Mañana 7 de octubre, se celebra un año mas de fundado el PARTIDO SOCIALISTA DEL PERU, se presentará el libro SOCIALISMO PERUANO HOY. de RAGARRO, la cita es a las 7 de la noche en la casa Museo J.C. MARIATEGUI. (jr Washington 1938-1946
Aquí un avance del libro antes mencionado..
blog SPA
por Ramón García R.
En
todo proceso, las causas externas son condicionantes y las causas
internas son determinantes para un resultado determinado. Para un
proceso electoral, los arcaicos vicios de la política (compra de votos,
clientelismo, clonación de células, utilización de células de difuntos,
eliminación de células en el listado electoral, manipulación del
escrutinio, etc.) son evidentes causas externas respecto al pueblo
trabajador que, por supuesto, hay que denunciar y combatir. Pero,
aparte, ¿cuáles causas internas determinan el resultado electoral? Esto
se puede evaluar en los siguientes aspectos básicos.
1.- ESTRATEGIA ELECTORAL.
Así como en la guerra hay acción guerrillera y acción guerrillerista,
en la política hay acción electoral y acción electorerista. En 1884,
Engels resumió la experiencia electoral del pueblo trabajador en un
famoso silogismo: a) premisa mayor: "El sufragio universal es el índice
de la madurez de la clase obrera"; b) premisa menor: "No puede llegar ni
llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es suficiente"; c)
conclusión: "El día que el termómetro del sufragio universal marque para
los trabajadores el punto de ebullición ellos sabrán, lo mismo que los
capitalistas, qué deben hacer" Es evidente que quien ignora o abandona
esta estrategia cae en el electorerismo, y jamás hallará el porqué del
resultado electoral adverso.
2.- BASE ELECTORAL.
Desde que se restablecieron las elecciones municipales se abrió un
amplio campo de acción cívica. De hecho, las elecciones municipales son
la base de las elecciones generales. El municipio democrático algún día
volverá a ser la célula económica del Estado, pero la elección municipal
es ya ahora el "talón de Aquiles" del sistema dominante. No es casual,
por eso, que sea desvirtuada y hasta quieran suprimirla de nuevo. Sus
resultados son para el pueblo trabajador una visión previa de lo que
puede ocurrir después. Por eso, trabajar con cifras en la cabeza,
municipio por municipio: electores, mesas, electores/mesa, concejales
(ediles), partida/edil-año, y otros parámetros, es la base para
cualquier planeación estratégica que se respete.
3.- PLANEACIÓN ELECTORAL.
Una organización (cívica, frenteunitaria, partidaria) que participe en
la actividad electoral debe tener su propio centro de crítica y
preparación. Partir de la realidad (pocas ideas a muchos) en talleres, y
de la experiencia general (muchas ideas a pocos) en seminarios, es el
estilo de estudio para llegar a todos los niveles del pueblo trabajador.
Y la organización de núcleos en cada sector de población económicamente
activa (agricultura-industria-servicios), da la pauta de la
planeación. Un activista por cada mil trabajadores, ¿cuántos son por
municipio? Parecen pocos, pero así como "con una palanca se puede mover
el mundo", con una organización convicta y confesa, con voluntad
disciplina y entusiasmo se puede mover el país entero desde sus
cimientos. Y es que “la
organización decuplica las fuerzas”
4.- ESTILO ELECTORAL.
De hecho hay tres estilos en el panorama electoral: a) operación
avispa, que se desarrolla en torno a la maquinaria oficial y la promesa
electoral; b) operación marmota, que despierta de su letargo seis meses
antes de las elecciones y recién elabora su plataforma electoral; c)
Operación Hormiga, que comienza a trabajar de nuevo apenas pasa un
proceso electoral, y enarbola siempre su Programa de Cambio Social.
Según sea la siembra, así será la cosecha. Según sea el estilo, así será
el resultado.
5.- TRABAJO ELECTORAL.
Así como en la lucha armada los bandos son inconfundibles, en la lucha
electoral también lo son o deben serlo. La oposición protestataria
(protestadora, para reformar el sistema) es diferente de la oposición
contestataria (contestadora, para cambiar el sistema) Y la experiencia
enseña que esta última tiene su propia Norma Laboral:
1º No integrarse al sistema.
La situación actual no admite medias tintas. Esto lo sabe muy bien la
reacción. El sistema ha agotado su función de servicio, y por lo mismo
se aferra a su función de dominio. El Estado “benefactor” fue un señuelo
ante la lucha del pueblo trabajador por un Estado de nuevo tipo.
Ofreció mil y una mejoras en trabajo, educación, salud. Apenas se
desintegró el “bloque socialista”, el sistema puso fin a su Estado
“benefactor” y pasó abiertamente al neoliberalismo (dominio del
capitalismo transnacional sobre el propio Estado sea grande o pequeño) Y
se quedó sólo con su función de dominio, y en una escala mucho mayor
que antes. En el siglo pasado el pretexto era “el peligro comunista del
exterior”; en este siglo es “el peligro terrorista del interior” Toda
protesta del
pueblo trabajador es criminalizada como “acción terrorista” contra el
Estado, “contra el gobierno legítimamente elegido” Pero ahora está más
vigente que nunca el llamado a “combatir el orden social, sus
instituciones, sus injusticias y sus crímenes”
2º Trabajar con proyección de ruptura.
Por la parálisis laboral ahora el pueblo se hunde en el desempleo y
mendicidad; cada vez hay más pobres y más indigentes y los propios datos
oficiales ni lo pueden negar. Es el campo propicio para el
promeserismo, para los que no ven en la miseria más que la miseria, “sin
advertir su aspecto revolucionario que terminará por derrocar a la
vieja sociedad” El promeserismo de la “izquierda democrática”, del
“socialismo domesticado” ve en el pueblo trabajador, “en el proletariado
la clase que más padece, no la clase que más lucha”
Por
eso el activista militante, enfrentando este promeserismo enarbola la
moral de productores del pueblo trabajador. Plantea ante el pueblo la
cuestión cardinal, el trabajo creador y su diferencia ante el trabajo
servil (del esclavo, del siervo, del asalariado) El hombre se dignifica
en el trabajo; por eso tiene derecho a reclamar y proclamar no sólo la
distribución de lo producido sino la dirección de la producción,
cuestión cardinal que el sistema actual, por caduco inepto y corrupto ya
no es capaz de garantizar. Tiene derecho a reclamar la educación para
este trabajo creador, no para graduar élites de espaldas a la
producción. Y tiene derecho a reclamar el cambio de este sistema actual,
contra los que aún sueñan con parcharlo y reformarlo. Es la diferencia
entre “plataforma electoral” (eventual y temporal) y
Programa Reivindicativo (sistemático y permanente)
3º Generar Poder Popular.
Esta labor comienza en el municipio (distrito, localidad), y activa las
25 horas del día, los 8 días de la semana, los 13 meses del año. No
bien se inicia una actividad, lo que está por delante es el revés y no
el avance. Primero, porque la reacción tiene larga experiencia, reúne
asesoramiento interno y externo, y trabaja a largo plazo. Tiene visión
de conjunto de su precariedad. Segundo, porque la acción tiene poca o
deficiente experiencia, no reúne asesoramiento interno y menos externo, y
porque es cortoplacista. Al primer revés, cunde el desconcierto y busca
culpables en vez de analizar el proceso. Carece aún de visión de
conjunto de su potencialidad. Es muy difícil asimilar lo que es trabajo
prolongado. Pero la experiencia enseña que “Cien derrotas han sufrido en
esos países
los partidos socialistas, las masas sindicales. Sin embargo, cada nuevo
año, la elección, la protesta, una movilización cualquiera, ordinaria o
extraordinaria, las encuentra siempre acrecidas y obstinadas” Y es que
sólo la convicción y fe mueve montañas.
¡Sólo así el Termómetro del Sufragio Universal marcará el Punto de Ebullición!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario