sábado, 1 de noviembre de 2008

EDGAR BOLAÑOS Y EDUARDO IBARRA EN EL DEBATE SOBRE LA CREACION HEROICA 7 DE OCTUBRE DE 1928

Creación heroica 7 de octubre de 1928

Aniversario



Un 7 de octubre del 2004 se constituye el Comité de Celebración de los 80 años de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui. Ha transcurrido casi los 1460 días para la realización de ésta importante celebración. Los preparativos se intensifican y, con la pasión que ponen los protagonistas, las diferencias se ponen de manifiesto.

El 19 de enero del 2008 Eduardo Ibarra envía sus Notas sobre la creación Heroica de Mariátegui. Un lector que sigue los preparativos de la celebración comenta: “más vale tarde que nunca”; y, otro impertinente seguidor responde: “Si, pero toda observación debe ser oportuna, diligente y con la modestia de quien llega con 1175 días de atraso”. El punto es que la observación llega; y, llega cuando el festín está por servirse y los convidados afilan los dientes. Catorce días después. En un artículo[1] que busca camorra (pendencia), diversión (aplausos), confusión (desconcierto) o despabilar (despertar) al santo convento. Don Eduardo vuelve a la carga con Un comentario puntual para contradecir a Manuel Velásquez Rangel. Cuarenta y nueve días más tarde en Un comentario indispensable se reafirma en su creencia que ha “demostrado, documentadamente, la verdad histórica de que el punto de partida de la Creación Marxista de Mariátegui, es decir, de su Creación Heroica, data de marzo de 1921 y no de octubre-noviembre de 1928.” Y bien ¿qué busca el buen Eduardo con ésta hemorragia literaria?

Profundicemos entonces las raíces de ésta intríngulis. En enero don Eduardo decreta que “la Creación Heroica de Mariátegui comienza con el primer artículo que expresa su conciencia marxista”[2]; en febrero se ratifica: “…este año no se cumple el 80 aniversario de esta creación sino su 87 aniversario”[3]; en marzo va más allá señalando que “falsean la partida de nacimiento del proceso histórico de la Creación Heroica de Mariátegui.”[4] Muy suelto de huesos se despacha con un rosario de adjetivos y acusaciones que desdibujan su señera y magra estampa. Su lengua no exhibe su conocido don de gentes: ¡irresponsables, falsarios, tergiversadores, conciliadores, encubridores, adulteradores, silenciadores! , a más de otros ismos, brotan de su pluma. ¿Qué extraña circunstancia habrá envenenado esa lengua tan versada? El Comité de Celebración de los 80 años de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui, por su parte, se ratifica en el 80 Aniversario. Así, pues, tenemos una criatura con dos edades biológicas. ¿Cuando vio por vez primera la luz esta criatura? ¿Tuvo un parto normal? ¿Fue un nacimiento prematuro, sietemesino o un aborto de la naturaleza? ¿Por qué nuestro amigo Ibarra hace tanto escándalo por una fecha? Aclarar las anteriores interrogantes nos llevan a nuevas preguntas: ¿Qué significado tiene este aniversario? ¿Importa tanto la precisión de la fecha? ¿Qué persigue nuestro aguafiestas de turno? En fin, trataremos de responder algunas de las interrogantes, dejando al lector que saque sus propias conclusiones.

Bien decía mi abuelita que en todo humano entredicho, a buscar en el hecho y no en lo dicho porque los problemas siempre son claros. Veamos los hechos a la luz de la documentación que el mismísimo José Carlos Mariátegui legara a las generaciones actuales. Pues bien comencemos por el principio.

Después de diez años de perseverante preparación y en el segundo aniversario de la revista Amauta, el padre del socialismo peruano, hace un anuncio histórico al Perú y el mundo: ¡El proletariado al fin tiene cabeza! Pues, sí, la clase obrera espontáneamente gravita hacia el socialismo; pero, precisa de una teoría y una organización que le proporcione conciencia y homogeneidad a su misión histórica.

En setiembre de 1928 se publica la Editorial Aniversario y Balance (Amauta Nº 17). Ha transcurrido 80 años desde que José Carlos divulgara ésta vital pieza del rompecabezas peruano.

En la Presentación de Amauta (setiembre 1926) se lee: “Esta revista, en el campo intelectual, no representa un grupo. Representa más bien un movimiento, un espíritu.” Y en Aniversario y Balance: “ ’Amauta’ no es una diversión ni un juego de intelectuales puros; profesa una idea histórica, confiesa una idea activa y multitudinaria, obedece a un movimiento social contemporáneo.” En José Carlos Mariátegui la gestión individual se diluye en una gestión social. No obedece a un voluntarismo subjetivista: ¡el infierno está empedrado de buenos deseos! Obedece –¡ese es el quid!–, a un movimiento histórico que representa el movimiento del futuro en el movimiento del presente. El hombre se ufana de su libertad e independencia pero somos esclavos y amos de un movimiento histórico necesario e independiente de nuestros deseos.

El homo sapiens es un gran explorador. Pero en esto el hombre no es diferente a los animales; lo que le diferencia de ellos es la capacidad de descubrir y, aunque comparta con otras especies la curiosidad por conocer lo que le rodea, sólo él puede compartir sus descubrimientos. Los fundadores del Socialismo Científico fueron excepcionales exploradores del movimiento social en marcha: “lo que los alemanes habrían debido hacer es actuar su propia teoría –si la entendemos como nosotros en 1845 y 1848- es decir, marchar junto a todo movimiento de la clase obrera real, aceptar el punto de partida de los hechos como tales y llevarlos gradualmente al nivel teórico, haciendo resaltar cómo cada error, cada derrota sufrida eran consecuencia necesaria de errores de orden teórico del programa original.”[5] Mariátegui forma parte de aquél prototipo de grandes exploradores, mejores investigadores, extraordinarios husmeadores y rarísimos visionarios. Buscadores como el fundador del Partido Socialista sólo aparecen de cuando en cuando. Pertenece a la estirpe de los que abren camino para los que vienen atrás. Un buscador, busca descubrir. Permanece siempre alerta, consciente. Un seguidor se vuelve ciego, se vuelve dependiente, se ata al motor de búsqueda del “maestro”. Es un esclavo mental, su espíritu está sometido una “fuente de luz”. Un buscador es responsable por sí mismo. El seguidor tiene su responsabilidad sobre los hombros de otro y se aferra a él. El buscador está alerta, no tiene temor, está abierto a cualquier nueva luz, siempre está listo a cambiar, sus móviles ético-prácticos impulsan su agonía de combatiente. El seguidor cuando, el cálculo de los placeres forma parte de su razón de vida, encuentra en la política un medio para trepar en la escala socio-económica. Buscadores como José Carlos Mariátegui se transformaron en un ejemplo porque hizo suyo el ejemplo de los más grandes exploradores: Arquímedes, Galileo, Newton, Marx, Engels, Einstein, etc.

La revista Amauta en cuatro años de vida publicó cuatro editoriales. La tercera, Aniversario y Balance, setiembre 1928, es la más importante y constituye un hito en la historia del socialismo proletario. Pero, las circunstancias de su publicación y los conceptos que hace uso siguen provocando controversia. En Aniversario y Balance se relaciona Socialismo y Creación Heroica para anunciar la materializació n de su proyecto socialista que se haría realidad el 7 de octubre. El concepto socialismo lo define negando y afirmando: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco ni copia. Debe ser creación heroica.”[6] Entonces, ¿qué significa para Mariátegui la Creación Heroica? Para José Carlos, Creación Heroica, es un movimiento de hombres e ideas que, en tenaz lucha y sacrificio, están forjando un nuevo producto: el socialismo peruano.

Aniversario y Balance anuncia que “el trabajo de definición ideológica nos parece cumplido”. En setiembre de 1926, en la primera Editorial, había pronosticado: “’Amauta’ cribará a los hombres de la vanguardia –militantes y simpatizantes- hasta separar la paja del grano. Producirá o precipitará un fenómeno de polarización y concentración.”[7] Y, dos años después, en la tercera Editorial, señala: “la primera jornada de ‘Amauta’ ha concluido. En la segunda jornada no necesita llamarse revista de la ‘nueva generación’, de la ‘vanguardia’, de las ‘izquierdas’. Para ser fiel a la Revolución, le basta ser una revista socialista.”[8] Así, el 7 de octubre de 1928 se constituye el Partido Socialista del Perú, su “declarada y enérgica ambición”; y, termina un período de polarización y concentración en el campo intelectual, en las masas obrero-campesinas y en la organización partidaria. “La Reunión de Barranco cierra entonces la etapa de la definición ideológico-teó rica y abre la etapa de la realización político-orgánica. El desplazamiento es evidente. Se resuelve una contradicción y se inicia otra, esta vez al interior de la organización del proletariado. De la lucha por la “definición ideológica” se pasa a la lucha por la “facción orgánica y doctrinariamente homogénea”.”[9]

A todo esto, ¿cómo entiende Eduardo Ibarra la Creación Heroica de Mariátegui? Para él la Creación Heroica es un proceso de asimilación o apoderamiento de la teoría marxista. Para sustentar la búsqueda del “primer artículo que expresa su conciencia marxista”, don Eduardo recuerda las palabras de JCM: “Mis artículos de esa época señalan las estaciones de mi orientación socialista.”[10] “Es decir –agrega Ibarra- su Creación Heroica comienza con el primer artículo que expresa su toma de posición marxista.”[11] Entonces, para Ibarra, la Creación Heroica de Mariátegui, es un proceso de asimilación al dogma marxista y de aplicación del método dialéctico a la solución de los problemas nacionales. Donde hay un proceso colectivo: “Ahora es la voz de un movimiento y de una generación.”[12] Nuestro camarada observa un proceso individual[13]. De allí que atribuya o busque en los primeros ladrillos del edificio conceptual de José Carlos Mariátegui el origen de la Creación Heroica. Concedamos a Don Eduardo la posibilidad de enjuiciar la Creación Heroica como resultado (“primer artículo…”) de una gestión individual. Pero, resulta que el trabajo intelectual es un edificio conceptual que “termina”[14] cuando éste se plasma en realizaciones concretas, humanas, trascendentes (máquinas, edificios, libros, organizaciones, revoluciones, etc.).

Estamos, entonces, frente a un enredo[15] que tiene su origen en cómo se entiende Creación Heroica.

En torno a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1826), es uno de los primeros opúsculos de Marx. Allí se precisa un aspecto de la relación entre teoría y práctica: “Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que el poder material tiene que derrocarse por medio del poder material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas.” Pues, bien, ¡he allí el verdadero objetivo del maestro Mariátegui!: La teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas. Esa era la razón de vida de José Carlos. Su voluntad se sostenía en un movimiento y una generación que “por encima de lo que los diferencia, todos estos espíritus ponen lo que los aproxima y mancomuna: su voluntad de crear un Perú nuevo dentro del mundo nuevo.”[16] Creía, era partícipe, que las multitudes llegarían a ser concientes de su propia potencia a través de la vanguardia organizada. ¡Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo!, decía Lenin.

Mariátegui en evidente paráfrasis a la onceava tesis de Marx señala: “No nos basta condenar la realidad, queremos transformarla” . La interpretació n define la singularidad de la realidad peruana en permanente cambio. La transformació n es la búsqueda y definición de la teoría que se hace al andar, la teoría de la revolución social. Así el leitmotiv del marxismo de Mariátegui es la transformació n social; y, ésta no es un producto de elaboración espontánea o consecuencia automática de la bancarrota capitalista, ni una mera copia de las revoluciones proletarias triunfantes. Entonces, su socialismo sólo puede emanar de dos procesos complementarios: crítica y transformació n. La crítica del viejo orden la realiza principalmente con su magistral obra: 7 Ensayos de interpretació n de la realidad peruana. Si la crítica es la condena del pasado. La transformació n es la construcción del futuro, esto es, la construcción de un Perú integral en medio de contradicciones y a través de contradicciones. Crítica y transformació n en esencia definen la cuestión del poder. La condición previa a la construcción política, fue indudablemente “el análisis concreto de la situación concreta” de las clases sociales (construcción teórica). Sin la cuál no le hubiera sido posible distinguir y formular la función histórico-concreta de las clases, los blancos, los aliados y el programa del Partido Socialista. Así en octubre de 1928, la madurez y fuerza de la tendencia proletaria, en el movimiento social, se traducía en ideas que se plasmaron en su Defensa del marxismo (construcción ideológica); en la singularidad de una teoría que se hace realidad en sus 7 Ensayos (construcción teórica); en una política que se define en su Ideología y Política (construcción política); y, en "el primer gran partido de masas e ideas de toda nuestra historia republicana" , esto es, el verbo que se hace carne en la constitución del Partido Socialista del Perú (construcción orgánica). Entonces, las cuatro construcciones partidarias dan vida a la Creación Heroica del padre del socialismo peruano; en razón que “el socialismo no puede ser actuado sino por un partido de clase; no puede ser sino el resultado de una teoría y una práctica socialistas.”[17]

JCM en sus 7 Ensayos declara que su más cara ambición es “concurrir a la creación del socialismo peruano”[18]. En Aniversario y Balance la Creación Heroica es el socialismo indoamericano que “tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje...”[19] Así el socialismo del maestro nada tiene de abstracto, idílico, inmaterial o supraclasista. Todo lo contrario. Es el resultado de la fusión del marxismo internacional con la práctica concreta de la clase obrera peruana. Uno de sus momentos singulares, la fundación del partido, es el momento de la Creación Heroica en que se identifican la teoría y la práctica. Por eso, resulta extraño que Don Eduardo, nuestro inefable coterráneo, no escriba lo que lee en la teoría y praxis del maestro Mariátegui. “… ocurre que la Creación Heroica de Mariátegui no puede empezar a contarse desde esa fecha, sino desde su inicio en marzo de 1921 y, por lo tanto, el año en curso se cumple su 87 aniversario. Esta es la verdad histórica, y ningún acuerdo de ningún colectivo puede escamotearla sin que sus miembros se conviertan en falsarios.”[20] Ocurre, sí mi querido Eduardo, que toda creación humana (heroica o no) se la recuerda a partir del instante en que ésta culmina. No se conmemoran los primeros pasos. Y, la Creación Heroica del Amauta exige que se la valore como su propio autor la concibió, a partir del momento en que se materializaba su más caro anhelo: la constitución del Partido Socialista del Perú. Así los primeros pasos son ladrillos de un edificio en construcción, pertenecen a la génesis no a la culminación, son elementos de un proceso que tiene un principio y un punto aparte: “El hombre llega para partir de nuevo” (JCM). colocacie dos puede quedar inconclusa o simplemente fenecer durante los nueve meses de la dulce espera.

Finalmente, en el 80 Aniversario de la Creación Heroica debemos recordar las palabras de Mariátegui: “Si la historia es la creación de los hombres y las ideas, podemos encarar con esperanza el porvenir. De hombres y de ideas es nuestra fuerza.”[21] Por tanto, podemos decir que en hombres e ideas reside la fuerza de la revolución social. Las ideas de Mariátegui, el pensamiento de un hombre de genio, indican la singularidad del sujeto; pero, apenas las ideas despegan de su hangar se vuelven universales[22], dando origen al camino de Mariátegui. Esa es la dialéctica del pensamiento humano: las ideas de todos se convierten en ideas de uno, y, las ideas avanzadas de uno se transforman en ideas avanzadas de todos. Este es el sistema de ideas de Mariátegui, abierto a toda contribución humana: hombre soy y nada de lo humano me resulta extraño. Así nace el dogma revolucionario, su Creación Heroica y el camino de José Carlos Mariátegui.

80 años: de un 7 de octubre de 1928 a otro 7 de octubre del 2008 celebramos el PARTO histórico de la generación de Mariátegui.



“¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo, y Perú al pie del orbe;

yo me adhiero!”



07 Setiembre 2008

Edgar Bolaños Marín

--------------------------------------------------------------------------------
[1] Véase, Un comentario puntual (1063 palabras) del 02/02/08 y Un comentario indispensable (2065 palabras) del 22/03/08, ambos comentarios los arranca con estos versos: Vamos (Anda) jaleo, jaleo,/ no quieren ver lo que escribo,/ porque escribo lo que veo. (Canción popular española). ¿Qué pretende nuestro buen amigo? No creemos que don Eduardo pertenezca a esa estirpe de “elementos disolventes, corrosivos que, inconscientemente, trabajan por la disolución de su propia clase”.(JCM)
[2] Eduardo Ibarra, Notas sobre la creación Heroica de Mariátegui, 19/01/08
[3] Eduardo Ibarra, Un comentario Puntual, 02/02/08
[4] Eduardo Ibarra, Un comentario indispensable, 22/03/08
[5] F. Engels, 28 enero de 1886, carta a Florence Kelley Wichnewetsky.
[6] JCM, Aniversario y Balance, Setiembre de 1928, en Ideología y Política, Pág. 249
[7] JCM, Presentación de “Amauta”, Setiembre de 1926, en Ideología y Política, Pág.238
[8] JCM, Aniversario y Balance, Setiembre de 1928, en Ideología y Política, Pág. 247
[9] Ramón García Rodríguez, La reunión de Barranco y el Partido Socialista, 7 de octubre 1987
[10] JCM, Apuntes autobiográficos de José Carlos Mariátegui, La Organización del Proletariado, ediciones “Bandera Roja”, 1967, Lima-Perú, Pág. 9.
[11] Eduardo Ibarra, Notas sobre la creación Heroica de Mariátegui, 19/01/08
[12] Véase, Las editoriales: Presentación de “Amauta” y Aniversario y Balance de José Carlos Mariátegui.
[13] Observar la historia, como historia del individuo en la historia, lleva a conclusiones como las que arriba Eduardo Ibarra, en Un comentario indispensable: “El balance de la actividad del movimiento en el último año debe tener en cuenta tanto lo positivo como lo negativo, poniendo de relieve lo positivo: el desarrollo de la unidad que tiene por base algunos puntos del pensamiento de Mariátegui”. ¿Sólo algunos puntos? Como queda aquello de “la piedra basal y la piedra angular del Camino de Mariátegui es el Pensamiento de Mariátegui” (Véase, Mariátegui y la base de unidad del partido, E. Ibarra). ¿Es que el pensamiento de Mariátegui es sólo una piedra en el zapato? o ¿Es que Lenin, por ejemplo, sólo acepto o adhirió algunos puntos del pensamiento de Marx? Despejar éstas dudas nos lleva a examinar, brevemente, la relación entre dogma – doctrina, ortodoxia – heterodoxia, dogma – mito. En el marxismo de Mariátegui dogma equivale a doctrina. Y doctrina conduce a la ortodoxia en el verbo y la acción, esto es, al mito revolucionario: la revolución social. De modo que sólo el dogma hace posible la identidad de voluntades (ortodoxia) dentro de una diversidad de pareceres (heterodoxia) . Es por eso que en la lucha de social, la fuerza avasalladora de las masas, la potencia realizadora del hombre masa, brota del dogma revolucionario. Un par de ejemplos. Fuente Ovejuna: todos a una. Los grupos llegan a formar un “cerebro colectivo” capaz de tomar decisiones y moverse como si de un único organismo se tratara. Una pequeña minoría informada (¿inteligencia colectiva?) es capaz de guiar a otros individuos hacia un objetivo a partir del entendimiento dogmático de la herejía. No otra cosa ocurrió en Octubre de 1917 cuando Lenin lanzó su famosa consigna: ¡Todo el poder a los Soviets!
[14] JCM en la Advertencia a sus 7 Ensayos señala: “Ninguno de estos ensayos está acabado: no lo estarán mientras yo viva y piense y tenga algo que añadir a lo por mí escrito, vivido y pensado.”
[15] De una parte. Es de uso corriente considerar el nacimiento de un vástago, la publicación de un libro o inauguración de un edificio como la partida de nacimiento del niño, libro o edificio. No pretendemos ser curiosos, pero ¿cuándo celebra don Eduardo su natalicio? Dudamos que lo celebre el día en que sus padres lo concibieron. Y de otra parte. Si bien es cierto que la colocación de la primera piedra de un edificio es motivo de publicidad. Una cosa es publicidad y otra cosa es celebración por aniversario. El vocablo aniversario lleva automáticamente nuestra imaginación a festejo o congoja por nacimiento o muerte. Como siempre la confusión está en el sujeto.
[16] JCM, Presentación de “Amauta”, Setiembre de 1926, en Ideología y Política, Pág.237
[17] JCM, Al margen del nuevo curso de la política Mexicana, en Temas de nuestra América, Pág. 69
[18] JCM, 7 Ensayos…, Advertencia.
[19] JCM, Aniversario y Balance, Setiembre de 1928, en Ideología y Política, Pág. 249
[20] Eduardo Ibarra, Un comentario indispensable, 22/03/08
[21] JCM, Aniversario y Balance, Setiembre de 1928, en Ideología y Política, Pág. 246
[22] “Si la naturaleza ha creado alguna cosa menos susceptible que las demás de ser objeto de propiedad exclusiva, esa es la acción del poder del pensamiento que llamamos idea, algo que un individuo puede poseer de manera exclusiva mientras la tenga guardada. / Sin embargo, en el momento en que se divulga, se fuerza a sí misma a convertirse en posesión de todos, y su receptor no puede desposeerse de ella.” Thomas Jefferson (1743-1826)



Un Comentario Puntual


Vamos jaleo, jaleo,
que no quieren ver lo que escribo,
porque escribo lo que veo.

(Canción popular española)


En el artículo ¿Qué celebramos?, Manuel Velásquez responde a esta interrogante con esta tajante afirmación: “Dos cosas. Los 80 años de la publicación de 7 Ensayos de Interpretació n de la Realidad Peruana y la constitución del Partido Socialista del Perú”. Es una respuesta correcta, pues, efectivamente, este año celebramos estos dos acontecimientos de fundamental importancia en la historia del Socialismo Peruano.

Pero, unas líneas después, escribe lo que sigue: “Pero como toda Gran Celebración debe tener un Día Central, el 80 Aniversario de la Creación Heroica también lo tiene”. Se refiere, como es obvio, al 7 de octubre, fecha en que Mariátegui fundó en 1928 el Partido Socialista del Perú, y presenta el aniversario de este acontecimiento como el “Día Central” del “80 Aniversario de la Creación Heroica” de Mariátegui Y esta no es ya una afirmación correcta, pues por mucho que pueda decirse que el “Comité 80” toma la fundación del Partido Socialista como motivo para extenderse sobre la Creación Heroica de Mariátegui, el hecho concreto es que este año no se cumple el 80 Aniversario de esta Creación sino su 87 Aniversario. Por eso escribí en mi artículo Notas sobre la Creación Heroica de Mariátegui: “no es el caso que el mencionado Comité se sirve de la fundación del Partido Socialista del Perú y de la primera edición de los 7 Ensayos para celebrar la Creación Heroica de Mariátegui, sino que, al fechar el inicio de esta Creación en octubre-noviembre de 1928, deja por fuera de la misma toda la obra mariateguiana anterior a estos meses de dicho año, reduciendo así la Creación Heroica de Mariátegui a lo realizado por el maestro en el período que va del mes de octubre de 1928 al mes de abril de 1930”.

Las palabras de Velásquez en el sentido de que “toda su producción escrita (la de Mariátegui) es creación Heroica”, es incorrecta no sólo porque le hace perder sentido a la afirmación mariateguiana de que “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica”, sino también porque de ese modo se desvirtúa el contenido mismo de la Creación Heroica de Mariátegui, es decir, los resultados de su aplicación del método marxista al conocimiento y definición de los problemas del Perú y, unimismada con esto, la labor de educación de las clases trabajadoras peruanas en el conocimiento marxista de la realidad mundial.

La producción mariateguiana anterior a marzo de 1921, o, más exactamente, anterior a la escritura de El cisma del socialismo, tiene, sin duda, un lugar en el Pensamiento de Mariátegui, y no sólo porque en ella pueden constatarse las estaciones en la evolución ideológica del maestro, sino también porque ahí pueden encontrarse opiniones justas y correctas. Pero esa producción pertenece al Pensamiento de Mariátegui en el sentido más amplio del término, y no precisamente a su Creación Heroica, que, en todo y por todo, debe entenderse como su Pensamiento Marxista. La Creación Heroica de Mariátegui es el Marxismo de Mariátegui.

Velásquez señala que las cosas que plantea en su artículo ¿Qué celebramos?, “no son más que mis ideas, y nadie tiene que sentirse obligado a compartirlas ni en todo ni en parte”. Esta confesión está muy bien y, precisamente, debo decir que no comparto sus puntos de vista sobre la fecha de nacimiento de la Creación Heroica de Mariátegui, aunque sí, por otro lado, su afirmación de que Mariátegui fue leninista, es decir, marxista-leninista, afirmación muy oportuna en un momento en que algunos se empeñan torpemente en negar esta verdad histórica.

Mariátegui escribió cinco artículos en marzo de 1921: D’Annunzio, después de la epopeya; El cisma del socialismo; El Conde Karolyi, expulsado por bolchevique; Vísperas de elecciones; y Escenas de guerra civil. Todos estos artículos fueron publicados en El Tiempo en el siguiente orden: el primero el 5 de junio, el segundo el 12 de junio, el cuarto el 15 de junio, el quinto el 17 de junio y el tercero el 21 de junio de 1921 (a juzgar por la décima edición, 1987, de Cartas de Italia, aunque a juzgar por su segunda edición, 1972, el quinto artículo fue publicado el 29 de junio del mismo año). Sea como fuere, el hecho es que si El Tiempo respetó el orden de recepción de los artículos (con la visible excepción del cuarto, Vísperas de elecciones, que, según las dos ediciones consultadas de Cartas de Italia, lleva fecha anterior a la del tercero, El Conde Karolyi, expulsado por bolchevique), las indicadas fechas de publicación sugieren que el artículo El cisma del socialismo fue escrito en la primera quincena de marzo de 1921.

La palabra “fecha” sirve para indicar el lugar y el tiempo en que ocurre o se hace algo, y no necesariamente un día determinado. Así por ejemplo, la fecha de surgimiento del marxismo (que ocurre con la escritura de La ideología alemana) es el período que va de noviembre de 1945 a abril de 1946. Y la fecha del surgimiento del Marxismo de Mariátegui, vale decir, de su Creación Heroica, es marzo de 1921 (y más precisamente la primera quincena de este mes), tal como ha quedado señalado, y negar esto es falsificar los hechos históricos y, además, negar gran parte de esta Creación, por mucho que se hable de ella doscientas veces al día.

En conclusión, el “Comité 80” debería llamarse “Comité 87” si no quiere verse comprometido en la falsificación de la verdad histórica (o conservar su actual nombre pero eliminando de su propaganda toda referencia a un supuesto “80 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui”). Por lo tanto, en octubre-noviembre del presente debería celebrar estrictamente el 80 Aniversario de la fundación del Partido Socialista y de la primera edición de los 7 Ensayos (lo que no tiene por qué impedir la referencia a la Creación Heroica de Mariátegui, pero sin pretender hacer creer que esta Creación cumple el presente año su 80 Aniversario) . Y cualquier día de la primera quincena del mes que ha comenzado debería celebrar el 87 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui, y dejar para el 88 Aniversario su celebración extendida a las dos primeras semanas de marzo. Salvo que este año haya tiempo todavía para organizar tal celebración extendida.


Eduardo Ibarra

02.02.08.



Un Comentario Indispensable


Anda jaleo, jaleo,
no quieren ver lo que escribo,
porque escribo lo que veo

(Canción popular española)


El artículo Balance y comentario de Ramón García es particularmente expresivo en algunos aspectos y, por esto, es importante analizar estos aspectos, aunque sea brevemente. Procedamos, pues.

De entrada, el mencionado insiste en pretender que el año en curso se cumple el "Aniversario 80 de la Creación Heroica de JCM", afirmación con la que, sin duda alguna, pretende desautorizar, ante los ojos de sus seguidores, el contenido de mis artículos Notas sobre la Creación Heroica de Mariátegui y Un comentario puntual, en los que he demostrado, documentadamente, la verdad histórica de que el punto de partida de la Creación Marxista de Mariátegui, es decir, de su Creación Heroica, data de marzo de 1921 y no de octubre-noviembre de 1928. Y esta verdad es tan evidente, tan accesible a cualquier persona normalmente inteligente, que la insistencia en su negación no puede entenderse sino como una actitud autocomplaciente que revela una completa irresponsabilidad. En efecto, en el año que trascurre se cumple el 87 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui, pero el creidismo no es capaz de reconocer sinceramente esta elemental verdad. Confiando en el seguidismo de algunos elementos, el credismo persiste en una consideración que no tiene ningún fundamento. Si el proceso de formación de la Creación Heroica de Mariátegui empieza a contarse desde octubre-noviembre de 1928, entonces esa Creación estaría cumpliendo este año su 80 aniversario. Pero ocurre que la Creación Heroica de Mariátegui no puede empezar a contarse desde esa fecha, sino desde su inicio en marzo de 1921 y, por lo tanto, el año en curso se cumple su 87 aniversario. Esta es la verdad histórica, y ningún acuerdo de ningún colectivo puede escamotearla sin que sus miembros se conviertan en falsarios.

Pero como esta falsificación de la verdad del proceso histórico de la Creación Heroica de Mariátegui no es la única discrepancia, García pretende salir al paso de mis críticas con esta generalidad: "Entre los afines hubo, hay y habrá siempre diferencias de opinión, pues no se puede concebir el Socialismo como una 'unánime academia'. Estas diferencias impulsan el avance. Quien plantea una opinión, parte de que es cierta, es correcta (sic). Quien la contradice, parte de que su opinión es la cierta, es la correcta".

Es evidente que, con semejante afirmación, García intenta descentrar el problema, es decir, desvirtuar sus términos. Pero, para mala suerte suya, sucede que el problema no reside en que cada cual crea que está en lo correcto. Que cada cual crea que está en lo correcto, es una verdad de Perogrullo. El problema reside más bien en que unos tergiversan ciertas afirmaciones de Marx, Engels, Lenin y Mariátegui, y otros defienden la verdad de estas afirmaciones; el problema consiste en que unos tienen una posición conciliadora en relación al oportunismo en general y encubridora con respecto a la restauración del capitalismo (en los años 1980 estos unos sostenían la peregrina idea de que los países "socialistas" estaban por pasar al comunismo, hasta que su paso al capitalismo tipo occidental les cayó en la cabeza), y otros sostienen la verdad de la restauración capitalista en los países que una vez formaron el campo socialista mundial; el problema reside en que unos tienen una estrategia que comprende los llamados "municipios de nuevo tipo", y otros sostienen una estrategia que considera que la premisa política de la construcción del socialismo es la conquista del poder político central. Esto es lo que revela el análisis concreto de la realidad concreta.

Como lo sabe todo el que quiera saberlo, García mutila la afirmación mariateguiana sobre el frente unido sindical del proletariado, como lo he demostrado en los artículos Una aclaración necesaria y Contra la arbitrariedad, la manipulación y la prepotencia. Es una mutilación aparentemente inocente, pero que, así y todo, marca el inicio de una actitud que ha terminado por tergiversar algunas importantes afirmaciones de Mariátegui como aquella sobre el nombre de la teoría del proletariado, tal como lo he demostrado en los artículos ¿Mariátegui contra Mariátegui? y Mariátegui y la Base de Unidad del Partido; como aquella relativa a la gratuidad de la enseñanza, tal como César Risso lo ha demostrado en el artículo Mariátegui y la gratuidad de la enseñanza; y, finalmente, como aquella sobre el nombre del Partido, tal como lo he demostrado en los artículos El nombre del Partido, Radiografía de una falsificación y Respuesta a Gustavo Pérez.

Pero a estas flagrantes tergiversaciones, es menester agregar la también flagrante tergiversación de Aragón en punto a la posición marxista-leninista de Mariátegui, tergiversación que he desenmascarado en el artículo Mariátegui y el leninismo.

A propósito de esta tergiversación, vale la pena recordar que Aragón pretende ahora que su "pecado" consiste en haber afirmado "que Mariátegui en 1927 se declaró 'socialista' y nunca se declaró 'comunista'" (sic) (Atreverse a pensar por cuenta propia, 04.03.08). Pero, por cierto, esta afirmación no es más que una maniobra, pues en carta a Lastra del 3 de enero del presente, el primero de los mencionados había afirmado: "La exposición de las razones, por las cuales CONSIDERO QUE NO ES CORRECTO AFIRMAR 'MARIÁTEGUI COMUNISTA' O 'MARIÁTEGUI MARXISTA-LENINISTA'…" (mayúsculas mías). Con esta enfática afirmación, el susodicho negó de plano la condición marxista-leninista, comunista, de Mariátegui. Así pues, su afirmación del 4 de marzo es un intento de borrar con el codo lo que el 3 de enero había escrito con la mano. Y lo que había escrito con la mano es una afirmación suya y no una declaración de Mariátegui, aunque pretenda sustentar tal afirmación en algunas declaraciones mariateguianas. Esa declaración suya es, ni más ni menos, un juicio de valor, es decir, una negación de la cualidad marxista-leninista, comunista, de Mariátegui. Por eso, desenmascarado en su oportunista aserción, Aragón ha recurrido una vez más a una burda maniobra intentando con ello desviar la atención de los lectores.

Quiere decir, pues, que las contradicciones en el Socialismo Peruano (que no se reducen a las anotadas) no son simples "diferencias de opinión", como pretende García en un esfuerzo por escamotear su contenido concreto, que es lo que realmente interesa precisar y resolver. Así pues, limitarse a la generalidad de la frase "diferencias de opinión" es intentar esquivar el debate en el seno del movimiento.

Pero además, García sostiene que, "Si se sospecha motivos oscuros como recortar, manipular, tergiversar una cita o un tema tratado, sólo por el intercambio de opiniones propias, sólo por el debate con objetivo claro y definido, una opinión será reconocida como correcta y apropiada, o rechazada según el análisis concreto de la realidad concreta".

Como puede ver quien tenga ojos para ver, esta afirmación demuestra que García hace tabla rasa del hecho de que en el movimiento ha quedado comprobado que él y sus seguidores tergiversan a Mariátegui. De facto, con aquello de que "sólo por el intercambio de opiniones propias", García se repliega a los marcos de su tendencia a fin de imponer allí sus tergiversaciones, confiando en el seguidismo de sus seguidores. Y este repliegue demuestra un verdadero "espíritu de círculo". Por otro lado, el mencionado olvida que la verdad no se determina por votación ("así se forma la mayoría, así se establece la minoría"). Veinte, cien, mil o más personas pueden acordar que las tergiversaciones de afirmaciones de Marx, Engels, Lenin y Mariátegui no son tales, pero esto no cambiaría en absoluto la realidad de las cosas. La realidad de las cosas es que las mencionadas tergiversaciones están demostradas como tales y ningún bastón de mando ni ningún seguidismo puede negar esto.

García dice que "Si se sospecha motivos oscuros como recortar, manipular, tergiversar una cita o un tema tratado…". Pero la realidad es que no existe tal "sospecha". Lo que existe es, más bien, la fundamentada convicción de que él y sus seguidores mutilan la afirmación de Mariátegui sobre el frente unido sindical; silencian su aserción de que "De acuerdo a las condiciones concretas actuales, el Comité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista"; tergiversan algunas afirmaciones mariateguianas en su afán de argumentar su posición sobre el nombre del Partido; adulteran la posición de Mariátegui sobre la gratuidad de la enseñanza; silencian y tergiversan algunas afirmaciones de Marx, Engels y Lenin sobre el nombre del Partido; mantienen una posición conciliadora en relación al oportunismo en general y encubridora con respecto a la restauración del capitalismo; niegan la condición marxista-leninista, comunista, de Mariátegui; y, como si esto fuera poco, falsean la partida de nacimiento del proceso histórico de la Creación Heroica de Mariátegui. Y, todo esto demuestra que en la tendencia que critico existe el "motivo oscuro" de pasar como ideas de Mariátegui algunas de García, y precisamente este contrabando pretende ser pasado como parte del "Camino de Mariátegui". Esto demuestra el análisis concreto de la realidad concreta.

En la lucha por el Frente Unido del Pueblo Peruano, no es posible "dejar de lado las divergencias". En realidad lo correcto es aplicar la máxima de que "ANTES DE UNIRNOS, Y PARA UNINIRNOS, HAY QUE DESLINDAR LOS CAMPOS DE UN MODO RESUELTO Y DEFINIDO". "Antes de unirnos y para unirnos" expresa el deseo subjetivo de unirnos en la lucha común contra el enemigo común. "Deslindar los campos de un modo resuelto y definido" expresa la necesidad de marcar las diferencias entre la posición proletaria y las otras posiciones en la lucha común contra el enemigo común. Sólo así puede establecerse el principio táctico y el principio estratégico del Frente Unido. Sólo así el Frente puede cimentarse en una sólida base. Sólo así puede avanzar en medio de contradicciones y a través de contradicciones, es decir, en medio de divergencias y a través de divergencias. Esto demuestra el análisis concreto de la realidad concreta.

El proceso de unidad del pueblo peruano es el proceso de materialización organizativa del Camino de Mariátegui. En consecuencia, el Pensamiento de Mariátegui aparece como su piedra basal y su piedra angular. Partir de Mariátegui tiene, entonces, un doble significado: el reconocimiento de que el Pensamiento de Mariátegui es el punto de partida del Camino de la Revolución Peruana, y, al mismo tiempo, el reconocimiento de que este pensamiento está vigente y, por lo tanto, que sólo en torno a su aplicación y desarrollo puede avanzarse la lucha por la toma del poder. Esto demuestra el análisis concreto de la realidad concreta.

Por otro lado, el proceso de unidad organizativa del movimiento comunista nacional no puede llevarse exitosamente si no es sobre la base de la VERDAD UNIVERSAL (la teoría de Marx, Engels, Stalin, Mao), de la VERDAD PARTICULAR (el Camino de Mariátegui) y de la LÍNEA POLÍTICA DE LA REVOLUCIÓN. Ciertamente el primer elemento de esta Base de Unidad está en discusión en lo que a su formulación se refiere (aunque con evidente incidencia en su contenido), así como también está en discusión qué debe entenderse por Camino de Mariátegui (pues algunos pretenden pasar como "desarrollo" ciertas ideas extrañas al Pensamiento de Mariátegui) y cuál debe ser el contenido concreto de la línea política. Esto es lo que revela el análisis concreto de la realidad concreta.

El balance de la actividad del movimiento en el último año debe tener en cuenta tanto lo positivo como lo negativo, poniendo de relieve lo positivo: el desarrollo de la unidad que tiene por base algunos puntos del pensamiento de Mariátegui. Pero a fin de no redundar, nada más señalaré que es positivo también el hecho de que en el debate de ideas hayan quedado netamente distinguidas las distintas tendencias que concurren en el movimiento, lo que permite saber a ciencia cierta quién es quién. Esto demuestra el análisis concreto de la realidad concreta.

¿Qué nos une, pues, y qué nos separa? Es casi un lugar común decir que lo que nos une es la lucha común contra el enemigo común, y, sin embargo, esto es una verdad básica, fundamental en el camino por dotar de una expresión organizativa al Camino de Mariátegui. Lo que nos separa, en cambio, son cuestiones que, obviamente, bifurcan los caminos en la lucha por la organización política del proletariado. Esto es lo que demuestra el análisis concreto de la realidad concreta.

Y, este mismo análisis concreto de la realidad concreta, demuestra que, de ninguna manera, "los mejores" pueden ser los que tergiversan a Mariátegui, para mencionar únicamente este punto central.


Eduardo Ibarra
22.03.08.



Notas Sobre la Creación Heroica de Mariátegui, por Eduardo Ibarra

Notas Sobre la Creación Heroica de Mariátegui


I
En su famoso editorial Aniversario y balance, José Carlos Mariátegui escribió estas palabras de permanente vigencia: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, el socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una nueva generación” (t.13, p.249).

Esta afirmación mariateguiana data de setiembre de 1928 y, a más de su valor general, tiene un valor particular para el Perú. Pero ya en 1923 (sin haberse determinado el mes, pero en todo caso antes de setiembre de dicho año), Mariátegui, en un debate con César Falcón, se refirió a las “características peculiares del medio peruano”, exactamente con estas palabras u otras distintas (Anuario Mariateguiano, Nº1, p.3), al objeto, sin lugar a duda, de reivindicar la necesidad de tenerlas como blanco del método marxista. Y en julio de 1925 llamó a aplicar “un método científico al examen de los problemas peruanos” (t.11, p.55), método científico que, por supuesto, hacía referencia al marxismo: “Hace año y medio que propuse la organización de una especie de seminario de estudios económicos y sociológicos que se proponga, en primer término, la aplicación del método marxista al conocimiento y definición de los problemas del Perú” (La organización del proletariado, p.150).

Así, pues, desde muy temprano, Mariátegui tuvo clara la necesidad de aplicar creadoramente el marxismo a las condiciones concretas del Perú.

En su Informe sobre la actividad política de José Carlos Mariátegui, el maestro dejó señalado que su trato “con los tópicos nacionales no es, como algunos creen, posterior a su regreso a Europa. Es evidente que en Europa se ocupó particularmente en estudios de política, economía, sociología, filosofía, etc. De su viaje data su asimilación al marxismo. Pero no hay que olvidar que a los 14 ó 15 años empezó a trabajar en el periodismo y que, por consiguiente, a partir de esa edad tuvo contacto con los acontecimientos y cosas del Perú, aunque carecía, para enjuiciarlos, de puntos de vista sistemáticos” (ibidem, p.12).

Pero ya en su carta del 10 de enero de 1927 a su amigo Samuel Glusberg, había precisado: “A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista” (ibidem, p.10).

Es claro, por tanto, que Mariátegui inició su trabajo de investigación de la realidad peruana conforme al método marxista en el año 1923. Pero, entonces, ¿cuál es la primera expresión de ese trabajo?

A nuestro modo de ver, es la conferencia La crisis mundial y el proletariado peruano, sustentada el 15 de junio de 1923 en la Universidad Popular González Prada. Entre otras cosas, en esta conferencia planteó las siguientes cuestiones: 1) el proletariado necesita, ahora como nunca, saber lo que pasa en el mundo; 2) por lo tanto es necesario difundir en el proletariado el conocimiento de la crisis mundial, presentar al pueblo la realidad contemporánea, explicar al pueblo que está viviendo una de las horas más trascendentales y grandes de la historia, contagiar al pueblo de la fecunda inquietud que agita actualmente a los demás pueblos civilizados del mundo; 3) en este propósito es necesaria una prensa docente que siga con atención, con inteligencia y con filiación ideológica el desarrollo de esta gran crisis; 4) en este mismo propósito hacen falta maestros universitarios, del tipo de José Ingenieros, capaces de apasionarse por las ideas de renovación que actualmente transforman el mundo; 5) hacen falta asimismo grupos socialistas y sindicalistas, dueños de instrumentos propios de cultura popular, y en aptitud, por tanto, de interesar al pueblo por el estudio de la crisis; 6) el internacionalismo no es sólo un ideal; es una realidad histórica. El progreso hace que los intereses, las ideas, las costumbres, los regímenes de los pueblos se unifiquen y se confundan. El Perú, como los demás pueblos americanos, no está, por tanto, fuera de la crisis; está dentro de ella. La crisis mundial ha repercutido ya en estos pueblos. Y, por supuesto, seguirá repercutiendo; 7) aquí se conoce un poco la literatura clásica del socialismo y del sindicalismo; no se conoce la nueva literatura revolucionaria. La cultura revolucionaria es aquí una cultura clásica, además de ser… una cultura muy incipiente, muy inorgánica, muy desordenada, muy incompleta… toda esa literatura socialista y sindicalista está en revisión. Y esta revisión no es una revisión impuesta por el capricho de los teóricos, sino por la fuerza de los hechos. Esa literatura, por consiguiente, no puede ser usada hoy sin beneficio de inventario; 8) el campo proletario no está ya dividido en socialistas y sindicalistas; sino en reformistas y revolucionarios… Una parte del socialismo se ha afirmado en su orientación social-democrática, colaboracionista; la otra parte ha seguido una orientación anti-colaboracionista, revolucionaria. Y esta parte del socialismo es la que, para diferenciarse netamente de la primera, ha adoptado el nombre de comunismo; 9) aquí, como en Europa, los proletarios tienen, pues, que dividirse no en sindicalistas y socialistas -clasificación anacrónica- sino en colaboracionistas y anticolaboracionistas, en reformistas y maximalistas; 10) yo participo de la opinión de los que creen que la humanidad vive un período revolucionario. Y estoy convencido del próximo ocaso de todas las tesis social-democráticas, de todas las tesis reformistas, de todas las tesis evolucionistas.

Vista desde el ángulo del que lo hacemos, la conferencia de Mariátegui que comentamos es, pues, un diagnóstico de las características peculiares del medio peruano en lo tocante a la situación ideológica y política de las clases trabajadoras en la primera mitad de la década de 1920 y, al mismo tiempo, un verdadero programa de acción, cuya realización el maestro no concebía como una labor individual sino como la obra de un movimiento. En consecuencia, puede decirse que ese diagnóstico y ese programa son ya la aplicación del método marxista a la investigación de la realidad peruana.

Esta labor de investigación cobró posteriormente sus jalones más visibles en los artículos Lo nacional y lo exótico, noviembre de 1924, Hacia el estudio de los problemas peruanos y Un programa de estudios económicos y sociales, del 10 y 17 de julio de 1925 respectivamente, El problema primario del Perú, diciembre 1924, El hecho económico en la historia peruana, agosto 1925, El rostro y el alma del Tawantisuyu, setiembre 1925, El progreso nacional y el capital humano (apartado I), octubre 1925, Nacionalismo y vanguardismo, 27 de noviembre y 4 de diciembre de 1925, Economía nacional, enero 1926, Principios de política agraria nacional, julio 1927, y La tradición nacional, diciembre 1927, algunos de los cuales, como es de conocimiento general, fueron en parte incorporados a 7 Ensayos, la obra magna de Mariátegui.

Ciertamente entre la labor de difusión en el pueblo peruano del conocimiento marxista de la situación mundial y la investigación de la realidad nacional conforme al método de Marx, existe una evidente relación orgánica, explicada por el propio Mariátegui: “Tenemos el deber de no ignorar la realidad nacional; pero tenemos también el derecho de no ignorar la realidad mundial. El Perú es un fragmento de un mundo que sigue una trayectoria solidaria” “Los viejos pueblos orientales a pesar de las raíces milenarias de sus instituciones, no se clausuran, no se aíslan. No se sienten independientes de la historia europea” “Así se comportan antiguas naciones poseedoras de formas políticas, sociales y religiosas propias y fisonómicas. ¿Cómo podrá, por consiguiente el Perú, que no ha cumplido aún su proceso de formación nacional, aislarse de las ideas y las emociones europeas? Un pueblo con voluntad de renovación y de crecimiento no puede clausurarse. Las relaciones internacionales de la inteligencia tienen que ser, por fuerza, librecambistas. Ninguna idea que fructifica, ninguna idea que se aclimata, es una idea exótica. La propagación de una idea no es culpa de sus asertores; es culpa o es mérito de la historia. No es romántico pretender adaptar el Perú a una realidad nueva. Más romántico es querer negar esa realidad acusándola de concomitancias con la realidad extranjera” (t.11, pp.27 y 28).

En la obra de Mariátegui, la literatura sobre tópicos internacionales escrita antes del 15 de junio de 1923, es, por consiguiente, inseparable de su teoría de la realidad nacional, pues ambos planos de su creación teórica tienen la misma finalidad de dotar al proletariado y al entero pueblo peruano de la necesaria conciencia de clase, premisa de su emancipación política y económica.

En consecuencia, en un marco más general, la Creación Heroica de Mariátegui comienza con el primer artículo que expresa su conciencia marxista. Pero, entonces, ¿cuál es ese artículo? Evidentemente, el tratamiento de esta cuestión no es tarea de fácil esclarecimiento

Por cuanto Mariátegui señaló que de su viaje a Europa data su asimilación al marxismo, es lógico suponer que los artículos reunidos en el tomo 15 de sus Obras Completas, bajo el título Cartas de Italia, pueden dar respuesta al interrogante. Mariátegui mismo afirmó: “Mis artículos de esa época señalan las estaciones de mi orientación socialista”. Es decir su Creación Heroica comienza con el primer artículo que expresa su toma de posición marxista. ¿Cuál, pues, de los 53 artículos que componen el mencionado tomo desde su décima primera edición, 1991, expresa la adhesión de Mariátegui al marxismo? ¿Cuál de esos artículos es el inicio de su labor de difusión en nuestro pueblo del conocimiento marxista de la situación mundial, labor que continuó con otros artículos que forman el mismo tomo 15 y, naturalmente, con aquellos otros que forman La escena contemporánea y los tomos 3 (específicamente La emoción de nuestro tiempo), 8, 12, 16, 17 y 18 de sus Obras, para mencionar únicamente los textos básicos sobre el tema?

II

Así como el paso de Marx y Engels del idealismo y la democracia revolucionaria al materialismo dialéctico y al comunismo científico fue un proceso que duró aproximadamente diez años (desde finales de la década de 1830 hasta finales de la década siguiente), y que concluye con los libros Miseria de la Filosofía y el Manifiesto del Partido Comunista que, según señaló Lenin, representan el marxismo maduro (es decir el marxismo con sus partes fundidas en una concepción integral del mundo), el paso de Mariátegui del socialismo a lo Araquistain (“criticismo socializante”) al socialismo a lo Marx (“método fundamentalmente dialéctico”) fue también un proceso y, como bien se sabe, este proceso cubrió aproximadamente tres años: de 1918 a 1920.

Mariátegui experimentó el desarrollo de la lucha de clases en Italia y, en general, en la Europa posterior a la guerra de 1914-1918 y, al mismo tiempo, siguió con especial atención el proceso del socialismo italiano y, en general, del socialismo europeo en ese mismo período. Precisamente la asimilación de estos dos hechos determinó su paso definitivo al marxismo, posiblemente en algún momento de la segunda mitad de 1920. Es claro que es misión imposible datar el hecho con exactitud matemática, pero en enero de 1921 se ve a Mariátegui en el Congreso de Livorno del Partido Socialista Italiano y adhiriendo a la minoría que constituirá el Partido Comunista. Lo que importa, sin embargo, en las presentes notas, es identificar el escrito que expresa la adhesión de Mariátegui al marxismo.

A nuestro modo de ver, el artículo El cisma del socialismo, escrito en marzo 1921 y publicado en El Tiempo el 12 de junio del mismo año, expresa la asunción del marxismo por Mariátegui. Y no por el tema del artículo, sino por el punto de vista adoptado para su tratamiento, aunque no sea menos cierto que el tema facilitó la expresión del punto de vista marxista.

En el artículo Las fuerzas socialistas italianas, escrito en abril de 1920, Mariátegui, refiriéndose a las dos facciones de esas fuerzas, la minimalista y la maximalista (para decirlo en términos que durante un tiempo utilizó Mariátegui para distinguir reformismo de revolucionarismo), escribió estos conceptos: “una parte del Partido Socialista no cree en la posibilidad de la revolución inmediata. Más aún. No cree en la capacidad del proletariado actual para asumir el poder. Y juzga que hay que ocuparse de crearle esta capacidad. Y que hay que utilizar la fuerza parlamentaria del socialismo. Los ciento cincuenta y seis votos socialistas pueden servir para muchas reformas urgentes. Para todas aquellas reformas a las cuales no negarían su voto otros grupos de la izquierda parlamentaria. En tanto, otra parte del Partido Socialista, la parte extremista, cree en la posibilidad de la revolución. Juzga necesario que la acción del Partido se reduzca a organizarla, a precipitarla. Estima que el Partido debe reservar su labor constructiva para cuando el poder esté íntegramente en manos del proletariado. Que no proceder así es retardar la revolución y colaborar con la burguesía” (t.15, p.73). Es importante poner atención en este razonamiento de Mariátegui, pues la distinción que hace de las tendencias en el socialismo italiano en función de la posición de cada una de ellas ante el poder político de la burguesía, le permite diferenciar el reformismo del revolucionarismo. Esta concepción es genéricamente clasista, pero no está todavía marxistamente definida en el momento en que se escribe el artículo donde aparece. Por eso en el artículo La Sociedad de las Naciones, escrito en mayo del mismo año, es decir aproximadamente un mes después del citado anteriormente, escribió que “El proletariado socialista lucha por una ‘internacional’ de clase, por una internacional netamente proletaria. Llámese segunda o tercera internacional, llámese de Ginebra o de Moscú, la internacional obrera es fundamentalmente una sola” (ibidem, p.80). En cambio en el artículo El cisma del socialismo, Mariátegui ha tomado ya una posición netamente marxista: “no existe sino un partido efectivamente maximalista: el partido de Bombacci, de Bordiga, de Graziadei. El partido que se ha separado del socialismo oficial en el Congreso de Livorno a causa de que la mayoría del socialismo oficial quería suscribir el programa de Moscú con varias reservas escritas y demasiadas reservas mentales”. “La fracción derechista diferenciándose de las demás fracciones derechistas europeas, no estaba con la Segunda Internacional. Verbalmente, lo mismo que la fracción centrista, estaba con la Internacional de Moscú. Pero realmente la adhesión de ambas al maximalismo, no era sino retórica, tal vez, más que de que resintiesen con la Tercera Internacional, de que no se sentían con la Segunda”. “La división ha sido, por esto, inevitable y necesaria”. “El Partido Comunista, entre tanto, ha recogido el programa maximalista adoptado por la mayoría socialista hace dos años en el Congreso de Boloña y abandonado ayer en el Congreso de Livorno. Obediente a ese programa, el Partido Comunista trabaja exclusivamente por la revolución y para la revolución. Esta preparación para la revolución no es como se comprende, una preparación material. Es una preparación principalmente espiritual” (ibidem, pp.127, 128 y 129). El artículo El cisma del socialismo expresa, pues, el paso de Mariátegui del socialismo evolucionista al socialismo revolucionario, del socialismo no marxista al socialismo marxista; en otras palabras, expresa su toma de posición marxista, el inicio de su teorización marxista, el punto de partida de su Creación Heroica.

III

Evidentemente, 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana es la obra magna de Mariátegui, aunque en puridad de verdad lo es a la par con el libro “perdido” Ideología y Política, que es “la exposición de sus puntos de vista sobre la Revolución Socialista en el Perú y la crítica del desenvolvimiento político y social del país y, bajo este aspecto, la continuación de la obra cuyos primeros jalones son los ‘7 Ensayos’” (y del cual tenemos, en cierto grado, un sucedáneo en el tomo 13 de sus Obras Completas), pues ambos forman el binomio básico-fundamental para la interpretación-transformación de la realidad peruana. Pero el primer escrito más tarde incorporado a 7 Ensayos, titulado Abraham Valdelomar y el movimiento colónida, fue publicado en Mundial el 9 de diciembre de 1924, es decir casi cuatro años antes de aparecer la obra magna de Mariátegui. Y, como ha quedado sentado, el primer escrito manifiestamente marxista de Mariátegui es el artículo El cisma del socialismo, escrito en marzo de 1921.

Por otro lado, el pensamiento de Mariátegui se materializó organizativamente no solo en el Partido Socialista, sino también en la Confederación General de Trabajadores y en la Federación de Yanaconas.

Estas sencillas constataciones (una relativa al pensamiento mariateguiano y otra a la materialización organizativa de este pensamiento) demuestran fehacientemente que la Creación Heroica de Mariátegui no se limita ni puede ser limitada a los 7 Ensayos y a la fundación del Partido Socialista, aunque tanto aquella creación teórica como esta realización organizativa sean sin discusión alguna parte fundamental de la misma.

Como es de conocimiento general, el Partido Socialista del Perú fue fundado el 7 de octubre de 1928 y la primera edición de 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana vio la luz en noviembre del mismo año. Esto quiere decir que en octubre y en noviembre del presente se cumple el 80 aniversario de uno y otro acontecimiento. Y, son estos dos acontecimientos los que concretamente vamos a celebrar.

Pero el Comité que ha asumido la tarea de estas celebraciones se ha autodenominado “Comité de Celebración del 80 Aniversario de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui”, pues ha fechado el inicio de esta Creación en octubre-noviembre de 1928. Por eso ha declarado el presente año como el “Año del 80 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui”.

Esto, evidentemente, es un error de bulto, pues no es el caso que el mencionado Comité se sirve de la fundación del Partido Socialista del Perú y de la primera edición de los 7 Ensayos para celebrar la Creación Heroica de Mariátegui, sino que, al fechar el inicio de esta Creación en octubre-noviembre de 1928, deja por fuera de la misma toda la obra mariateguiana anterior a estos meses de dicho año, reduciendo así la Creación Heroica de Mariátegui a lo realizado por el maestro en el período que va del mes de octubre de 1928 al mes de abril de 1930.

Por Creación Heroica de Mariátegui hay que entender toda la Producción Marxista de Mariátegui que, obviamente, tiene como Contenido Medular la aplicación del método marxista a la definición de la realidad peruana. Por tanto, es un hecho que esa Creación tiene su partida de nacimiento en marzo 1921, con la escritura del artículo El cisma del socialismo.

Con la escritura de este artículo, pues, y no con su publicación el 12 de junio en El Tiempo, exactamente como puede reconocerse que el marxismo surgió entre noviembre de 1845 y abril de 1846 con la escritura de La ideología alemana, libro que se mantuviera inédito hasta 1932, pero en cuyas páginas Marx y Engels sentaron los cimientos de la concepción comunista del mundo.

El aniversario del Partido se celebra el día de su fundación y el aniversario de 7 Ensayos el mes de su primera edición. Esto es completamente justo y, por tanto, es justo también celebrar el aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui en la fecha de su inicio. El Comité celebrador de un aniversario más de la Creación Heroica de Mariátegui parte de este mismo criterio, solo que equivoca la fecha del inicio: cree que es octubre-noviembre de 1928. La verdad, sin embargo, es que la partida de nacimiento de la Creación Heroica de Mariátegui data de marzo de 1921, y, en consecuencia, este año cumple su 87 Aniversario.

En un momento en que la necesaria “atmósfera de ideas” ha pretendido ser reemplazada por una innecesaria “atmósfera de imprecaciones”, ¿servirán de algo las presentes puntualizaciones?


Eduardo Ibarra

19.01.08.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog