miércoles, 1 de abril de 2009

Fw:LA TETA ASUSTADA

"LA TETA ASUSTADA"; KIMBERLY THEIDON
La expresión "La teta asustada" se basa en la
> creencia andina del traspaso del miedo y la tristeza que se da de madre a hijo; creencia que fue investigada con rigor y gt; precisión por la antropóloga estadounidense, Kimberly ; Theidon, una mujer que ha afrontado con lucidez un tema tan duro de tratar: la violación sistemática del ejército en; los distritos altoandinos a mujeres y niñas indefensas,
> olvidadas por todos. La antropóloga Kimberly Theidon
> investiga, desde mediados de la década del noventa, las; violaciones y maltratos que sufrieron las mujeres durante la; guerra interna que sacudió al país, en especial en
> Ayacucho. Y fue ella quien tradujo del quechua el nombre de; la creencia que considera que la madre pasa al hijo la; tristeza a través de la leche.
>  Theidon, que es profesora asociada de la Universidad de; Harvard y autora del libro Entre Prójimos (publicado en; Perú por el IEP en 2004), estudió a siete comunidades; campesinas en el centro-sur de Ayacucho, cuyas vidas
> quedaron marcadas a fuego por los años de violencia, en; especial del período de 1980 a 1992, llamado el; "sasachacuy tiempo" en quechua: "los tiempos
> difíciles"; La investigadora contó, en conversación exclusiva con
> Terra, que se enteró de que la película "La teta asustada", de Claudia Llosa había ganado el Oso de oro
> en el Festival de Berlín por llamadas de sus colegas,
> quienes le dejaron mensajes en su contestadora. "Miré; la premiación por Internet y luego vi a Magaly Solier
> hablando en quechua. Es lo máximo, es el sueño de
> cualquier investigadora. Yo estuve conmovida por lo que
> investigué y escribí, así que la idea de que ese trabajo
> pueda motivar a otras personas me congratula mucho." ;Theidon recuerda que hay un libro sobre el don de Marcel
> Mauss, que dice que los dones recirculan y establecen redes
> sociales, y precisa que: "Cuando me hablaron de sus
> experiencias, estas mujeres me encargaron un don, con la
> responsabilidad de reciprocar; yo compartí lo que me
> contaron. Pensar que haya una persona que normalmente no se
> interese por un tema de violencia sexual, pero que gracias a
> la película se acerque al tema, es una satisfacción
> enorme."
> Terra: Según sus investigaciones, ¿Fue la violación una
> estrategia de guerra durante los años difíciles? ¿Se
> podrá saber la magnitud de ella?
> KT: No hay manera de saber la magnitud exacta, pero fue un
> hecho generalizado. Uno de los problemas es que el verbo
> violar no se usa en quechua; se usa "fastidiar",
> "molestar", "abusar", etc. En los
> inicios, me empezaron de hablar de abusos, pero en tercera
> persona, como hablando de otra comunidad a la distancia;
> pero poco a poco, cuando trabajé en Vilcashuamán, donde
> hubo bases militares, me decían "violaron a todas
> nuestras niñas". Ahí me di cuenta de que era un
> problema masivo. En términos de violación grupal se
> trataba del Ejército, pues las mujeres narran experiencias
> de grupos de 20 personas que las atacaron. En cambio Sendero
> Luminoso era diferente: ellos entraban a
> "reclutar" a las chicas y luego decían "tú
> estás aquí, vas a estar con él". Pero la estrategia
> de las Fuerzas Armadas era la violación en grupo.
>   Terra: ¿Qué otros tipos de abusos sufrieron las mujeres
> de las comunidades campesinas en Ayacucho?
> KT: Un hecho que acabo de descubrir es que los sacerdotes,
> en alianza con el Ejército, comercializaban mujeres que
> pertenecían a Sendero Luminoso y que terminaban casadas con
> los indeseables de cada pueblo, tras una venta en el
> mercado.
>   Es una revelación: los sacerdotes ponían a caminar a
> las mujeres que atrapaban los miembros del Ejército, y a la
> fuerza tenían que casarse. Ese fenómeno recién acabó
> cuando entraron los warmakunas ("jóvenes
> modernos"). Estas mujeres salvaban su vida, casándose
> con los "opas" (tontos) o viejitos de cada pueblo;
> los sacerdotes sacaban dinero por el matrimonio, fue una
> manera de resignificar el parentesco con la violencia
> sexual. 
>   Terra: ¿Es difícil romper el hielo al hablar de un tema
> tan difícil con las mujeres de Ayacucho?; KT: Para mí era éticamente imposible preguntarle a
> alguien: "Señora, ¿fue usted violada?". Nosotros
> buscábamos hablar con las mujeres en un contexto donde no
> sintieran que iban a recibir una retribución a cambio, pero
> si uno se queda mucho tiempo viviendo con la gente, ellas
> van a empezar a hablar. Cuando empezaron a hacerlo, me
> fascinaron varias cosas. El contexto, pues tenían que
> explicar por qué estaban vulnerables ante el atacante;
> luego, todo lo que hicieron para defenderse, o para defender
> a sus familiares durante el ataque. Pienso ahora en una
> madre cuando narró su experiencia con cinco soldados:
> "Yo les dije de frente que no iban a tocar a mis niñas
> salvo que me maten". En su historia, aunque vivió una
> experiencia horrible, hay algo de orgullo porque pudo
> defender a sus hijas, a quienes querían violar los
> soldados. Esta señora las agarró entre sus piernas y las
> protegió durante ese momento repugnante.
>   Terra: ¿Usted quiere decir que nuestras mujeres buscaron
> el heroísmo y mantuvieron la dignidad en un trance tan
> difícil? 
> KT: Me da tanta pena que las violadas siempre sean
> humilladas, estigmatizadas. Esas mujeres lo hicieron para
> salvar a sus hijos, pero lo que me da tanta pena es que
> siempre que se habla de las violadas se habla de suciedad,
> de un estigma, pero no hay tiempo para hablar del heroísmo.
> ¿Cuántas vidas se salvaron por el sacrificio de estas
> mujeres? A cambio se les ataca, los maridos las abandonaron.
> Ocurrió una doble injusticia, eso es lo que me mata. 
>  Terra: ¿Cuán generalizado fue el fenómeno de "la
> teta asustada"? 
> KT: Absolutamente omnipresente. Durante los años del
> terror surgió una y otra vez el temor de dar de mamar a los
> niños, pasarles la leche de rabia, la leche de
> preocupación. Hubo mujeres que intentaron dejar morir a sus
> bebés. "Mira, yo les di teta de preocupación, ¿qué
> va a pasar con esa criatura?, ¿cómo va a vivir
> así?". Fueron mujeres que dejaron a sus bebés boca
> abajo, esperando que fallecieran. Se cometió infanticidio
> por evitarles una vida de sufrimiento. La idea de que jamás
> iba a ser normal un bebé que ha tomado esa leche, en el
> útero o en la lactancia, fue un fenómeno absolutamente
> generalizado.
>   Terra: ¿El nombre de "teta asustada" se lo dio
> usted o la enfermedad ya se llamaba así?
> KT: Fue el nombre que le puse al traducirlo del quechua. Es
> lo que la gente dice, "leche de rabia",
> "leche de miedo". Para mí fue la mejor manera de
> traducir este fenómeno, y lo usé por vez primera en mi
> tesis y luego en varios artículos y libros. Me puse a
> pensar cómo se sentirá una mujer con el temor de que su
> propio cuerpo sea un peligro para su bebe. Que la cosa más
> natural que se la da a un bebe es lo que lo daña. Es
> terrible.
>   Terra: ¿Cómo fueron esos niños que fueron producto de
> la violación y cuyas madres no fueron asistidas en su salud
> mental?
> KT: Es un tema muy difícil. Hubo mujeres que intentaron
> abortar con hierbas, literalmente no podían tolerar el
> feto. Cuando hablamos de una mujer producto de la violación
> se está jugando con el tiempo, porque se crea una memoria
> futura: cada vez que esa mujer vea la cara de su hijo
> recordará el momento más difícil de su vida. Un día
> encontré un niño que casi no hablaba, que solo se la
> pasaba pastando a su llama y a sus dos cerdos, y al
> preguntar sobre su historia me dijeron que se llama Chiqui,
> es decir "maldición" en quechua. ¿Puedes
> imaginar que haya una criatura con un nombre tan terrible?
> Está marcado para siempre. ;Terra: ¿Cuán necesaria es una política de salud mental
> en zonas afectadas por la violencia? KT: Para mí no se trata solo de pensar en los servicios de
> salud mental. La violencia sexual fue en fenómeno en la
> guerra interna, pero, ¿dónde están los hombres que; cometieron las violaciones, sean soldados, ronderos o
> senderistas? En una guerra se exacerban las violaciones,
> pero ¿qué pasa en tiempo de paz? Me da pena la carga
> negativa que cae sobre las mujeres, pero cómo podemos
> hablar solamente de la mujer y de su estigma, olvidándonos
> de los hombres. Entrevisté a oficiales de la Marina que me
> dijeron que sus jefes incentivaban la violación; yo
> abriría un espacio en las Fuerzas Armadas para hablar del
> tema en tiempos de paz, y me preguntaría qué tipo de
> sociedad queremos para nuestros niños y adolescentes sino
> reflexionamos sobre los actos de violación masiva que
> cometieron sus miembros a miles de mujeres, cuyas vidas
> quedaron estigmatizadas.
> Terra: ¿Considera que el premio a la película "teta asustada" ayudará a conocer más esta terrible
> realidad que vivieron las peruanas en los Andes?
> KT: Claro que sí. Es una película que abrirá el espacio
> para dialogar sobre lo que pasó; queremos que sea una
> ventana de esperanza al diálogo sobre la persistencia de la
> violencia sexual en tiempos de paz, un desafío para
> cualquier investigador social.

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