jueves, 8 de enero de 2009

TRES TEMAS Y TRES TEXTOS DE LENIN

Jueves 17 de julio de 2008

Estimado Luís Anamaría:



En tu mensaje del 10 de julio planteas cuestiones muy serias y profundas, de gran necesidad en la actualidad. De manera concisa lo resumes de la siguiente manera: "aprendo del Amauta, debato conmigo mismo , trato de aprender nuevas cosas, utilizo la Real Academia de la Lengua, para las palabras que tengo duda, ahora ha tenido que sacar a Stalin, por que [un compañero] se mandó sin percatarse con el mensaje de un trotskista. Leeré a Lenin en "La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo"."



1.- Comenzando por lo primero, cuando dices "debato conmigo mismo", planteas un aspecto muy importante del estilo de trabajo proletario.



En primer lugar, cada uno de nosotros debemos aprender a debatir con nosotros mismos. Mariátegui trasluce, de manera implicita, esa acción en todas sus obras, y de manera explicita en algunos de los artículos incluidos en "El Artista y la Epoca".



En segundo lugar, debemos debatir con los afines, para mutuamente ayudarnos a superar nuestros errores. Gran parte de la Correspondencia de Mariátegui, es una especie de manual acerca del tratamiento de las contradicciones con los afines. Toda la correspondencia de Marx y Engels tiene esa característica. Por lo general, erroneamente creemos que Marx y Engels siempre coincidian en todo, o en casi todo. Lo cual es una percepción totalmente erronea. Ellos llegaron a la unidad, partiendo de la discusión y contraposición de sus ideas personales, inicialmente diferentes. Negar la existencia de contradicciones entre Marx y Engels sería negar no solo la validez del marxismo, sino su propia existencia. ¿Como podría existir algo que nunca tiene contradicciones internas?



En tercer lugar, debemos de polemizar con los dispares, para deslindar los campos de manera resuelta. Nuevamente Mariátegui, en su deslinde con la desviación hayista, nos enseño como tratar las contradicciones con los dispares.



Y, por último, en cuarto lugar, debemos de combatir a los enemigos de clase, tanto a los enemigos abiertos, como a los enemigos encubiertos. Los tres primeros debates (con nosotros mismos, con los afines y con los dispares), en última instancia tienen como objetivo central combatir al enemigo de clase, hasta derrotarlo. La lucha interna dentro del frente unido tiene como objetivo entrenarnos, fortalecernos y mantenernos alertas y preparados, para combatir al enemigo común. (Es similar a lo que ocurre en la mayoría de las disciplinas deportivas. Primero se entrena en ejercicios físicos individuales, para superar nuestras propias limitaciones internas, luego se entrena en competencias de preparación, contendiendo con equipos amigos; por último, se participa en los encuentros oficiales contra los equipos contrarios, con el objetivo de vencerlos).



2.- Nunca debemos de cansarnos de aprender. Por más que estudiemos, cada vez tenemos más cosas nuevas que aprender, como tu dices "trato de aprender nuevas cosas, utilizo la Real Academia de la Lengua, para las palabras que tengo duda". debemos de seguir tu ejemplo. El empirismo desprecia el estudio, y lo desprecia porque no le dá importancia a la experiencia del pasado, ni a la experiencia del extranjero. El empirista, como individualista extremado, solo reconoce como válido su propia experiencia individual. Creen que la historia recién comienza con ellos, que no tienen nada que aprender de las generaciones pasadas, ni de los revolucionarios del extranjero. Por eso los empiristas apoyándose en la fuerza de la costumbre, tal vez involuntariamente vuelven a cometer los mismos errores del pasado, a nivel mundial todos los empiristas repiten a Proudhon (Ver "Miseria de la Filosofía", de Carlos Marx); y a nivel peruano todos los empiristas repiten a Víctor Raúl Haya.



Por mi parte, por varios años he venido postergando el estudio de libros de gramática de nuestro idioma. Soy consciente que tengo muchas limitaciones en el uso correcto de la gramática. Ese es el motivo por el cual todavía no reviso dos o tres recopilaciones de mis artículos, que muy bien podrían formar algunos folletos iniciales. Para revisarlos tengo que superar las limitaciones que tengo en el uso correcto del idioma escrito.



3.- Me parece muy bien, que estes estudiando "La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo" de Lenin. Ese folleto, en el manuscrito del original, tenía por subtítulo "Ensayo de charla popular acerca de la estrategia y táctica marxistas". Esa información aparece como una nota en la edición de las Obras Escogidas en tres tomos, Editorial Progreso, Moscu. La misma nota aparece en la Edición en Lenguas Extranjeras de Pekin.



Estoy llegando a la conclusión que el estudio, o reestudio, de las obras de Lenin, del pensamiento de Lenin, o del leninismo si queremos llamarlo así, en primer lugar debemos de comenzarlo por este "ensayo de charla popular". Este pequeño folleto nos permite tener una "visión panorámica" de la lucha por la instauracion del nuevo poder que realizaron los socialistas rusos hasta llevar adelante la revolución socialista en 1917.



En segundo lugar, debemos de continuar con el estudio de "La revolucion y el Estado", para entender la propuesta de Lenin acerca del gobierno del poder. Revisando este otro folleto podremos comprobar que una cosa fue la propuesta de Lenin, y otra cosa fue la práctica del propio Lenin, estando ya en el poder.



En tercer lugar, debemos de estudiar la recopilación de Lenin "Discursos pronunciados en los congresos del partido (1918-1922)". Hace un buen tiempo, Ramón García me obsequió esa excelente recopilación de discursos, en los cuales está sintetizada la practica de Lenin en el poder desde noviembre de 1917 hasta enero de 1924. Este libro es una de las joyas de mi biblioteca. Actualmente es dificil conseguirlo en los puestos de venta, pero puedo fotocopiarlo para entregar a los interesados.



Ahi, en las contradicciones entre las propuestas formuladas por Lenin en estos dos últimos libros ("La revolución y el Estado", y "Discursos en los congresos..."), está la clave para entender las posteriores viscisitudes de la construcción del socialismo en la URSS.



Si a la muerte de Lenin en 1924, hubiera triunfado la tendencia de Trotsky, o las tendencias de Zinoviev o Bujarin, relegando a segundo plano a la tendencia de Stalin, considero que los resultados hubieran sido similares, o tal vez más graves. La crítica trotskista, y la crítica socialdemócrata, responsabilizan a Stalin de las deformaciones que se desarrollaron en la URSS, critican el burocratismo y los evidentes excesos cometidos en el tratamiento de las contradicciones. Pero los trotskistas y los socialdemocratas anti stalinistas no cuestionan la estructura del Estado que fue legada por el propio Lenin. Si los trotskistas hubieran triunfado en la polémica de la década de 1920, hubieran reforzado el papel del partido y del ejército por encima del propio estado proletario.



De manera similr, si a la muerte de Stalin hubieran triunfado Beria, Molotov u otros stalinistas, el resultado hubiera sido similar al que se llegó con Jruschov a la cabeza. Responsabilizar a Jruschov, Breshnev y al XX Congreso del PCUS, de la debacle de la URSS, como hacíamos anteriormente, sería quedarse en el aspecto superficial del problema. Antes y después del XX Congreso del PCUS (1956), la URSS ya era un estado burocrático militar, desde los tiempos de Lenin y Stalin, hasta los tiempos de Jruschov y Breshnev. El XX Congreso simplemente desencadenó y dio más impulso a las fuerzas malsanas que se habían incubado dentro de ese sistema estatal, que nació con un mal congénito.



Si el ser social determina la conciencia social, y los hombres son producto de la sociedad en la cual les toca vivir, entonces tenemos que concluir que Stalin ( y también Trotsky, asi como Jruschov y Breshnev), son resultado de la sociedad en la cual les tocó vivir. Ellos fueron el resultado de un sistema político en el cual el partido y el ejercito estaban por encima del Estado, y actuaron como tenían y debían actuar. En las pugnas internas de 1924 a 1928 entre Stalin , Trotsky, Zinoviev, Bujarin y otros, cualquiera de ellos pudo salir como vencedor. Los méritos, y sobre todo el prestigio, de los tres últimos eran tan iguales, o superiores a los de Stalin, sino revisa la obra de Mariategui,en la cual Trotsky destaca mas que Stalin. Si cualquier otro hubiera triunfado, los resultados hubieran sido los mismos a los que se llegó con Stalin. El problema no es de individuos, sino de condiciones económicas, sociales y en este caso del sistema politico implantado en el periodo leninista (1917-1923).



En ese sentido tenemos que reconocer y reivindicar que Mariategui vio más lejos que Lenin, Stalin y todos los otros dirigentes soviéticos. En 1923, cuando Lenin todavia estaba vivo, Mariategui escribió "la dictadura del proletariado no es una dictadura de partido, sino una dictadura de clase, una dictadura de la clase trabajadora" (escrito en octubre de 1923, "Historia de la Crisis Mundial", pag. 149). Al año siguiente Stalin escribía

"El Partido ejerce la dictadura del proletariado. 'El Partido es la vanguardia del proletariado, vanguardia que ejerce directamente el Poder; el Partido es el dirigente' (Lenin). En este sentido, el Partido toma el poder, el Partido gobierna el país (...)" (Stalin, "Cuestiones del leninismo")



Cuando Mariategui asume la direccion de la revista Claridad, de manera efectiva a partir del número 04 (oct-dic 1923), y de manera formal a partir del Nº 5 (mar-abr 1924), en las páginas del quinto número de la revista incluyó el texto "¿Democracia burguesa o dictadura proletaria? Veintidos tesis históricas de Lenin", presentadas al primer congreso de la Internacional Comunista en marzo de 1919, y que está escrito en la misma orientación que "La revolución y el Estado". Debemos de revisar ese texto.



Estos son algunos aspectos de tu mensaje del 10 de julio que considero necesarios resaltarlos.



Me parece muy lamentable la situación a la que han llegado Eduardo y Santiago Ibarra, han descendido al mismo nivel de un José Rospigliosi, disputándose la función de provocadores. Es por demás evidente, que existen contradicciones teóricas y políticas, entre algunos de nosotros y ellos. Poco a poco han ido aflorando las diferencias y contradicciones, pero ellos se empeñan en inventar otras contradicciones y pasar al ataque personal, a la espera de que les contestemos al mismo nivel. Como si no fueran suficientes las contradicciones que ya tenemos, y no ocultamos, se empeñan en acusar muy a ligera. Donde hay diferentes puntos de vista sobre un mismo tema, ellos ven "tergiversaciones", "manipulación" y "prepotencia", y otras especulaciones sin sustento. Eduardo Ibarra sin conocer de primera mano lo ocurrido en la revista "Alma Matrinal" ha lanzado acusaciones personales apoyándose en versiones unilaterales del provocador de oficio Manuel García. A Eduardo Ibarra hay que decirle "dime con quien andas, y te diré quien eres". Pero esto es lo secundario, para avanzar hay que asumir la recomendación de Marx "deja que murmuren y sigue tu camino". Inicialmente pensé promover y participar en un debate de ideas con Eduardo Ibarra, incluso durante varios meses estuve ordenando los materiales y revisando la bibliografía, pero ahora veo que no procede, no voy a descender al nivel que él y sus corifeos pretenden llevar las cosas.



Acerca de la cita de Mariátegui sobre "soy partidario antes que nada del frente unico proletario", Eduardo ha armado todo un escándalo acusándonos primero a Ramón García, y después a mí, de "tergiversar a Mariátegui", porque no trascribimos la cita completa, como si la versión breve cambiara el sentido de toda la expresión de Mariátegui. Pero en uno de sus últimos documentos, Eduardo Ibarra cita al libro "¿Que Hacer?" de Lenin, y él si incurre en grosera tergiversación al cambiar descaradamente las palabras utilizadas por Lenin. Donde el dirigente ruso escribió "política socialdemócrata" Eduardo Ibarra escribe otra cosa, "corrigiendo" a Lenin.



Pero estas lamentables actitudes, no disminuyen el papel que está desempeñando Eduardo, es el abanderado de la bancarrota de la Internacional Comunista, es el elemento mejor preparado de la defensa del pasado, del obsoleto movimiento comunista, cuya bancarrota cubre el largo periodo que va de la disolución de la Internacional Comunista en 1943, hasta la implosión de la URSS en 1990, periodo en el cual la mayoría de partidos comunistas de cierta importancia a nivel mundial, entraron en bancarrota definitiva. De todos esos, el último naúfrago es Eduardo Ibarra y su minúscula facción partidaria. Rospigliosi y Dante Castro, son "bebes de pecho" a su lado. Los caudillos del Partido Comunista Peruano (Unidad), Partido Comunista Peruano (Bandera Roja), Partido Comunista del Perú (Patria Roja) y otros especimenes del pasado, deben de leer con atención y admiración a Eduardo Ibarra, es el único que ha sacado cara por ellos, todos los cuales, "bromas aparte", se reclaman "marxistas-leninistas" y "comunistas".



La acusación contra el blog de "individualista", viniendo de quien viene, es una medalla de honor, de eso mismo acusaron a la revista Amauta, (ver polémica con Luis Alberto Sánchez). Si siguieramos los lamentables criterios de Jorospi, la Universidad Socialista del Perú no debería llamarse así, sino "Universidad de Guillermo Yucra", y el minusculo e intrascendente "Partido Proletario del Perú" (PPP) en el cual últimamente milita Rospigliosi, tampoco debería llamarse así, sino "partido de Rospigliosi".



Atentamente

Miguel Aragón

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