos y unos crueles
perros de la extranjería,
desgarraron aquel día
la Patria de mis claveles.
El aullar de los lebreles
con la metralla infernal,
encendía la fantasmal
anchura de su ignominia...
gritaba el pueblo en la línea
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
3
Sólo de sangre y de pecho
el pueblo armado trepaba
por la nube colorada
que surgía de su derecho.
La piedra de trecho en trecho
rompía la noche fatal,
y aquel ejemplo inmortal
de Victoriano Lorenzo,
ardía en el Ancón inmenso:
QUE SE VAYAN DEL CANAL.
4
Yanqui de estiércol y plomo,
de saliva y de cloaca,
de carroña y de resaca
y de pensamiento romo.
¡Ay ... recuerda Patria, como!
embestían tu pedestal...
con la bazuca bestial
que forjó el imperialismo.
Pero batallaba el Istmo:
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
5
Era sólo una bandera,
sólo una flor de agonía
para la soberanía
irrebatible y entera.
Pero la agresión artera
en decisión animal,
desparramó su arsenal,
sobre el grito estudiantil
corría la sangre viril
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
6
Pero nadie se asustó
-contra el fusil, la conciencia-
Fue creciendo la violencia
y hasta el mar se rebeló.
Y aunque una niña cayó
muerta de su barandal,
el contraataque total
del pueblo cayó un abismo,
y tembló el imperialismo:
¡QUE SE VAYAN DEI CANAL!
7
Lo supo esa noche el mundo,
Panamá se defendía...
La sangre a la mar teñía
de patriotismo profundo.
Y el yanqui, pirata inmundo
por su locura mortal,
pataleaba en el final
de su sistema inhumano,
al gritar el mundo hermano:
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
8
Nos quisieron confundir,
con sus tontos "regalitos"
sus "cuerpos de paz" benditos,
y con su "gran" porvenir ...
Podíase tan solo oír
su propaganda brutal:
"Democracia sin igual"
"Mundo Libre" sin lamentos...
¡Fuera, fuera con sus cuentos!
¡QUE SE VAYAN DEL CANA!
9
La "Alianza" trajo el "Progreso"
en la boca de un fusil
con la muerte estudiantil,
y el pueblo, pelea por eso.
Imperialismo poseso,
que por la furia mundial
se quiebra en su lodazal,
hoy, definitivamente,
al son de un tambor rugiente:
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
10
La guardia en alto: ¡adelante!
¡tantos muertos, no lo olvides!
que si en fracción te divides,
te fusilará el "gigante".
Que toda la Patria cante
la jornada magistral
de la lucha desigual
de aquella noche de enero
y que grite el pueblo entero
¡QUE SE VAYAN DEL CANAL!
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