sábado, 31 de enero de 2009

Fwd: LA CAJA DE PANDORA

LA CAJA DE PANDORA

Por GUSTAVO ESPINOZA M. (*)

De acuerdo con la mitología griega Zeus, el Padre de los Dioses quiso
premiar a Epimeteo, y le envió a una bella que lo sedujo y lo
convirtió en responsable de todas las desgracias. Antítesis del titán
Prometeo, Epimeteo su hermano se ligó a la curiosa Pandora y no pudo
evitar que ella abriera una jarra que contenía todos los males que
fueron esparcidos por el mundo afectando la vida de los hombres. Desde
entonces se suela hablar de "la caja de Pandora" cuando se alude a las
desgracias que se pueden descargar sobre un colectivo social en una
coyuntura concreta. Y a eso se puede recurrir ahora en el Perú cuando
los "audios" que revelaron inicialmente negocios turbios en
concesiones petroleras, se extendieron raudamente abarcando los más
diversos planos.

Ahora se sabe que los dichosos audios no tuvieron sólo incidencia en
el rubro de contratos. Aunque sólo se conoce el 8% del material
incautado, ya se puso en evidencia una estructura de dimensiones aún
incalculables que compromete a los servicios de inteligencia de
nuestro país y del exterior y que revela planes golpistas de
significativo relieve.

Las cosas han adquirido tal magnitud que incluso un congresista de la
República ha aludido a un Golpe de Estado en marcha, sugiriendo la
participación de efectivos navales en retiro y en actividad, empeñados
en derrocar al Presidente Alan García imponiendo al país una nueva
conducción política.

El escepticismo con el que ha sido tomada la noticia en distintos
segmentos de la sociedad, tiene una explicación: ¿qué sentido tendría
que la derecha más reaccionaria busque quitar de su puesto a un
Mandatario que aplica dócilmente sus planes de dominación y sirve sin
chistar los intereses del Gran Capital? ¿Para qué necesitaría la
reacción un cambio en la conducción del país cuando bien podría estar
plácidamente conforme con la que hoy tiene?

Precisemos, entonces un poco. Lo primero que salta a luz es que la
derecha votó por Alan García "tapándose la nariz" en el 2006. No lo
hizo porque quisiera al mandatario ni por que confiara en él. Lo hizo
acosada por el pánico que le generaba la posibilidad que arribara a la
dirección del Estado un candidato que prometía insertar al Perú en el
emergente escenario sudamericano, en el que Hugo Chávez, Rafael Correa
y Evo Morales llevan hoy la voz cantante.

Hoy, que lograron su propósito en esa circunstancia, bien podría la
reacción estar interesada en librarse de García en precaución de un
imaginario cambio cualquiera por parte de un Presidente proclive a las
volteretas más alucinantes.

Por lo demás, es claro que ni la derecha ni el imperialismo confían
realmente en los denominados "conversos", los que un día sustentaron
una opción y luego se pusieron a la sombra de los poderosos para
cantar otra melodía. Pueden valerse de ellos, usarlos incluso, pero
estarán dispuestos a echarlos a un lado apenas no los necesiten más,
por precaución y por higiene. Y un mandatario que perdió su encanto y
su posibilidad de ganar la adhesión de multitudes, ya no les interesa.
Cumplió su papel, y eso ya es suficiente.

Finalmente el riego que corrió la derecha en el 2006 no ha
desaparecido plenamente. Podría repetirse en los comicios del 2011. En
ellos, el mismo candidato que les quitó el resuello en el evento
anterior podría amagar nuevamente sus predios y atormentar sus
vigilias. Y ya no estará García, en ningún caso, en la posibilidad de
ser candidato, con el agravante que la derecha, en el lapso
transcurrido tampoco ha sido capaz de promover figuras nuevas que
estén en condiciones de sacarle las castañas del fuego.

Si carece de imágenes naturales, ¿qué sentido tiene jugarse a las
cartas conocidas en comicios pseudo "democráticos"? ¿Por qué no,
entonces, pensar en la posibilidad de patear el tablero y cambiar
radicalmente las reglas del juego?

Y es que, en efecto, la derecha más reaccionaria podría estar
fácilmente dispuesta a renunciar al escenario formal y entrar en un
campo minado, pero ciertamente más sugerente para sus planes. Tal vez
el único al que podrían recurrir.

Desplazar de la jefatura del Estado al Presidente García a través de
un "golpe de mano" más o menos tranquilo, podría poner en lisa una
"sucesión constitucional" por la que se jugaría entera la reacción. De
ese modo, asumiría la conducción del Estado el Primer Vicepresidente,
el Vicealmirante Luís Giampietri, a quien hoy -se asegura- altos
mandos de la Armada consideran el verdadero "Presidente" del país.

Un "gobierno" conducido con "mano dura", que "no tiemble" ante la
subversión y que esté plenamente dispuesto a "acabar con el terrorismo
a cualquier precio" podría afianzarse con el apoyo cerrado de la clase
dominante y el gran capital. Y si fuera capaz, adicionalmente, de
sacar de la circulación al candidato opositor Ollanta Humala, bien
podría aglutinar a toda la derecha para marchar a comicios
regimentados que pusieran al Marino en Palacio de Gobierno por cinco
años más a partir del 2011. Después de todo, ganas no les falta a los
golpistas de siempre.

Quienes, desde diversos medios de comunicación, impactados por la
idea, han pretendido buscar a Giampietri en procura de una
explicación, lo han encontrado internado en la emergencia de un
hospital afectado de males cardiacos u otros. Podría ser la tensión
del momento, o la coartada perfecta. Muchos misterios, decía
Shakespeare, se esconden entre el día y a noche.

Quizá todo ello explique el conjunto de serpientes que han salido esta
vez de la Caja de Pandora: una banda encubierta dedicada al espionaje
industrial; un núcleo de oficiales de la armada dirigido por el
capitán Elías Ponce Feijóo; un instrumental sofisticado que hasta hoy
incluye 29 CPU, 3 Laptop, 26 discos duros, 246 diskettes, 672 CDs y 25
USB según versión de la revista "Caretas"; un conjunto de casas,
viviendas, oficinas y vehículos de origen aún no determinado; y
vínculos con el Poder Político, el Poder Judicial, la Policía y la
institución castrense, a más de relaciones frondosas con
personalidades encopetadas y caracterizadas por su imagen formalmente
"proba" como Alfredo Barnechea, Rafael Rey y algunos otros.

Sin duda un arsenal no sólo de fuego, sino también de recursos,
conexiones y posibilidades de acción operativa que bien podría imponer
al pueblo peruano el régimen más nefasto de la historia peruana en lo
que va de este siglo.

A él, no serían en absoluto ajenos servicios de inteligencia del
exterior y entidades del crimen que tienen conocida ejecutoria
continental. Después de todo, ellos son expertos en la "guerra sucia"
que atormentó a los peruanos en el pasado reciente y que bien podría
volver a la escena para escarmentar a los trabajadores y a la
juventud.

Después de todo asoman evidentes los preparativos para esta "guerra
sucia". No sólo porque aparecen nuevamente en el país comandos
secretos maestramente adiestrados que aniquilan personas, sino también
porque crece el espiral de la violencia sin consideración alguna. Y,
como telón de fondo, se aproxima además el fin del juicio a Alberto
Fujimori, a quien sus seguidores han proclamado ya "inocente" y para
quien la Fiscalía ha pedido 30 años de prisión, pero al que se le ha
ofertado, por distintas vías, indultos decisivos.

La caja de la cautivante esposa de Epimeteo, aún nos deparará muchas
sorpresas. (fin)

(*) Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera. http://nuestra- bandera.com

--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274

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