domingo, 10 de octubre de 2010

JULIO CARMONA : Varios: de y sobre Mario Vargas Llosa: "Victoria pírrica"

Enviar a Twitter Enviar a Facebook
Cuatro artículos que plantean la siguiente cuestión: el premio no se cuestiona. Lo que se cuestiona es que se pretenda pasar el contrabando de que Mario Vargas es el prototipo de escritor y político de Nuestraamérica



Mario Vargas Llosa escribió un artículo con el título “Victoria pírrica”, que fuera publicado el Domingo 28 de Junio del 2009, en el diario El Comercio; en él hace escarnio de los pueblos amazónicos, y rompe lanzas a favor del latifundio y de las transnacionales mineras, con el cuento de que ellos los sacarán de la pobreza (si fuera así, los doscientos años de explotación de las riquezas por las mismas transnacionales -con diferentes nombres y épocas- nos habrían llevado al desarrollo); dicho artículo lo enviamos ahora, acompañado de un análisis crítico, y de otros dos que no se oponen al premio que le han concedido, sino a las razones del mismo. (Juan Víctor Alfaro).



Mario Vargas Llosa: Victoria pírrica

La semana pasada el Congreso peruano derogó los decretos legislativos que habían provocado una revuelta indígena de grandes proporciones en la Amazonía: bloqueo de carreteras, toma de empresas, paralizaciones y acciones armadas en las que perecieron 24 policías (degollados, alanceados y quemados) y diez civiles (abaleados) y unas 150 personas resultaron heridas, según cifras verificadas por la Defensoría del Pueblo. La víspera, desde Palacio de Gobierno, el presidente de la República, Alan García Pérez, promotor de aquellos decretos, había hecho su autocrítica, lamentando no haberlos consultado previamente con las comunidades indígenas y explicando que este repliegue del Gobierno se hacía en aras de la paz y para poner fin al derramamiento de sangre.

De este modo, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), a la que están afiliadas unas 1.300 comunidades nativas y su dirigente Alberto Pizango (ahora asilado en Nicaragua), que lideraron el movimiento rebelde, obtienen un triunfo indiscutible. Aunque, para guardar las formas, la abolición de los decretos ha venido acompañada de una vaga propuesta de instalar una mesa de negociaciones para, en adelante, armonizar ideas entre autoridades y nativos, todos sabemos que ni este ni probablemente futuros gobiernos osarán en el Perú volver a intentar meter la mano en la Amazonía para alentar la inversión privada y el desarrollo económico de esta región, la más pobre y despoblada del Perú, que representa unos dos tercios de la geografía nacional. Una cosa está, pues, totalmente garantizada: los 332 mil nativos amazónicos, que, según el censo del 2007, distribuidos en unos quince grupos etnolinguísticos, hablan cerca de 70 dialectos, seguirán siendo en los años venideros los ciudadanos más desamparados y explotados del Perú, los que reciben la peor educación, tienen menos oportunidades de trabajo y las peores expectativas de salud y de vida de todo el país. Si esto no es una victoria pírrica, ¿qué es?

A pesar de su lenguaje algo difuso, los satanizados decretos estaban en el fondo bastante bien orientados. Perseguían una necesidad imperiosa: atraer inversión privada y tecnología de punta hacia una región que tiene grandes reservas de gas, petróleo y muchos minerales y podría ser una fuente de prosperidad y modernización para ese país pobre que es el Perú, empezando, claro está, por quienes más ayuda necesitan: las comunidades nativas de la Amazonía. Es falso de toda falsedad, para cualquiera que eche una simple ojeada a los decretos en cuestión, que en ellos se pretendiera desconocer el derecho de propiedad de los nativos a sus tierras ancestrales. Al revés: su propósito, explícito e implícito, era demarcar estas circunscripciones a fin de que su legalización fuera efectiva y no, como hasta ahora, una mera abstracción contradicha a diario por las invasiones múltiples de que esas tierras son víctimas por parte de los narcotraficantes, la deforestación salvaje que va convirtiendo sus selvas en desierto, la minería ilegal y la enloquecida contaminación de ríos y lagos que está aniquilando la fauna y la flora amazónicas.

Es verdad que el Gobierno, antes de enviar al Parlamento estos decretos, debió llevar a cabo una campaña intensa de información y diálogos con las comunidades nativas. No es seguro que hubiera sido más eficaz que los demagogos y extremistas que, desde hace tiempo, con el apoyo desembozado de Evo Morales y Hugo Chávez, vienen intoxicando a toda la región amazónica con una prédica revolucionaria cuyos soportes básicos son el anticapitalismo, el nacionalismo y el racismo. Es decir, el rechazo de la empresa privada y de la inversión extranjera —salvo, claro está, si ella es venezolana, cubana o iraní— a la vez que el reconocimiento de “naciones indígenas” que tendrían el derecho exclusivo a las tierras amazónicas. Pero, intentando aquel diálogo, al menos se habrían evitado los muertos y heridos, y los grandes daños materiales que esto ha causado al Perú. Y el Gobierno se hubiera ahorrado una derrota política que los enemigos de la democracia —una minoría de resentidos y nostálgicos de Stalin, Mao Tse Tung y Sendero Luminoso— van a interpretar ahora como un incentivo para nuevas acciones violentas que acaben con el dinámico ritmo de crecimiento que tiene el país, lo arruinen y de este modo lo acerquen más a la órbita chavista de la revolución bolivariana y al “modelo” cubano.

Conozco bien la Amazonía peruana, donde he estado muchas veces y donde suceden tres de mis novelas, y he visto de cerca las terribles condiciones de vida de sus comunidades nativas. Desde el siglo XIX, cuando el apogeo del caucho, los indígenas de la selva han sido maltratados de manera inicua, expulsados de sus tierras por mercaderes esclavistas, diezmados en las caucherías, y, más tarde, brutalizados por aventureros sin escrúpulos que buscaban oro y otros metales, por los narcos, por los guerrilleros y por las fuerzas del orden, y siempre olvidados por los gobiernos de la República, ninguno de los cuales se preocupó jamás de la suerte de esta minoría que representaba muy poco desde el punto de vista electoral. Por eso, entre todas las regiones del Perú, ninguna como la Amazonía requiere con más urgencia que la anarquía y la “ley de la selva” que allí imperan sean reemplazadas por un orden legal justo y estable que garantice a las comunidades nativas sus derechos y les abra las oportunidades de mejora y progreso que solo el desarrollo económico —es decir la multiplicación de empresas privadas e inversiones nacionales y extranjeras— y la legalidad democrática pueden conseguir. En las regiones del Perú donde ello ha ocurrido, como en Lima y en toda la región del litoral y en muchos lugares de la sierra norteña, el progreso en estos últimos años ha sido espectacular, ha reducido los niveles de pobreza, generado altísimas tasas de empleo y, gracias al canon minero, dotado a las provincias de unas rentas que jamás tuvieron en el pasado. A esto acaban de renunciar de manera suicida las comunidades amazónicas que siguieron las consignas retrógradas de Alberto Pizango.

No solo él debe estar frotándose las manos ahora, en su exilio nicaragüense. También Fidel Castro y el gran triunfador de esta operación que es, por supuesto, el comandante Hugo Chávez. El Perú es una de las dos espinas que tiene clavadas en la garganta el caudillo venezolano. La otra, Colombia. Para sus sueños megalómanos de convertirse en el nuevo Bolívar, en América del Sur tiene ya secuestrada a Bolivia, semisecuestrado a Ecuador, neutralizada a Argentina que, de todas maneras, en la olla podrida en que han convertido a ese antiguo gran país los esposos Kirchner, podría seguir descomponiéndose hasta caer atada de pies y manos en sus brazos. Brasil es demasiado grande y lejano para poder tragárselo, pero el astuto Lula, que tiene su propio proyecto —a años luz del de Chávez— nunca le hará sombra, ni se le enfrentará, mientras pueda sacar provecho de los petrodólares venezolanos que el hombre fuerte de Caracas derrocha a discreción. Chile ya despegó, ya casi no es un país del tercer mundo, de manera que a lo más que podría aspirar Chávez es a ayudar a desestabilizarlo. El Perú y Colombia, en cambio, son dos objetivos que todavía podrían caer en sus redes. Por eso, el caudillo venezolano ayuda a las FARC colombianas y a las bandas ultrarrevolucionarias (mezcla de narcos y terroristas) que operan en la región peruana del Apurímac y del Ene, y patrocina generosamente a las fuerzas políticas de extrema izquierda que en ambos países tratan por todos los medios, legales o ilegales, de atascar el modelo —democracia política y economía de mercado— que, en los últimos años, a Colombia, y sobre todo al Perú, ha traído un progreso sin precedentes.

Este es el contexto en el que hay que hay que situar lo ocurrido en la Amazonía peruana para entenderlo cabalmente. La responsabilidad de quienes, de manera tan insensata como demagógica, han utilizado a las comunidades indígenas movilizándolas en una guerra abierta contra unas medidas de las que hubieran sido las primeras beneficiarias, inculcándoles las estúpidas mentiras según las cuales aquellos decretos formaban parte del tratado de libre comercio firmado entre el Perú y Estados Unidos y querían privarlos de sus tierras (que nunca han tenido de verdad) es enorme. Por lo menos ha quedado demostrado, una vez más, que no hay límite moral ni político que los enemigos de la libertad no estén dispuestos a transgredir. Y, también, que las reformas que emprenda un gobierno democrático, por más beneficiosas que sean, deben alcanzar un consenso popular antes de ser emprendidas, para que, como ha ocurrido en este caso, no resulten contraproducentes y terminen agravando los problemas que querían resolver.

(Este artículo del diario español El País va, aquí, acompañado de un análisis de Alan Luna del blog RADIO ALFIL, ver vínculo siguiente).

Http://radioalfil.blogspot.com/2009/07/bagua-y-mario-vargas-llosa.html ("Victoria Pírrica")

Hace unos días, y debemos reconocer que no lo leímos entonces -quizá por previsible-, el reconocido escritor peruano, Mario Vargas Llosa, se pronunció al fin sobre Bagua, en un artículo titulado "Victoria Pírrica".

* Nuestro pequeño y amateur análisis de algunas partes del discurso, como ya dijimos, previsible e inclinado ¿hacia qué lado creen?:

-“Es falso de toda falsedad, para cualquiera que eche una simple ojeada a los decretos en cuestión, que en ellos se pretendiera desconocer el derecho de propiedad de los nativos a sus tierras ancestrales. Al revés: su propósito, explícito e implícito, era demarcar estas circunscripciones a fin de que su legalización fuera efectiva y no, como hasta ahora, una mera abstracción contradicha a diario por las invasiones múltiples de que esas tierras son víctimas por parte de los narcotraficantes, la deforestación salvaje que va convirtiendo sus selvas en desierto, la minería ilegal y la enloquecida contaminación de ríos y lagos que está aniquilando la fauna y la flora amazónicas.”

Mario Vargas Llosa tiene gigantescos y muy graves silencios

Pero si esto fuera cierto, ¿por qué el Gobierno dio marcha atrás presionado por la opinión pública y mundial? ¿Por qué reconoció el Gobierno que había cometido errores, y no solo los de la operación de la Curva del Diablo? ¿Por qué la derogación de los decretos se respiró como la actitud más sana y natural de una verdadera democracia?

-“Y el Gobierno se hubiera ahorrado una derrota política que los enemigos de la democracia —una minoría de resentidos y nostálgicos de Stalin, Mao Tse Tung y Sendero Luminoso— van a interpretar ahora como un incentivo para nuevas acciones violentas que acaben con el dinámico ritmo de crecimiento que tiene el país, lo arruinen y de este modo lo acerquen más a la órbita chavista de la revolución bolivariana y al “modelo” cubano.”

Debemos deducir de este párrafo que en el Perú no hay descontento. Que todo aquel que cuestione un sistema que lo excluya termina siendo un complotista. Y que es cierto y tangible el “dinámico ritmo de crecimiento”; pero, ¿no era que la selva era seducida por las huestes chavistas aprovechando la miseria y el abandono del Estado peruano?

-“…en muchos lugares de la sierra norteña, el progreso en estos últimos años ha sido espectacular, ha reducido los niveles de pobreza, generado altísimas tasas de empleo y, gracias al canon minero, dotado a las provincias de unas rentas que jamás tuvieron en el pasado. A esto acaban de renunciar de manera suicida las comunidades amazónicas que siguieron las consignas retrógradas de Alberto Pizango.”

Eso del “progreso espectacular” y “las altísimas tasas de empleo” es la connotación obvia de un liberal que vive en el extranjero y se degusta el Perú a través de la CNN. Si el progreso y el empleo son tan espectaculares, por qué los conflictos sociales han aumentado en forma tan alarmante en los últimos años? Y ni qué hablar de la crisis internacional de un modelo en la cuerda floja.

Sobre si las comunidades amazónicas renunciaron en forma suicida al progreso, habría que preguntarse qué pasó con Pluspetrol y los Achuar y esos ríos multicolores que mecían peces muertos.

-“La responsabilidad de quienes, de manera tan insensata como demagógica, han utilizado a las comunidades indígenas movilizándolas en una guerra abierta contra unas medidas de las que hubieran sido las primeras beneficiarias, inculcándoles las estúpidas mentiras según las cuales aquellos decretos formaban parte del tratado de libre comercio firmado entre el Perú y Estados Unidos y querían privarlos de sus tierras (que nunca han tenido de verdad) es enorme.”

Es la misma monserga de siempre. Todos son carneros jalados a una sola mano al matadero. Nadie piensa por sí mismo, nadie se indigna, nadie deduce, nadie cuestiona, nadie actúa con libre albedrío. ¿Pensará –en el fondo, y al igual que García- que los nativos de Bagua son ciudadanos de segunda categoría

Carlos Villacorta Valles: Cartografía de las estructuras del poder en Mario Vargas Llosa

http://caobac.blogspot.comCarlos Villacorta Valleshttp://generacioncaoba.blogspot.com/2010/10/c1artografia-de-las-estructuras-de-poder.html

La Academia Sueca dijo que el escritor peruano Mario Vargas Llosa ganó el Premio Nobel de Literatura 2010 por su "cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo". Una distinción entonces de mayor peso político. La cartografía de las estructuras del poder se refiere a que Vargas Llosa ubica bien los mecanismos de control social, la teoría del poder o lo que él gusta decir “estoy contra todo tipo de dictaduras”. Sus novelas como “La fiesta del Chivo” por ejemplo hablan de ello.

Sin ser aguafiestas, la tal cartografía vargallosiana se circunscribe al poder dictatorial o “totalitario” que recorre los pasillo del Estado, no encuentro en ninguna de sus obras el poder y la dictadura que ejerce el imperio del capital sobre el ser humano, no encuentro en ninguna de sus obras que recuse el imperio, la dictadura y poder económico y del mercado, del liberalismo y pensamiento único, porque él forma parte de ese poder. Su cartografía del poder está sesgada por su clara y militante actitud dictatorial liberal y la sombra lejana de su colectivismo primigenio.

Hablan de rebelión y derrota del individuo, cuando el liberalismo es sobre todo individualista, individuo “puro” que impulsa una verdad mentirosa “que la felicidad colectiva es un imposible”.A diferencia de Michel Foucault que ve las estructuras del poder en la multiplicidad de opresiones desde los presos políticos, pasando por las minorías sexuales y dementes y, ante todo los marginados económicamente y políticamente. Para Vargas Llosa además sólo son democráticos los liberales surgidos de las urnas electorales. Por ello se resiste y se rebela contra Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, por nombrar a los principales antiliberales “dictadores” según Vargas Llosa. No hay que olvidar que, por las mismas razones de pensamiento, credo o ideología ataca injustamente a José María Arguedas con su “Utopía arcaica”.

A MV lo premian por la "cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo"

La academia Sueca, seguramente nos está enseñando que todo escritor transmite en el fondo un mensaje ideológico y político, nos aproxima o aleja del poder, nos aproxima o aleja de la realidad; por ello es erróneo lo que dicen algunos que Vargas Llosa es mejor como escritor o literato que como político y qué bueno que fracasó como político porque regresó a la literatura para ganar el Nobel. Qué patético pensar que lo político es sólo elecciones y Estado, escondiendo la multiplicidad de facetas que tiene.

Es política por ejemplo cuando Vargas Llosa defendió y justificó la invasión militar a Irak. Es política por ejemplo cuando Vargas Llosa renunció la Presidencia del Museo de la memoria en acto de protesta contra el decreto ley que dejaba en libertad a violadores de los derechos humanos. Cuando dice que Alan García Ahora es demócrata, pero en su primer período no lo fue porque quiso estatizar la Banca. Vargas Llosa entonces es literato y político y, ante todo, político. Independientemente de toda conjetura o disquisición, Vargas Llosa es un gran escritor.

Http://generacioncaoba.blogspot.com/2010/10/cartografia-de-las-estructuras-de-poder.html

José Rouillón: Los silencios de Mario Vargas Llosa. Vargas Llosa, ¿literato y/o político?

Como político, Mario Vargas Llosa tiene gigantescos y muy graves silencios frente a las invasiones, promoción de golpes de estado, bases militares de EEUU en el mundo, fosas, desapariciones, paramilitarismo, bombardeos en Colombia, silencio sobre los presos cubanos por los EEUU, armamento nuclear, sobre el espionaje, radares y control del espacio aéreo de América Latina, sobre la acción de la CIA en el mundo, silencio contra Padilla que puso una bomba en un avión cubano, genocida que circula a sus anchas en Miami.

Por qué el silencio de Vargas Llosa sobre torturas en campos de concentración por las fuerzas militares de EEUU, sobre el sistema democrático-financiado por las grandes corporaciones en las elecciones en los EEUU, sobre el premio Nóbel Obama que sigue mandando ejércitos, venta de armas, y bombas en el mundo entero... etc...

¿Sobre los cargos y rendiciones de cuenta que tiene Alan García y Uribe?

¿Por qué el silencio sobre la economía y el sistema de dominación de mercados y sobre las inversiones de las grandes corporaciones que avasallan las economías de los países del Tercer Mundo?

¿Por qué el silencio contra la actuación cómplice de Costa Rica, Óscar Arias, en el real apoyo al golpe de Estado contra Honduras?

¿Por qué también guardó silencio sobre los fraudes electorales ocurridos en el Perú contra Lourdes Flores en primera vuelta, y el Partido Nacionalista- Ollanta Humala en segunda vuelta, en México contra Manuel López Obrador, etc., etc. y ahora contra el fraude aún no terminado de consumar a Susana Villarán en Lima? ... etc.etc.

¿Por qué solo se pronuncia contra Cuba, Bolivia, Nicaragua, Venezuela, principalmente?

¿Por qué no podemos construir un nuevo sistema de economía solidaria frente al capitalismo neo liberal, inhumano?

La democracia representativa burguesa, formal, tramposa, oligárquica, controlada por los medios de comunicación y el poder económico nacional y transnacional, ¡ ya no da más!

El crecimiento económico no es justamente distribuido a los que verdaderamente lo generan.

Es necesaria absolutamente una Nueva Constitución, nuevos paradigmas liberadores, nuevo modelo económico de desarrollo. No al status quo neoliberal-capitalista.

¿Por qué para Vargas Llosa el sistema neoliberal es su muñeca mágica cuando en el mundo la pirámide es igual, en donde los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres? ¿Por qué guarda silencio sobre la estructura de dominación política, financiera y militar en el mundo? ¿Por qué guarda silencio sobre la dominación del sistema financiero y de poder de los bancos y grandes corporaciones? ¿Por qué? ¿Porqué Mario Vargas Llosa no dice nada contra los "programas sociales" del sistema de dominación que, prestando dinero a los pobres con "facilidades" no cambia esa dominación sino se reproduce y fortalece? ¿Por qué no dice nada sobre el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los Tratados de Libre Comercio que hunden las economías de los países "emergentes" si es un defensor de la democracias, de la libre expresión?

Mario Vargas Llosa ¿tiene libre expresión? y, ¿por qué se calla cuando le conviene siendo -según dicen- un personaje tan importante? ...

¿Qué democracia y libertades defiende el laureado Vargas Llosa? ¿La del mantenimiento de la opresión, discriminación y racismo en el mundo?

¿Por qué guarda Vargas Llosa tantos y tantísimos silencios?

¿Qué otras preguntas faltan? ...

¿ Los premios Nóbel hacen más ricos a los ricos y más pobres a los pobres?

Un verdadero demócrata no se puede identificar con el pensamiento político maniqueo e hipócrita de Mario Vargas Llosa, sin negarle sus cualidades literarias.

No buscamos congraciarnos con nadie, ni recibir aprobaciones ni bendiciones de nadie, ni que nos acepten en sus campos de juego y de sociedad

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog