Además
del fraude, en otras circunstancias y condiciones estas clases sociales
hacen uso de otros mecanismos como los golpes de estado a través de las
Fuerza Armadas, o cuando la gravedad de la situación amerita, esto es
cuando las fuerzas del cambio, sobrepasan ciertos límites, desatan el
fascismo que siempre vive agazapado y en estado de latencia a la espera
de anticiparse a la revolución social.
¿Porqué ha jugado la burguesía en pleno en este proceso electoral en Lima la carta del fraude electoral?
No
es por el programa de Fuerza Social que más bien parece expresión de
una vaga conjunción de cierto liberalismo de izquierda con
socialdemocracia descafeinada.
Sencillamente ocurre que un eventual triunfo de
la candidatura de Susana Villarán pondría
en peligro o peor aún se trae abajo el plan, la hoja de ruta, el
camino, la pauta, el libreto que se ha trazado la gran burguesía
criolla para mantener incólume la variante del capitalismo
(neoliberalismo) que tan pingues ganancias le viene granjeando como
socio menor de las gran corporaciones trasnacionales.
La
defensa de los intereses en el plano político de las clases dominantes
está repartida en varios actores, pero quien tiene el papel dominante,
quien lleva la batuta de tal representación, quien es el operador
político principal desde hace un lustro es el Partido Aprista Peruano.
Como herencia de la feudalidad, en la mentalidad de nuestra sociedad pervive la figura del caudillo y del caudillismo.
Expresión de esta tara es que el Partido Aprista sea manejado a voluntad por uno de estos especímenes.
A partir de la conversión del caudillo - es decir de García Pérez- al Neoliberalismo más ramplón, cuyo punto de
partida fue la publicación de ese mamarracho ideológico titulado "La doctrina del perro del hortelano" el PAP se
ha convertido en la más depurada expresión política de los intereses de
la gran burguesía y de las clases dominantes en general.
Las
peculiaridades de ese partido ( organización, extracción popular de sus
huestes, discurso confusionista, demagógico y populachero, proclividad a
lo corrupto, maleabilidad y facilidad para entrar en las más
inverosímiles componendas, etc etc) hacen de él, en la primera década
del siglo XXI, la organización política Ad hoc, más firme, más compacta,
la que ofrece mayores garantías a la oligarquía criolla ( la CONFIEP,
la Asociación de Bancos, La Sociedad de Minería y Petroleo, la SNI,
CAPECO).
El nucleo político duro, central, fuerte de las clases dominantes, en esta época, es el APRA.
El
PPC en sus dos facciones -bedoyista y montesinista - está en franco
declive. Su destino será el mismo de otras expresiones políticas habidas
en la historia peruana del siglo XX: el leguiismo, el sanchezcerrismo,
el pradismo, el odriismo, el velasquismo y el belaundismo.
Como núcleo político central de la reacción en el Perú, el caudillo del APRA ha diseñado un plan:
Garantizar a la burguesía que durante la próxima década ( 2011 - 2021) tendrá
gobiernos que aseguren la continuidad "del sistema", "las políticas de
mercado" y "el aliento a las inversiones" ( eufemismos para designar al
NEOLIBERALISMO que es la expresión más rancia y depurada del oprobioso
sistema capitalista)
En este plan la figura política de Luis Castañeda tiene reservado un rol protagónico en el primer lustro.
La victoria electoral de Fuerza Social que sería - con todas sus limitaciones- una victoria popular, traería por tierra los
planes que estallarían en el rostro del porcinesco mandatario.
Como
ha resultado por demás notorio -salvo para algunos que viven sueños de
opio producidos por el incesante rumiar en las páginas de los libros
sagrados y que predican el abstencionismo por razones "filosóficas" o de
"principios"- toda la burguesía peruana, toda
la reacción en pleno, como un solo hombre se ha levantado ADO
conociendo perfectamente que está en medio de la lucha de clases y que
tiene que actuar con uñas y dientes en defensa de sus intereses que ven
amenazados por una borrasca:
El eventual triunfo de Susana Villarán y de Fuerza Social que significaría una derrota táctica para
ellos.
Por eso apelan a un mecanismo consustancial a la Democracia Burguesa: el Fraude Electoral.
Fraude
que no ha empezado el día de las elecciones sino que, bajo multiples
formas, se viene desarrollando desde que alzó vuelo la candidatura de
Susana Villarán, personaje que tiene, por su trayectoria de vida,
valiosos méritos por su cercanía con las luchas y causas populares desde
fines de la década del 60 como consta a muchos.
Vistas así las cosas, en nuestra modesta opinión hay dos tareas que acometer:
-
Desenmascarar, difundir, publicitar, denunciar ante los ojos de la
población las miserias, la farsa, la vaciedad, lo tramposo de la
democracia burguesa.
-Defender
unificadamente y como un solo puño el voto popular del fraude que se
viene desarrollando y que culminará, si lo permitimos, con el triunfo de
la candidatura de la reacción.
Aún
la eventualidad que "la derrota" de Fuerza Social ocurra en un oscuro
aquelarre batutaedo por García Pérez , esta sería una victoria pírrica
para la burguesía, pues abriría un amplio espacio al movimiento popular
a partir del inmenso descontento de los sectores populares por el
fraude .....claro a condición que actuemos con sagacidad, logrando la
más amplia unidad en el tema concreto y, por cierto, rompiendo con el
estéril lastre del doctrinarismo. A propósito de esto último: resulta
saludable verificar como la abierta participación de la burguesía
jugandose a fondo por sus intereses y a la vista de todos, ha obligado a
salir de sus ensueños a más de un purista doctrinario.
Hay razones pues para estar optimistas, ocurra lo uno, ocurra lo otro.
GF
GF
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