El investigador Antonio Rengifo Balarezo, acaba de obtener una mención honrosa en el concurso promovido por los amigos de Mariategui, el blog socialista amauta se complace de publicar el presente documento (en homenaje a la fecha de publicación de los "7 ensayos...") se le solicito al propio compañero Rengifo con el animo de mejorar la edición se adjuntaran posteriormente la fotografías que adornan el texto original.
Blog Socialismo Amauta
6/11/08
INVITACION A LA LECTURA
DE
7 ENSAYOS DE INTERPRETACION
DE
LA REALIDAD PERUANA
De José Carlos Mariátegui La Chira
Antonio Rengifo Balarezo
1. En qué consiste la invitación 1
2. Aportes de 7 Ensayos 3
2.1 La interpretación
2.2 El enfoque totalizador
2.3 La crítica al cientificismo
2.4 La base para un programa político
2.5 La autonomía de pensamiento
3. Gestación 8
3.1 Génesis del escritor autodidacta
3.2 “La edad de piedra”
3.3 Aprendizaje en Europa
3.4. Mientras tanto en el Perú…
3.5 El retorno y la definición del teatro de operaciones
3.6 Fuentes de información
3.7 La revista Amauta
3.8 Las condiciones de vida de Mariátegui
4. Lanzamiento e impacto de 7 Ensayos 19
4.1 En el interior del país
4.2 En Lima
4.3 En la APRA
4.4 En el extranjero
4.5 En la revista Mercurio peruano de V.A. Belaúnde
4.6 En la III Internacional
5. Vicisitudes de 7 Ensayos 31
6. Valoración contemporánea 36
7. Referencias 42
8. Ilustraciones 50
1. EN QUÉ CONSISTE LA INVITACIÓN
Peregrinar a Machu Piccho y comprender 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana es una de las maneras de sentirnos peruanos. Ambas obras monumentales nos otorgan sentido de pertenencia y de trascendencia hacia la consecución de una patria con igualdad de oportunidades para todos. 7 Ensayos, sin ser una obra de autoayuda o de consolación influye en el rumbo vital de las personas.
Si 7 Ensayos es accesible a la mayoría del pueblo peruano por la baratura de su precio; en cambio, el acceso a Machu Piccho resulta prohibitivo para la gran mayoría de la población peruana, como lo graficó con una simpleza espantosa el dibujante Piero Quijano. Si con Mariátegui se consolidó la ruptura del monopolio de la oligarquía señorial en la vida cultural y política del Perú, ahora corresponde su encarnación en el espíritu del pueblo y rescatarlo del círculo académico.
Invitación a la lectura de 7 Ensayos de interpretación de la realidad Peruana describe las circunstancias personales de Mariátegui cuando se propuso investigar al Perú profundo y ubica al autor en su contexto histórico. Además, proporciona información escueta sobre la concepción y gestación de la obra; específicamente del segundo ensayo, El problema de la tierra y del tercero, El problema del indio. Luego, sigue, a grandes rasgos, la proyección de su influjo. Por lo tanto, no es un análisis de la obra para “descifrar algo oculto” ni pretende normar cómo debe de leerse ni proponer “claves” para descifrar el texto.
Mariátegui, pobre, con salud precaria y cuatro pequeños hijos; pero con fuerza de voluntad y un ideal: concurrir a la creación del socialismo peruano; superó sus limitaciones –con el apoyo de su esposa- para enfrentarse a los distintos poderes que oprimían al pueblo bajo el régimen del presidente Leguía (1919-1930). Hizo más, elaboró los 7 Ensayos sin casi haber pisado una escuela, con escasas fuentes de información, sin financiamiento y sin dedicación exclusiva. Fue algo prodigioso. Nadie ha hecho tanto con tan poco y en tan corto tiempo. Falleció a los 35 años de edad, el 16 de abril de 1930. El cortejo fúnebre fue una manifestación multitudinaria de fervor popular hacia un hombre íntegro y valiente.
Desde la fecha de su aparición –octubre de 1928- se han producido grandes conmociones sociales; 7 Ensayos no ha estado ajeno a los acontecimientos. Según el flujo y reflujo del movimiento popular ha sido ignorado, consultado, requisado o incinerado. Es a partir de 1963, cuando en el Perú lo movimientos campesinos están en auge, que se le empieza a considerar a Mariátegui como “uno de los escritores más leídos y citados de América”. (1) Tal es así, que 7 Ensayos ha sido editado en China, Japón y en numerosos países de Europa y América. Sin embargo, durante el periodo de la guerra contrasubversiva (1980-1993) 7 Ensayos constituía una prueba indiciaria para ser sindicado como “terrorista”, el más horrendo de los delitos, tan similar al pecado de “soberbia” cometido por Luzbel o al de “idolatría” cometido por los indios en la época de la Colonia.
Así y todo, no envejece, mantiene su frescura, lo que le da sabor a obra clásica y a su autor, la categoría de peruano universal.
2. APORTES
7 Ensayos es una contribución a la crítica socialista de los problemas y de la historia del Perú. (…) Estoy lo más lejos posible de la técnica profesoral y del espíritu universitario. (2) Tal como explicita en la Advertencia a los lectores. Dicha advertencia enmarca su obra con brevedad y exactitud. Obra que tiene la rara virtud de estar pletórica de innovaciones.
2.1 La inaterpretación
De esas innovaciones se percató el sacerdote claretiano Antonio San Cristóbal, catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú:
Estábamos acostumbrados a que se nos ofreciera una visión descriptiva, fenomenológica, del pasado en la que el pensamiento era guiado, con mayor o menor exactitud, por los hechos que acaecieron. Así, casi siempre que se volvía la vista al proceso histórico del Perú, el investigador no traspasaba la periferia externa de los hechos: describía tan sólo, con simpatía o sin ella, lo que contenían los documentos y las fuentes; pero difícilmente cobraba sentido y valor los hechos y el proceso en que se insertan.
Mariátegui conoce la historia, pero en ningún momento ha querido convertirse en un historiador profesional. No le interesan tanto los hechos, cuanto el sentido profundo que los anima. Y este sentido no está en los hechos mismos; es algo que se atribuye a los hechos: es el producto de una interpretación personal de los hechos. Una crítica superficial conducida por criterios histórico-descriptivos encontraría fácil campo a su tarea en los 7 Ensayos de Mariátegui. Pero a pesar de ello esta obra continuaría siendo válida, porque la descripción histórica no representa más que un motivo para elaborar una teoría interpretativa de la realidad.
Esto es lo que acrecienta su originalidad, y lo que confiere emoción de riesgo y aventura a sus escritos. (3)
Hasta antes de la aparición de 7 Ensayos, Lima, era el Perú; y en ella los intelectuales de la oligarquía señorial se regodeaban con la retórica ampulosa y la historia anecdótica de las personalidades de la clase dominante. Hacían afirmaciones gratuitas y solemnes, sin ninguna demostración. Mariátegui, con sus 7 Ensayos, inaugura otra manera de encarar los problemas nacionales o el diagnóstico de la realidad peruana. Le dio prelación al hecho económico; y por su enfoque totalizador, introduce la noción de peruanidad, pero demarcando las diferencias sociales. La tendencia de Mariátegui a interpretar creativamente también la hizo extensiva al mismo marxismo, lo “peruanizó”; tiene sabor nacional.
2.1 El enfoque totalizador
Entre sus aportes destacan: el diseño de la obra, la capacidad de síntesis y el enfoque totalizador u holístico de la realidad. Esto último contrarresta la tendencia a la especialización (generada por la división capitalista del trabajo) y a confinar el conocimiento en compartimentos estanco; como así mismo, a la parcelación del hombre mismo. La confluencia de dos vertientes, la cultura occidental y la cultura andina produjo en Mariátegui un efecto sinérgico. He allí la singularidad de Mariátegui y el origen mariateguiano del cuestionamiento de la sociedad en su conjunto.
La savia de la cosmovisión andina le provino de la genealogía nativa de los La Chira y de su socialización temprana en Huacho, pueblo de artesanos y campiñeros. En su entorno familiar influyó su tío Juan Clímaco La Chira, hermano de su mamá y de profesión talabartero; fue su padre sustituto mientras el niño José Carlos vivió en Huacho. Su madre Amalia La Chira fue costurera, pantalonera y, según Javier Mariátegui, profesora de primeras letras. José del Carmen La Chira, su abuelo materno, también fue talabartero.(4). Artesano significa trabajar predominantemente con las manos ya sea por cuenta propia o por encargo, poseer un taller en la casa, conocer todo el proceso de elaboración de una obra, es decir, desde la materia prima hasta el acabado. Y, por último, poseer secretos del oficio. Ninguna obra artesanal es igual a otra ni se puede repetir con exactitud y hasta depende del estado de ánimo del artesano. Por las condiciones de trabajo, el artesano tiene una mentalidad totalizadora; y así percibe al mundo. Este enfoque fue reforzado al asumir Mariátegui el marxismo; cuyo concepto de totalidad fue analizado por el filósofo húngaro Georg Lukacs (1885-1971).
En cuanto a los antecedentes de la configuración de 7 Ensayos, se ha aludida al peruano Francisco García-Calderón Rey con Le Pérou contemporain (1907) (5) y al italiano Piero Gobbetti, uno de sus autores preferidos. (6) Pero lo cierto es que 7 Ensayos, de acuerdo al enfoque marxista, va desde la base económica hacia la superestructura de la sociedad. Tal es así, que los tres primeros ensayos (Esquema de la evolución económica, El problema del indio y El problema de la tierra) son los cimientos sobre los cuales se erigen los cuatro siguientes: El proceso de la instrucción pública, El factor religioso, Regionalismo y centralismo y El proceso de la literatura.
2.3 La crítica al cientificismo
Advirtió que no era un libro sistemático, es decir, aséptico, inodoro, incoloro y sin vida; pues, puso pasión a su pensamiento (meter toda mi sangre en mis ideas). Para Mariátegui, la moral respecto a la investigación es una conjunción subordinante. No existe la separación entre el sujeto que conoce y el objeto por conocer. La llamada “neutralidad ética” en la investigación científica, le es ajena. Se compromete con el objeto de investigación. Sin embargo, devela los hilos explicativos de un proceso real. Con 7 Ensayos confutó el cientificismo europeocentrista de cualquier laya.
2.4 La base para un programa político
En 7 Ensayos no se hallan explícitamente formuladas propuestas instrumentales o un programa de acción política para operar en la realidad inmediata ni tampoco en correspondencia con un plan estratégico; pero sí están las bases de donde se deducen. Por tal razón y para prevenir equívocos enjuiciamientos, redactó, poco después, una especie de carta de presentación sobre su actividad política; la que fue llevada por los delegados peruanos al Congreso Constituyente de la Confederación Sindical latinoamericana de Montevideo (mayo de 1929) y a la Primera Conferencia comunista latinoamericana (Buenos Aires, junio de 1929). Ahí, hablando en tercera persona, dice:
Prepara actualmente un libro sobre política e ideología peruana, que será la exposición de sus puntos de vista sobre la Revolución Socialista en el Perú y la crítica del desenvolvimiento político y social del país y bajo este aspecto la continuación de la obra cuyos primeros jalones son los 7 Ensayos, en los que algunos han querido buscar una teoría política, algo que absolutamente no me proponía, como se comprueba desde el prólogo o advertencia al lector. (7)
Dada la personalidad de Mariátegui (meter toda mi sangre en mis ideas), sus condiciones de vida, el estado de las investigaciones y de las estadísticas en el Perú y la intención de llegar a un público no solamente intelectual, lo más pertinente de usar, como género expositivo, es el ensayo. En el Perú el ensayo mantiene su vigencia.(8) Su estilo es a la vez periodístico, sociológico y literario. Tiene formulaciones rotundas, que han sido extraídas para usarse como epígrafes.
2.5 La autonomía de pensamiento
Mariátegui con la honradez que lo caracterizó se declaró en su obra: marxista convicto y confeso. Sin embargo, las citas de Marx, Engels y Lenin, están casi ausentes. (9) Además de allanar la lectura, evita bloqueos psicológicos a los lectores con prejuicio anticomunista. Pero, sobre todo, revela la seguridad de sus convicciones, la facilidad para pensar por sí mismo; y, por último, su compenetración con la realidad. En suma, evidencia su desafección al principio de autoridad. (10) Es la antítesis de los marxistas gramaticales, llamados así por César Vallejo, otro peruano universal. (11)
Con 7 Ensayos se reconoce definitivamente su calidad de escritor, ya apreciada desde 1925 con la publicación de La escena contemporánea. (12) Fue un suceso inusitado. Mariátegui representa la superación del conservadurismo en los estudios sociales. Se libró de pensar de manera cuadriculada, es decir, sistemáticamente; pues, cursó solamente hasta el segundo año de educación primaria. No fue domeñado por la escuela ni asimilado por la clase dominante. La autonomía de pensamiento ha merecido un artículo del autor de la teología de la liberación, padre Gustavo Gutiérrez.
3. GESTACIÓN
3.1 Génesis del escritor autodidacta
Decir que para confeccionar un libro hay que saber escribir es una perogrullada. Pero no es una simpleza cuando aún perdura el sello colonial en nuestro país: es decir, cuando la clase letrada es la dominante y la clase dominada es nativa y ágrafa. En esas condiciones, la escritura y el libro encarnan un valor agregado; no solo para asimilarse a la clase dominante, sino para obtener reivindicaciones sociales o emanciparse colectivamente. Eso se sabe desde la época del cronista indio Huamán Poma de Ayala.
Bueno, ¿Pero, cómo aprende una persona a escribir, a redactar textos si no ha ido a una escuela y mucho menos a una universidad? La respuesta es sencilla. Se capacita por su cuenta y en el lugar en donde trabajan escribiendo; primero observa, conversa y reflexiona. Luego se lanza a escribir y, mediante el ensayo y error, logra escribir. Más aún, se le allana el camino para aprender a escribir a quien tiene el hábito de leer desde niño como es el caso de Mariátegui.
Mariátegui adquirió la destreza de descifrar los códigos convencionales de la escritura y a leer un texto literario como quien ejecuta una partitura musical. Debe haber sido su madre, Amalia La Chira, y Guillermina, su hermana mayor, quienes le enseñaron a leer en su casa ubicada en el pueblo de Huacho. El hábito de la lectura lo adquirió desde la primera infancia por su cojera y el largo internamiento en la clínica. Otro episodio que consolidó su hábito de la lectura fue su trabajo a los 15 años de edad como ayudante del linotipista Juan Manuel Campos, el amigo que lo recomendó al diario limeño La Prensa. (13) Ese trabajo fue providencial en varios aspectos. En lo inmediato fue satisfacer la perentoria necesidad de obtener un ingreso económico ante la ausencia de su padre y porque los trabajos eventuales de su madre como costurera eran insuficientes para el mantenimiento del hogar. Poco después, el Cojito Mariátegui, como lo denominaban cariñosamente en esa época pasó al puesto de mensajero. De mensajero cojo se hizo periodista. Dejó de pertenecer a los trabajadores de servicio para ingresar al cenáculo de artistas y literatos limeños que colaboraban en La Prensa. Desde 1911, cuando aparece su primer artículo, hasta su partida a Europa escribió, por lo menos, un artículo por día.
3.2 La “edad de piedra”
La etapa anterior a su partida a Europa es conocida como la de sus escritos juveniles o su edad de piedra, tala como él mismo la denominó irónicamente y con sumo rigor. Desde esa época hizo suya la sentencia de Terencio: Homo sum; nihil a mea alienum puto (Soy hombre; y nada de lo humano me es extraño). Pues también incursionó en la vida bohemia y no solo en la vida política.
A mediados de 1918 afloran sus inquietudes políticas. Funda con su amigo César Falcón, la revista Nuestra época. Allí renuncia a su seudónimo de escritor –Juan Croniqueur-, y publica un comentario al discurso del coronel del ejército Enrique Ballesteros, jefe del gabinete ministerial: El deber del ejército y el deber del Estado. (14) Comentario que le acarreó una feroz golpiza de un grupo de jóvenes oficiales encabezados por el, en ese entonces, teniente José Vásquez Benavides, un alto y fornido zambo limeño. Suceso repudiado por la opinión publica que provocó la renuncia del ministro de guerra y una fugaz crisis de Estado. Será una constante en la vida de nuestro pequeño paladín enfrentarse al Leviatán. -metáfora del filósofo Hobbes para caracterizar al Estado- y ocurrirle varios “accidentes de trabajo”, como solía denominar con estoicismo, a los provocados por la represión estatal.
Poco antes de su partida a Europa, deviene en un joven periodista de tendencia socialista que apoya las reivindicaciones populares: la lucha por la conquista de la jornada máxima de ocho horas de trabajo (El Tiempo, periódico en donde era redactor, fue clausurado el 13 de enero de 1919, primer día de la huelga general que –poco después- concluyó con la victoria obrera), la huelga general Pro-abaratamiento de las subsistencias (por primera vez, el 27 de mayo, los obreros toman las ciudades de Lima y Callao) y el movimiento estudiantil por la reforma universitaria. Sobre ésta última, Mariátegui dio la señal de combate desde el local del periódico La Razón, fundado por él y un grupo de redactores que habían renunciado al diario El Tiempo.
El 8 de octubre de 1919 parte del puerto del Callao hacia Italia a la edad de 25 años. Mariátegui y su amigo César Falcón, ambos periodistas, se habían convertido en una piedra en el zapato para el gobierno. Leguía, en lugar de tratarlos con puño de hierro, optó por sacárselos de encima con guantes de seda mediante una estadía en Europa con subsidio estatal. Fue un destierro encubierto
2.3 Aprendizaje en Europa
Mariátegui llega a Italia en la época de la crisis pos-bélica europea. Adquiere conocimiento rápidamente de manera viva y directa en contacto con los acontecimientos y sus protagonistas. Su sensibilidad de periodista le permite estar en el momento oportuno y en el centro de los sucesos. Tal como ocurrió el 30 de agosto de 1920 cuando los obreros de Milán ocupan fábricas y las hicieron operar por cuenta propia. También asiste al congreso Livorno que da nacimiento al partido comunista italiano.
En Europa madura su formación ideológica y define su posición política. Así lo ha afirmado Mariátegui –caracterizándose como un escritor declarativo- en varias ocasiones. Por ejemplo, en su Advertencia a 7 Ensayos dice: He hecho en Europa mi mejor aprendizaje: luego, líneas después: Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano. Esta declaración es, sobre todo, una misión, cuyo mandato se originó en el Acuerdo de Génova, suscrito por Mariátegui y un pequeño grupo de peruanos en abril de 1922, encaminado a constituir en el Perú el movimiento socialista de clara inspiración marxista-leninista. (15)
El Acuerdo de Génova es un suceso poco conocido de su estadía italiana. Ahí Mariátegui integró la primera célula comunista peruana cuyos miembros –poco antes de disgregarse y estando próximo el retorno de Mariátegui- le encomendaron la misión de fundar en el Perú el partido de la clase obrera. (16) Para tal fin debe haber esbozado un plan. Como se deduce por el periplo vital de Mariátegui, luego de su retorno al Perú.
3.4 Mientras tanto en el Perú…
En tanto Mariátegui permaneció en Europa, el presidente Leguía en una primera fase del Oncenio, conocida como “democrática“ (1919 a 1922), trató de consolidarse en el poder y buscó ganarse a los emergentes grupos sociales medios y a intereses locales, empresariales, burocráticos, profesionales e incluso estudiantiles. El civilismo no fue mayor problema, estaba fragmentado y su sistema político en crisis manifiesta. Leguía, con su vocación empresarial, pero sumiso al gran capital, allanó la penetración del imperialismo norteamericano y obtuvo el financiamiento para las obras públicas con las que hizo visible el crecimiento del Estado.
En el nuevo ordenamiento de clases al interior del estado, Leguía ubicó como dominante a una nueva clase que representaba los intereses del imperialismo norteamericano y era ajena a un desarrollo autónomo para articularse al mercado mundial. Aunque los terratenientes mantuvieron sus privilegios patrimoniales fueron subordinados a la nueva clase emergente que representaba los intereses del imperialismo norteamericano. A nivel político implicaba fragmentar el monopolio de los civilistas.
Algo fundamental en el proyecto leguiísta fue dar alguna salida al problema de la masa indígena campesina que estaba en movimiento intermitente especialmente en la Sierra sur. El gobierno, para capear el temporal, tomó medidas que buscaban la integración jurídica y formal del indio a la nación; pero sin tocar la estructura de la propiedad de la tierra. En tal sentido, adoptó un tinte indigenista en el intento de evitar el cuestionamiento del régimen. En 1920 subvencionó el reestreno en Lima de la ópera Ollanta a la que asistieron todos los sectores sociales, ya que hubo funciones gratuitas para obreros, soldados y alumnos de las escuelas fiscales; a todas esas actuaciones asistió el presidente Leguía (17). El mismo año promulgó la Ley de comunidades indígenas que incluyó su reconocimiento jurídico, creó en el Ministerio de Fomento de una sección de asuntos indígenas, auspició la formación del Patronato de la Raza Indígena, la organización de centros técnicos en zonas rurales y el establecimiento simbólico del Día del indio. A la par, dio una cuestionable medida que afectaba exclusivamente a los indios como la ley de conscripción vial, que tuvo por objeto reclutar de fuerza de trabajo gratuita para la construcción de carreteras. En suma, la política indigenista fue incoherente. Y fue criticada por Mariátegui a su retorno.
3.5 El retorno al Perú y la definición del teatro de operaciones
El 17 de marzo de 1923, en pleno endurecimiento de la dictadura de Leguía y con la oposición al régimen en el exilio, Mariátegui retorna a Lima. Se aloja en la casa de su madre y tiene apremios económicos. En esas condiciones rehusó la oferta para ocupar la dirección del diario La Prensa (18) e inicia las tareas preparatorias para cumplir con su misión. Tiene prioridad su reinserción en el movimiento obrero y campesino.
El 15 de junio de 1923 se incorpora al plantel de profesores de la Universidad Popular González Prada, en donde retoma contacto con los obreros y algunos dirigentes campesinos, permeados aún de anarcosindicalismo. Y da inicio a una serie de exposiciones. (Ahí debió haber conocido al dirigente campesino azangarino Ezequiel Urviola; quien además de ser alumno, dictaba clases de castellano en la sección analfabetos y oficiaba de traductor del quechua y el aimara).
Otra de las tareas preparatorias para cumplir con su misión es el conocimiento y definición de la realidad peruana y fundar una revista; tal como lo manifiesta el 6 de junio de 1925 al responder a la pregunta ¿Qué prepara Ud.?
La publicación de una revista crítica (…) Me intereso por la organización de un Ateneo de Estudios Sociales, Económicos y Educacionales. Y reviso y perfecciono el plan de un libro sobre el Perú que me propongo escribir pronto. (19)
En ese plan de libro tal vez estaría la idea germinal de 7 Ensayos. Al mes siguiente, en tres artículos, reitera su propósito; y va más allá: esboza unos lineamientos y propone un método para el estudio de los problemas peruanos. (20)
3.6 Fuentes de información e ingenio para superar las limitaciones
Aunque no deja de actuar en su propósito es conciente de la limitación de su época para diagnosticar la realidad:
El problema del indio es, en último análisis, el problema de la tierra. Sin embargo, la documentación, la bibliografía de este tema no puede ser hasta hoy más exigua. (21).
Además de usar las exiguas fuentes documentales y bibliográficas existentes, Mariátegui apeló a fuentes primarias. En ese sentido, no dejó pasar la oportunidad que se le presentó el 29 de agosto de 1923 al inaugurarse en Lima el III Congreso indígena con la asistencia de 50 delegados de todo el país y Ezequiel Urviola de Secretario General. En ese congreso se produjo su acercamiento espiritual con Pedro Zulen, catedrático de filosofía de la universidad de San Marcos y otrora fundador y conductor –junto con Dora Mayer- de la fenecida Asociación Pro-indígena (1909-1916). Mariátegui y Zulen fueron los únicos espectadores a quiénes había atraído dicho evento. Poco tiempo después, Zulen y Urviola se reunirán en casa de Mariátegui, (22) aproximadamente en octubre de 1924. Ezequiel Urviola ya presentaba los signos de la tuberculosis como consecuencia de su infatigable lucha contra el gamonalismo y por su extrema pobreza.(23) Ambos eran las personas más calificadas y excepcionales para informar e intercambiar puntos de vista.
En esa reunión, según el recuerdo de Mariátegui, Zulen dijo: El problema indígena es el único problema del Perú. (24) Poco después, el 9 de diciembre de 1924, Mariátegui publicó un artículo en Mundial: El problema primario del Perú. (25). De aquí extrajo los fragmentos esenciales que fueron incorporados a Aspectos del problema indígena. (Mundial, 17.12.26), en el que hace referencia a Urviola; los mismos fragmentos, a su vez, conformaron El problema del indio en 7 Ensayos. En consecuencia, El problema primario del Perú “bien puede estimarse como la primera palabra de los futuros 7 Ensayos”. (26) También contribuyeron los universitarios puneños que acudían a la casa de Mariátegui.
Otra limitación para investigar:
Cuando se estudia cualquiera de los problemas nacionales, se tropieza invariablemente con un obstáculo que a su vez tiene la categoría de problema: La falta de estadísticas. (27)
Para quien le atrae lo difícil, las limitaciones lo excitan. Mariátegui utilizó lo que tenía a mano: el Anuario estadístico, publicación periódica, y las técnicas de investigación cualitativa: entrevistas informales a personajes clave, grupos focales, etc. Tan igual como Mao en China, ante la falta de estadísticas.
Para el acarreo de material en la elaboración de 7 Ensayos, Mariátegui estuvo exento de prejuicios; no descartó como informantes a un hacendado o un ganadero, por el sólo hecho de serlo; sino más bien, aprovechó las oportunidades que el mismo las propiciaba para obtener datos. Tal como deja constancia en sus 7 Ensayos cuando se refiere a un rico propietario inteligente y experimenta que conversaba conmigo últimamente, me decía que la existencia de la pequeña propiedad, al lado de la gran propiedad era indispensable… (28) O también cuando consigna: Un ganadero me observaba últimamente, que mientras sobre una cosecha de algodón el crédito que se puede conseguir no está limitado sino por las fluctuaciones de los precios, sobre un rebaño… (29)
3.7 La revista AMAUTA
El 27 de enero de 1925 fallece en Lima Ezequiel Urviola. Conmovido con su muerte, Mariátegui ha registrado la impresión que le causara Urviola y el significado que le atribuye:
Recuerdo al imprevisto e impresionante tipo de agitador que encontré hace cuatro años, en el indio puneño Ezequiel Urviola. Este encuentro fue la más fuerte sorpresa que me reservó el Perú a mi regreso de Europa. Urviola representaba la primera chispa de un incendio por venir. Era el indio revolucionario, el indio socialista. Tuberculoso, jorobado, sucumbió al cabo de dos años de trabajo infatigable. Hoy no importa ya que Urviola no exista, basta que haya existido. Como dice Valcárcel, hoy la sierra está preñada de Espartacos. (30)
Para Mariátegui, la mejor manera de rende homenaje a Urviola es dinamizar la consecución de sus objetivos. Se abocó a hacer realidad Amauta Tenía solvencia intelectual, amplia experiencia adquirida tanto en Lima como en Europa y, por lo demás, ya había sufrido el infausto antecedente de sacar un periódico sin tener imprenta propia. Para cumplir con su cometido comprometió a su hermano Julio César, quién tenía una imprenta en el pueblo de Huaral. Su hermano trasladó su pequeña empresa a Lima. Después de la renovación tipográfica efectuada por José Carlos, se inaugura el 31 de octubre de 1925 la Editorial, Imprenta y Librería Minerva; cuyas prensas dieron a luz en setiembre de 1926 a la revista Amauta. En su editorial Mariátegui precisa el doble propósito de la revista:
Amauta cribará a los hombres de vanguardia -militantes y simpatizantes- hasta separar la paja del grano. Producirá o precipitará un fenómeno de polarización o concentración. (…) El objeto de esta revista es el plantear, esclarecer y conocer los problemas peruanos desde un punto de vista doctrinario y científico. (31)
Sabe que la magnitud de la tarea rebasa el esfuerzo individual, razón por la cual inicia conversaciones con los hombres de la vanguardia o de la nueva generación, como solía denominar genéricamente, y en un primer momento, a los jóvenes intelectuales no conservadores. Pero, en pleno preparativo de esta empresa intelectual, debe haber advertido que aun con los que tenía una cierta afinidad no se podía homogeneizar conceptos, enfoques, tesis y compartir un método, como el materialismo histórico. Y no solo eso, el trabajo en equipo es muy difícil en nuestro país, como ocurre hasta ahora. Mariátegui ha dicho que lo más suyo estaba en Amauta; en tal sentido y por economía de esfuerzo, sus artículos fueron insumidos en 7 Ensayos.
3.8 Las condiciones de vida de Mariátegui
A las presiones externas ejercidas contra Mariátegui se adicionaban sus limitaciones personales. Precaria salud, permanencia en silla de ruedas (en mayo de 1924 le amputaron la que había sido su pierna sana) y restringidos ingresos económicos; los que provenían de sus colaboraciones semanales en las revistas limeñas Variedades (desde el 8 de setiembre de 1923) y Mundial (desde el 26 de setiembre de 1924). Ingresos que no cubrían los gastos de mantenimiento del hogar con tres hijos pequeños; el déficit se cubría austeramente con los ingresos que Anna Chiappe, su esposa, obtenía del pensionado que brindaba en su casa. Ella fue la celosa guardiana del cumplimiento de los horarios establecidos en la casa, la cuidadora de su salud y una barrera infranqueable para los visitantes inoportunos y obsesivos. También a Anita se debe la pulcra presencia de Mariátegui, reflejada en sus numerosas fotografías.
Para compensar su limitada situación tuvo que maximizar sus escasos recursos disponibles. O para decirlo en términos pedestres, tuvo que matar con un tiro varios pájaros. En tal sentido, utilizó también los artículos de Mundial –de su sección “peruanicemos al Perú”- para sus futuros 7 Ensayos.
No vaya a creerse que Mariátegui se abocaría a investigar a tiempo completo la realidad profunda del Perú, esos “lujos” no le estaban permitidos. Otros menesteres también demandaban su esfuerzo. Como es sabido, mientras gestaba sus 7 Ensayos constituyó, con su hermano Julio César, una editorial, fundó y dirigió una revista, su casa fue allanada y él apresado, sostuvo polémicas que le dieron mayor consistencia argumental, asesoró sindicatos, estimuló vocaciones, forjó la fundación del partido socialista, preparó la centralización del movimiento obrero, nació Javier su cuarto y último hijo, etc. Inhibió –hasta cierto punto- de su vocación literaria; además, desechó muchos proyectos que visitaban su vigilia. Sólo realizó lo que un imperativo vital le ordenó. (Las cursivas son palabras de Mariátegui)
Con su propio peculio y desde la posición de la clase obrera que le posibilita una perspectiva histórica, más una firme disciplina de trabajo, asume el estudio de la realidad peruana por cuenta propia. Mariátegui afronta la demanda imperativa de la historia. Así es como emprende la más osada empresa intelectual jamás realizada por hombre alguno en el Perú.
En suma, vivió a plenitud y sobreponiéndose a sus limitaciones, reveló su genialidad y su profunda convicción revolucionaria. Así es como la clase trabajadora y el Perú obtuvo su obra emblemática
3. Lanzamiento e Impacto de 7 Ensayos
En octubre, el mes morado limeño y el de mayores sucesos significativos para los revolucionarios, del año 1928 ocurrió el alumbramiento de 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana (32). Fueron impresos unos cuatro mil ejemplares (33) en los talleres gráficos de la editorial Minerva de Lima para su sección Biblioteca Amauta. Engalanó la portada la pintora Julia Codesido, extraordinaria discípula de José Sabogal. Había creado un icono consustancial a la obra.
El primer lote de ejemplares fue distribuido con suma presteza por Mariátegui entre sus allegados de Lima; luego de esta primigenia distribución selectiva, 7 Ensayos aparece en noviembre en las librerías de Lima. Para los envíos al interior del país y al extranjero aprovechó los canales ya establecidos de Amauta; en donde había anunciado la publicación de 7 Ensayos.
El impacto de 7 Ensayos no sólo afectó al intelectual peruano de tono aristocratizante en aquellos tiempos; sino, también, a los embrionarios portadores de la ideología demoliberal, socialdemócratas y apristas que consideraban impracticable la aclimatación del socialismo en la ecología americana. Por último, también se sintió afectado un sector de quienes fungían ser camaradas de Mariátegui, es decir, los burócratas de la III Internacional. Desde su aparición los 7 Ensayos fueron atacados desde diversos frentes. Y, por consiguiente, Mariátegui fue asediado peligrosamente. No solo por el gobierno, sino por los gamonales, las empresas mineras, textiles, la embajada norteamericana, etc. Por eso tuvo varios “accidentes de trabajo”. Si la gestación del libro tuvo vicisitudes, igualmente su impacto. Ante 7 Ensayos nadie permanece indiferente, sin tomar partido.
4.1.- En el interior del país
Fuera de Lima, es decir, en el interior del país, 7 Ensayos tuvo amplia difusión y mayores comentarios. Mariátegui desde Lima y contra la corriente imperante, iniciaba la visión de un Perú integral, desde una perspectiva socialista.
A diferencia de otros directores de revistas limeñas, Mariátegui abrió Amauta para recibir preferentemente las colaboraciones de escritores del interior del país y desde remotos lugares. Estos mismos escritores animaban los grupos culturales y políticos en sus localidades; y a través de la revista lograban vinculación nacional e internacional propiciada por Mariátegui. Por eso, y por el mismo contenido de la obra, 7 Ensayos tuvo mayor acogida fuera de Lima.
Entre los efectos del impacto de 7 Ensayos en el interior del país, destaca la carta que le envió el profesor rural Emilio Vásquez desde Ilave, ciudad enclavada en la altiplanicie del Collao, Puno, densamente poblada de indios aimaras y emporio del gamonalismo. El 27 de enero de 1929, Vásquez le comunica:
En todo momento pugno por hacer entender la doctrina de su excelente libro 7 Ensayos, no solamente a los que son indios, sino también a tantos otros que no se consideran en la verdadera peruanidad revolucionaria. No obstante la marcada vigilancia que las autoridades ponen en todo y por todo lado. (34)
Imagino al profesor Vásquez, al anochecer, en una choza junto al fogón de la cocina alimentada con bosta de llama para neutralizar el frío y alumbrado con velas de sebo de carnero, rodeado de indios de rostro color cerámico haciendo la exégesis al aimara de los 7 Ensayos ayudado con estampas a la usanza de Huamán Poma.
4.2. En Lima
La situación en Lima, en cuanto a la actitud represiva del gobierno, no era diferente para Mariátegui. La dictadura del presidente Leguía había decidido contrarrestar su labor. Esta vez, el Leviatán, metamorfoseado en el gobierno de Leguía, lo laceraba de un coletazo mortífero. Los agentes del gobierno trataban de aislarlo y cortarle sus fuentes de sustentación. Le allanan su casa, requisan sus materiales de trabajo, interceptan su correspondencia, hostilizan a sus visitantes y huéspedes, clausuran –temporalmente- las revistas que dirige. Presionan a los propietarios de las revistas en donde colabora para dejarlo sin ingresos, etc. Esta situación la da a conocer, el 10 de junio de 1929, al escritor argentino Samuel Glusberg:
A esta pequeña conspiración de la mediocridad y el miedo, yo no le haría ningún caso. Pero la tomo en cuenta porque en el fondo, forma parte de una tácita ofensiva para bloquearme en mi trabajo, para sitiarme económicamente, para asfixiarme en silencio. (35)
Bajo todas esas circunstancias y al año de su lanzamiento, 7 Ensayos tuvo una discreta presencia en la prensa limeña, contrariamente a la expectativa de Mariátegui. En carta a Palmiro Macchiavello, fechada el 18 de septiembre de 1929, dice:
7 Ensayos no ha tenido mala prensa en el Perú. Mucho peor: no ha merecido de la prensa diaria limeña sino una nota de Armando Herrera en El Tiempo. Más bien en los diarios de provincias, ha sido muy comentado. Y, aunque el carácter nacional de sus capítulos no le da mucho título a la atención de la crítica extranjera, ha merecido muchos artículos de escritores latinoamericanos. (36)
Aunque las reseñas a 7 Ensayos aparecidas en la prensa limeña –como ya se ha mencionado- no correspondieron a la expectativa aguardada por Mariátegui, éste tuvo su compensación cuando los sindicatos y federaciones de Lima reunían fondos para la adquisición de libros o le solicitaban la donación de 7 Ensayos, tal como lo hizo la Federación Gráfica del Perú. (37)
4.3. En la APRA
El silencio también fue la actitud de Haya de la Torre y sus seguidores al lanzamiento de 7 Ensayos. Ellos habían calificado de europeísta a Mariátegui y éste los alude sin nombrarlos en la Advertencia de su reciente libro:
No faltan quienes me suponen un europeizante, ajeno a los hechos y a las cuestiones de mi país. Que mi obra se encargue de justificarme, contra esa barata e interesada conjetura. (38)
Mariátegui estuvo preciso, no dispensó más palabras, respondió únicamente con su obra., Los seguidores de Haya de la Torre, agrupados en la primigenia Alianza Revolucionaria Americana, estaban expuestos al influjo de Mariátegui. Es el caso de Manuel Seoane, quien siguió colaborando con Mariátegui en la revista Amauta, luego de la ruptura con Haya.
Uno de los atributos personales de Mariátegui plasmado en su obra es la esmerada probidad intelectual. Nada más ilustrativo que el reconocimiento a Haya de la Torre, luego de sostener, en el primer semestre de 1928, una polémica epistolar en la que el contendor estuvo irrespetuoso. (Mariátegui hace pública la definición de posiciones irreconciliables con un enfoque doctrinal en el editorial de la revista Amauta –Aniversario y Balance- correspondiente a septiembre de 1928). Ello no es óbice para que en uno de los ensayos medulares, El problema de la tierra, dejara expresa su coincidencia con Haya de la Torre. Es el caso de la cita a pie de página No. 18, en lo referente a la Comunidad y al Latifundio:
Escrito este trabajo, encuentro en el libro de Haya de la Torre Por la Emancipación de América latina, conceptos que coinciden absolutamente con los míos sobre la cuestión agraria en general y sobre la comunidad indígena en particular. Partimos de los mismos puntos de vista, de manera que es forzoso que nuestras conclusiones sean también las mismas. (39)
La coincidencia aludida con Haya de la Torre se halla específicamente en las cartas escritas en junio de 1925 desde Londres y enviadas a La Argentina a Julio R. Barcos y a Gabriel del Mazo; que luego fueron incorporadas a Por la Emancipación de América latina, pues éste libro es la recopilación de cartas, artículos, discursos y notas de viaje escritos entre 1923-1927; apareció en Buenos Aires en 1927. (40)
4.4 En el extranjero
Mariátegui aprovechó los canales establecidos para la circulación de Amauta en el extranjero. De esta manera, 7 Ensayos llegó a varios países del continente americano, especialmente a Bolivia, Chile, Argentina, Costa Rica, Cuba, Colombia y México; en Europa fue recibida en España, Francia, Italia y Alemania. Los principales difusores en el extranjero fueron los jóvenes universitarios y/o expatriados con los que Mariátegui mantenía correspondencia o influjo; así como también lo fueron intelectuales y artistas hispanoamericanos, tales como Samuel Glusberg, Gabriel del Mazo, Manuel Ugarte Emilio Petorrutti, Franz Tamayo, José Natusch Velasco, Julia García Gamez, Antonio Caballero Cabarcas, Sanin Cano, Alberto Zum Felde, Blanca Luz Brum, Jaime L. Morenza, Emilio Roig, Juan Marinello, Luis Cardoza y Aragón, Ernesto García Monge, etc. En el extranjero 7 Ensayos fue acogido con comentarios entusiastas. Además, suscitó canjes de libros y solidaridad en los momentos difíciles de Mariátegui.
4.5 En la revista Mercurio peruano de V.A. Belaúnde
Buena parte de los numerosos artículos de la crítica extranjera a la obra de Mariátegui fueron reproducidos en la revista Mercurio Peruano en su sección: Escritores peruanos juzgados en el extranjero (número doble 129-130 correspondiente a mayo-junio de 1929). Poco después, en una carta fechada el 21 de septiembre y dirigida al entonces joven historiador Raúl Porras, Mariátegui expresa su reconocimiento a la revista Mercurio peruano y, a la vez, reitera su enjuiciamiento al impacto de 7 Ensayos:
La indiferencia con que la crítica de Lima ha recibido hasta hoy mis 7 Ensayos, cuya aparición sólo ha sido señalado hasta hoy en periódicos o revistas por atentas notas de Ud., Luís Alberto Sánchez y Armando Herrera, es una razón más para que me sienta reconocido a Mercurio Peruano que tan deferentemente ha querido llamar la atención de su público sobre lo que en el extranjero se ha escrito sobre mi libro. (41)
Si 7 Ensayos no tuvo en la capital de la república la acogida que esperaba Mariátegui, en cuanto a reseñas, notas o crítica; ¿entonces, por qué en la revista limeña Mercurio Peruano el impacto de 7 Ensayos causó conmoción e hizo saber en Lima que Mariátegui era una figura continental. ¿Acaso, esa revista no pertenecía a los intelectuales del cogollo de la aristocracia capitalina que controlaba las instituciones académicas y culturales? ¿Qué había sucedido para que ponderen a un subversivo convicto y confeso?
La llamada Generación del 900 estaba algo maltrecha por el autoexilio de José de la Riva Agüero y Osma y por extrañamiento del país de sus prominentes miembros; entre ellos, Víctor Andrés Belaúnde, fundador y director del Mercurio Peruano. Belaúnde, desterrado por el dictador Augusto B. Leguía en julio de 1921, encargó la conducción de su revista a un grupo de jóvenes profesores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; quienes se relacionaron con Mariátegui luego de su retorno de Europa.
En abril de 1925 a Mariátegui le publican en el Mercurio Peruano: Un congreso más panamericano que científico. Los números 113 y 114 son dedicados a conmemorar el décimo aniversario de la implantación del socialismo en Rusia. Luego los números 115 (de enero de 1928 y correspondiente al décimo aniversario de la revista) y 116 (de febrero) son dedicados a la reforma Universitaria. En el No. 117, el comité directivo emite una declaración que, entre otras cosas, dice: nuestra ideología es de izquierda. Además, algunos jóvenes del comité directivo colaboran también en Amauta, la revista de Mariátegui. En suma, la orientación del Mercurio Peruano ya es diferente a la que dejara Belaúnde.
Al aparecer 7 Ensayos, Belaúnde, desde el exilio, se siente jaqueado e intenta conjurar la sedición que se había generado al interior de su revista mediante una maniobra rápida: rebatir, con cierta mesura, la obra de Mariátegui. Aunque no era su propósito, hizo más que nadie por difundirlo en Lima. En el mismo número doble de su revista que se reproducen los comentarios del extranjero a 7 Ensayos, inicia una confrontación ideológica. Examina críticamente La cuestión económica, bajo el título genérico: En torno al último libro de Mariátegui. En su primer párrafo advierte:
La distancia ideológica que me separa del autor –toda la que media entre el Cristianismo integral y el socialismo integral- y la evidente injusticia con que trata a la generación a la que pertenezco, impone de mi parte, al estudiar Ensayos de Interpretación de la realidad peruana (sic), un deber de mayor imparcialidad. (42)
En el tratamiento de “La Cuestión Económica” Belaúnde también ha revisado críticamente los siguientes ensayos: El nuevo planteamiento del problema del Indio y, además, El problema de la tierra. Pero al margen de la contienda y de los errores que le imputa a Mariátegui, 7 Ensayos le hizo aflorar, al ahora “ardoroso apologista del cristianismo” (43), sus reminiscencias juveniles cuanto tuvo una posición demoliberal, adscrita al positivismo y le prestó atención al problema indígena. En tal sentido, atribuye a 7 Ensayos el mérito de haber dado el primer lugar a la sociología nacional, al problema del indio y el haber afirmado que su nuevo planteamiento supone el problema de la tierra. (44)
En sucesivas entregas al Mercurio Peruano, Belaúnde continúa publicando los resultados de su estudio crítico de los ensayos de Mariátegui: La Instrucción Pública (45), Regionalización y Centralismo (46) y El Problema Religioso (47). Sin embargo, eso ya no es suficiente para controlar a los jóvenes redactores del Mercurio Peruano. Estalla la crisis interna y los disidentes abandonan la revista. Finalmente, V.A. Belaúnde organiza su análisis crítico de los 7 Ensayos y publica en 1931 el libro: La Realidad Nacional. (48)
Años más tarde y ya fallecido Mariátegui, el Marqués de Monte Alegre de Aluestia, José de la Riva Agüero y Osma (1885-1944), le reprochó a V. A: Belaúnde la forma comedida y respetuosa con que trató a Mariátegui en la referida confrontación:
En esta confrontación tan cortés y mesurada, que deshace casi todas las soflamas del corifeo marxista, no disiente con Belaúnde sino en (…); y más que todo en el excesivo aprecio y desproporcionadas alabanzas caritativas, malbaratadas con el sedicioso autor rebatido, simple vulgarizador alharaquiento de Marx, y periodista reporteril, indocumentado y sectario. Belaúnde incurre a menudo en la culpa de extremar la benevolencia y la lenidad. (49)
El Marqués Riva Agüero debe haber rumiado su ojeriza hacia el joven plebeyo desde el 30 de abril de 1916 cuando Mariátegui le enmendara la plana a quien se asumía con la quinta esencia del lenguaje castizo. Eso ocurrió con el artículo publicado en La Prensa: UN DISCURSO: 3 HORAS, 48 PAGINAS, 51 CITAS. ¿Gramática? ¿Estilo?: 0 Acotaciones marginales. En resumen, con sus 7 Ensayos Mariátegui perforó el blindaje de la oligarquía criolla ilustrada debajo de la línea de flotación.
4.6 En la III Internacional
Mariátegui para escapar del cerco que le habían tendido, estaba interesado en abrirse espacio para desplegar su labor y difundir el contenido de sus 7 Ensayos entre los dirigentes obreros y campesinos y militantes de los partidos, no solo de Perú, sino de otros países; para tal fin, envió sus 7 Ensayos a los certámenes internacionales auspiciados por la URSS a través de la Internacional Sindical Roja (PROFINTERN) y la III Internacional Comunista (COMINTERN), organismo que afiliaba a los partidos comunistas. Con Julio Portocarrero, obrero textil de Vitarte, envió su tesis el problema indígena al Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana efectuado en Montevideo en mayo de 1929. Portocarrero había acompañado a Mariátegui en la fundación del Partido socialista y de la Confederación General de trabajadores del Perú. A ese Congreso acudieron representantes de las organizaciones obreras de quince países de América latina, a las cuales estaban afiliados numerosos obreros y campesinos.
El comité organizador no le había dado importancia al problema indígena, a pesar de existir una gran población indígena en Hispanoamérica; salvo Mariátegui, ninguno de los delegados había aportado o propuesto tesis alguna. Únicamente eran portadores de informes.
En el Congreso se difundió El problema indígena y hubo un debate preliminar pero no se elaboraron resoluciones para ser llevadas a la práctica, a pesar que Mariátegui finaliza su trabajo con conclusiones y tareas. Sin formular resoluciones para ser puestas en práctica se concluyó: que para una más completa consideración del problema indígena, en el próximo congreso debería contarse con el aporte de materiales de Bolivia, Ecuador, Colombia, etc. (50)
Según Portocarrero, la figura política e intelectual de Mariátegui destacaba continentalmente, puesto que no solo informaba; sino formulaba tesis, daba un tratamiento conceptual y finalizaba su desarrollo con tareas concretas. (51) El influjo de Mariátegui y sus 7 Ensayos –a través de El problema indígena- dejó sentir en el informe presentado por S. Junco, delegado de Cuba y del sub-comité del Caribe, cuando trató El problema de la raza negra y el movimiento proletario. Ahí Junco dice:
Tanto como el compañero Mariátegui lo destaca para el problema indígena, nosotros afirmamos que el problema de los negros; a pesar de tener con aquel cierta diferencia de orígenes y caracteres históricos, es también de honda raigambre social y política. No se trata de problema solamente racial y meramente administrativo. (52)
El otro evento se celebró al mes siguiente en Buenos Aires: La Primera Conferencia Comunista Latinoamericana organizado por el Secretariado sudamericano de la III Internacional. Acudieron por el Perú Julio Portocarrero , que había estado en Montevideo, y desde Lima el médico Hugo Pesce, portador de 7 Ensayos y de las tesis elaboradas por Mariátegui para dicho evento, las que –de alguna manera- también extraían material de sus 7 Ensayos. Este libro fue entregado a al ítalo-argentino Vitorio Codovilla, quien le restó valor. (53). La figura política e intelectual de Mariátegui destacaba nítidamente a nivel continental y ensombrecía a la de Codovilla por lo que éste intrigó contra Mariátegui al proponerle a Julio Portocarrero apoyarlo para que fuese el Secretario general del Partido socialista del Perú, lo que fue rechazado tajantemente y con indignación. (55). Codovilla ya era un burócrata de alto nivel; integró el comité ejecutivo de la III Internacional desde 1926 y ya había iniciado su larga carrera de Secretario General del partido comunista Argentino.
En los debates de la Primera Conferencia comunista, arreciaron los ataques de los dirigentes de la III Internacional contra la delegación peruana. En contraposición a las tesis de Mariátegui y por influjo de los dirigentes de la III Internacional se aprobó: La autodeterminación de las nacionalidades quechuas y aimaras y la constitución de las repúblicas socialistas indígenas; aunque, a la vez, se subestimó el movimiento campesino. Además, con la consigna de clase contra clase obligaba a las secciones nacionales –es decir, a los partidos comunistas- a considerar como enemigos a grupos que eventualmente podrían integrar un frente. De esta manera, instituyeron la línea política oficial –para América latina- del VI Congreso de la III Internacional, llevado a cabo en agosto del año anterior.
Se tendió al aislamiento del partido, a menospreciar la actividad artística e intelectual creativa y la investigación de la realidad peruana efectuada por Mariátegui. Ahí se originan los términos “mariateguismo” y “amautismo” con un sentido peyorativo. (A pesar de todo, Mariátegui afilió el partido socialista a la III Internacional).
Dentro de una organización vertical y fuertemente burocratizada era inconcebible que un militante de cualquier partido comunista tuviera un modo de pensar original, particular. Pues, la Rusia soviética trataba de producir en cantidades industriales bolcheviques estandarizados para someterlos a las directivas del Partido Comunista Ruso y funcionaran eficientemente dentro de una gran maquinaria centralizada a nivel mundial. Tan igual como ahora son formados los funcionarios, dentro del capitalismo, por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o alguna universidad norteamericana. Todos igualitos con el mismo discurso para los países neocoloniales. Dichos ejemplares en nuestro país son los exministros de economía Carlos Boloña Behr, Pedro Pablo Kuczynski, etc.
A Eudosio Ravines le cupo el papel de “desmariateguizar” al partido socialista. Ravines retorna a Lima desde París en enero de 1930. Era un tipo de temperamento ardoroso y obsesivo, pero carente de pensamiento original; contó con la confianza de la COMINTERN. Se sometió a sus directivas “sin dudas ni murmuraciones”. Luego de la prematura muerte de Mariátegui, ocurrida el 16 de abril de 1930; ocupó la Secretaría general del Partido y le cambió de denominación por partido comunista. El 22 de agosto llega a su fin el Oncenio de Leguía por el levantamiento militar del Tnte. Coronel Luis M. Sánchez Cerro.
5. Vicisitudes de 7 Ensayos.
Después de la prematura muerte de Mariátegui y la defenestración del presidente Leguía, la llamada “Generación del 900” retoma sus posiciones en el campo académico e intelectual. Por otra parte, ni los comunistas y mucho menos los apristas estaban interesados en una segunda edición de los 7 Ensayos. La represión al pensamiento izquierdista, por las dictaduras de turno, ocurrió sin apelar a las requisas o incineración de ejemplares de los 7 ensayos, prácticamente, no existían ejemplares; se habían agotado coincidiendo con la muerte de su autor. 7 Ensayos se convirtió en un libro clandestino leído soterradamente por dirigentes obreros, universitarios y algunos intelectuales. En las universidades se le omitía, ya sea por el temor a la represión estatal o por no compartir el contenido del libro. El Leviatán –el Estado dictatorial- había colocado a los 7 Ensayos en el Index espurgatorius. Existía una especie de conjura contra la obra de Mariátegui, la que fue confinada durante largos años e ignorada por vastos sectores sociales.
En 1934 cuando se gestaba un cambio en la formulación estratégica y en la política de alianzas en el movimiento comunista internacional, ante su profunda crisis; en el Perú, se intentó –a través de la Compañía de Impresiones y Publicaciones- la reimpresión de los 7 Ensayos, la que resultó una publicación incompleta y de escasa circulación.
En julio de 1935, el VII Congreso de la COMINTERN oficializa la nueva línea política. Sin embargo, Mariátegui y sus 7 Ensayos aún continúan en el Index. No solo en el Perú, sino también en Rusia. Se le moteja de populista. (55) En 1941, el historiador Soviético V. Miroshevsky lo caracterizó sumariamente así: Fueron sus ideas sueños utópicos de un intelectual pequeñoburgués en un país campesino atrasado. (56) La revista comunista cubana, en donde apareció la versión castellana del académico Miroshevsky, comparte la misma posición; el editor afirma que Mariátegui no pudo quedar libre de esas falsas interpretaciones (errores matrices del populismo) que permean toda su obra. Esta adscripción, populista, es uno de los tantos intentos vanos por encasillarlo en alguna corriente de pensamiento; Mariátegui es inasible a la esencialización.
En mayo de 1943 fue disuelta la COMINTERN como un gesto de buena voluntad de la URSS respecto a sus aliados occidentales en la Segunda guerra mundial. (57) En el Perú se reflejó con la aparición de un clima democrático, especialmente en Lima. En estas circunstancias, Anna Chiappe viuda de Mariátegui y sus hijos –ya todos en edad productiva y ligados a la actividad gráfica y librera- editaron la segunda impresión de 7 Ensayos en febrero de 1944; y tal como la primera, en los talleres gráficos de la editorial Minerva.
Hacia el año 1945 la Generación del novecientos había periclitado y la generación del Centenario asume la conducción cultural del país; Luis E. Valcárcel, Raúl Porras, Jorge Basadre, Luis A. Sánchez, etc., han adquirido la categoría de maestros. En el escenario político:
El APRA había logrado ganar y confundir no sólo a las masas populares, sino a un apreciable número de intelectuales, todo esto, en parte por el carácter atrasado de la sociedad peruana; pero, sobre todo, por el abandono del Partido comunista de la línea y el espíritu de Mariátegui tras su muerte, con su política sectaria en el tratamiento de los intelectuales y la absoluta mediocridad intelectual de sus líderes. (58)
En agosto de 1952, coincidiendo con el inicio de un nuevo ciclo de movimientos campesinos en el Perú y con la intensificación del flujo migratorio hacia la capital, aparece la tercera edición de los 7 Ensayos; con la consabida portada de Julia Codesido e impresa en los talleres de Minerva para la empresa editora Amauta.
En esta tercera edición, que como la segunda reproduce fielmente el texto original, se agregó a El Problema del Indio una sumaria revisión histórica de la cuestión que, en opinión del propio José Carlos Mariátegui, complementaba el mencionado ensayo. En esta forma, la tercera queda como edición ne varietur, esto es, definitiva y desde entonces este texto ha sido reproducido fidedignamente, en todas las ediciones publicadas en el país y fuera de él. (59)
La cuarta impresión apareció en Santiago de Chile en 1955. Fue la editorial universitaria, dentro de la colección América Nuestra, dirigida por Clodomiro Almeyda, a quien le cupo la primicia de la edición de 7 Ensayos en el extranjero. Chile es el país de América latina en donde el Partido socialista y el comunista han logrado mayor desarrollo; quizá, ello explique esa primera edición en el extranjero.
El inicio del auge editorial de 7 Ensayos en el Perú fue propiciado por el restablecimiento del régimen constitucional; y tiene su punto de partida en el año 1957 con la aparición de la quinta reimpresión y, a la vez, primera edición popular en formato pequeño o de bolsillo. Se lanzó un tiraje desusado para la época: 50,000 ejemplares; y también a un precio desusado, por lo barato. Al año siguiente se lanzó una segunda edición popular con el mismo número de ejemplares. Desde 1959 se incluye 7 ensayos en la serie popular de las obras completas de J.C. Mariátegui.
7 Ensayos y el resto de obras de Mariátegui no sólo estuvieron al alcance del pueblo por su precio reducido; sino porque se organizaron festivales para promover su difusión. Se instalaron vistosos kioscos en los lugares de mayor tránsito o concurrencia; los libritos se expendieron en paquetes encintados y en primorosas cajas de cartón. (60)
En el extranjero, 7 Ensayos vio allanada su publicación por el triunfo de la revolución cubana y la consiguiente efervescencia social en América latina. En 1963 aparece en La Habana. Y ese mismo año la URSS levanta la censura y estampa el Nihil obstat imprimatur (puede imprimirse porque no hay obstáculo) a los 7 Ensayos. Luego de esas dos publicaciones ya son frecuentes las ediciones y traducciones en el extranjero.
En 1968 se publica en el Perú una edición en formato grande conmemorativa del 40ª. Aniversario; fue una edición de gala, con lo cual, la familia Mariátegui demostró, una vez más, su destreza en las artes gráficas. Hasta 1978 se publicaron diecisiete ediciones populares, las que en los últimos años alcanzaron tiradas extraordinarias de 160,000 ejemplares cada una. En 1988 se edita la vigésima octava edición popular.
De las ediciones y traducciones en el extranjero, solamente menciono: la publicación china (editorial Shannva, Beijim, 1987), la japonesa (Trige Shobo Publisher, Tokio, 1988) y la tercera edición en inglés (University of Texas Press, Austin, 1988). Hasta mediados de 1988 aparecieron en total 55 ediciones en el Perú y el mundo. En marzo de 1994 el mariateguista italiano Antonio Melis afirma: Hace ya mucho tiempo que se han superado los dos millones de ejemplares. (61) A fines del 2008 se publicará una edición en griego de los 7 ensayos.
En el Perú resulta inimaginable una edición de 7 Ensayos sin la cubierta de la pintora Julia Codesido, tal como aparece desde la publicación primigenia. También resulta inimaginable sin la impresión a cargo de la familia Mariátegui (Ana Chiappe viuda de Mariátegui e hijos) con su editorial Amauta S. A. Esta sociedad familiar está dedicada exclusivamente a la publicación de los escritos de José Carlos Mariátegui y al fomento editorial de las investigaciones en torno a su vida y obra. En la difusión de 7 Ensayos o en su éxito editorial ha contribuido, la conjunción de la calidad y la perspectiva de su autor con la devoción de su familia. El culto al padre inculcado por la mamma italiana.
Amauta se originó porque Julio César Mariátegui había reconocido generosa y previsoramente a su hermano José Carlos una participación del 25% del accionariado en la constitución de la editorial, librería e imprenta Minerva. Luego de la prematura muerte de su hermano, entregó ese capital a su cuñada y sobrinos; quienes, a su vez, fundaron la editorial Amauta. No solo recibieron ese legado, sino, también la finalidad fundacional de Minerva: abaratar el libro. Así les como los pobres tienen acceso a 7 Ensayos; aunque aún no tengan acceso a Machu Piccho
6. Valoración contemporánea
El influjo de la obra de Mariátegui y su atrayente biografía, es sentida por personas de diversas culturas y categorías sociales de cualquier latitud del planeta. También los 7 Ensayos ejercen una inducción catalizadora en los movimientos sociales contemporáneos; es decir, donde surgen conflictos aparece la vigencia de Mariátegui.
El profesor mejicano, ingeniero agrónomo Edmundo Flores, declaró su admiración por Mariátegui a los peruanos que habían concurrido a un curso internacional de Reforma Agraria en el verano de 1963 en Santiago de Chile; les dijo: Los 7 Ensayos son una bomba de tiempo que ustedes, los peruanos tienen guardada. Este pasaje lo registró el ingeniero agrónomo José Sabogal Wiesse en sus Remembranzas de Mariátegui; ahí Sabogal concluye calificando a los 7 Ensayos como un libro impropio para burócratas y tiranos de turno. (62)
José María Arguedas, uno de los escritores más representativo y estudiado de la narrativa peruana y a quien recurren no sólo con fines propiamente literarios, sino para conocer y explicarse el universo cultural de los indios quechuas del sur andino, expresó en 1968, al recibir el premio Inca Garcilazo de la Vega:
Fue leyendo a Mariátegui y después a Lenin que encontré un orden permanente en las cosas; la teoría socialista no sólo dio un cauce a todo el porvenir, sino a lo que había en mí de energía, le dio un destino y lo cargó aún más de fuerzas por mismo hecho de encauzarlo. (63)
José Aricó, director de la sección “Cuadernos de Pasado y Presente” de la editorial Siglo XXI de Buenos Aires, expresa lo que para él significa 7 Ensayos: Representa el más grande aporte del marxismo latinoamericano a la causa de la revolución mundial. (64) Antonio Melis, crítico literario y catedrático de la universidad de Siena, Italia, ha ponderado a Mariátegui como: uno de los marxistas más grandes de nuestro siglo.(65)
A Atanas Stoykov, historiador y analista búlgaro, la lectura de los 7 Ensayos, en traducción rusa, lo deslumbró y lo incitó a profundizar en el español para leerlo en su expresión natural propia. (6) El sociólogo holandés Gerard Kruijer, catedrático emérito de la universidad de Amsterdam, tomó los 7 Ensayos para refutar la teoría de la Modernización del economista norteamericano W. W. Rostow. (67)
William Stein, profesor principal del Departamento de Antropología de la State university de Nueva York en Buffalo, Awherst, Nueva York, leyó a Mariátegui por primera vez en setiembre de 1971 en la comunidad campesina de Vicos, Ancash, luego de haber realizado varios estudios en dicha comunidad. A Stein, la lectura de 7 Ensayos le fue de gran utilidad: me permitía entender lo que había acontecido y por qué; más aún, quiénes eran los vicosinos. (68) Las vivencias de Stein en Vicos y su encuentro con 7 Ensayos le produjo, también, el cuestionamiento de su formación profesional: rechacé el pesado equipaje culturalista con el cual había sido adoctrinado en el aprendizaje de mi profesión antropológica, prejuicio por el cual había culpado a los vicosinos culturalmente por sus fracasos e ineficiencias, dirigí mi atención a otro método que daba prioridad a las condiciones económicas. (69)
Cuando dije, al empezar este capítulo, que la obra de Mariátegui tiene efecto catalizador en los movimientos sociales contemporáneos, no sólo se aludía implícitamente a los localizados en el Perú o en Hispanoamérica; sino también e los cualquier otro lugar del mundo; es el caso del movimiento chicano, que tuvo su auge por los años 1968/75 en EE.UU. de Norteamérica. A simple vista, resulta inverosímil que Mariátegui haya estado presente con sus 7 ensayos en los EE.UU.; pero si se toma en cuenta que a la explotación como clase se une la opresión como raza o etnia, Mariátegui tendrá vigencia en cualquier latitud del planeta; más aún cuando la “supremacía blanca” es manifiesta y discriminadora.
En los EE. UU. los inmigrantes mexicanos, o sus descendientes, no son tratados como ciudadanos, con iguales derechos, sino son discriminados. Esta masa de población de origen mexicano esta compuesta por mestizos (o “cholos”, como se les llama en el Perú), los que en su lugar de origen no ocupan el último lugar en la escala social, como los indios; pero al llegar al sur de EE.UU. ocupan los puestos de trabajo más rudos, de bajo prestigio y en relaciones laborales anti-sociales; además, tienen restringida la participación política y el acceso a las universidades; sobre todo, en las ciudades en donde constituyen la población mayoritaria. Estas condiciones de inferioridad los sitúan en una posición similar a la de los indios, aunque en otro escenario. Mayores elementos explicativos proporciona Salvador Rodríguez del Pino, profesor de español en la universidad de Boulder, Colorado, EE.UU., con las siguientes observaciones:
En Latinoamérica se reconoce al mestizo, como se reconoce al blanco y al indio. En los EE.UU. el mestizo no existe. Se es blanco, indio o negro, pero no mestizo. EE. UU. tiene una gran aversión a la mezcla de razas. El mestizo chicano a veces ha justificado su mestizaje, mejor dicho lo ha negado, haciéndose llamar español porque el término “mexicano” era comparable con el de indio. El indio en los Estados Unidos está considerado socialmente por debajo del negro, puesto que el negro es ubicuo y está respaldado por el complejo nacional de culpabilidad. El indígena para la mayoría de la población estadounidense, solamente existe en las películas y en las novelas del oeste. Los Estados Unidos quieren retener su herencia y genealogía europea a toda costa. (70)
Ante tal situación, los mestizos provenientes de países hispanoamericanos con fuerte composición poblacional india, como la mexicana, no tienen en EE.UU. la opción de confundirse o mimetizarse con algún estrato que estuviera en mejor posición. Esta característica aunada a las anteriores, configura a la población chicana como potencialmente subversiva y propicia a recepcionar el mensaje de 7 Ensayos. El sector más esclarecido integrado por la intelectualidad chicana y los dirigentes de las organizaciones chicanas leyeron la obra de Mariátegui con fruición. A través de ellos, la ideología elaborada por uno de los peruanos universales llegó a EE.UU. (71)
Otro de los movimientos sociales, dizque, influidos por Mariátegui fue la guerra de guerrillas que iniciara el 18 de mayo de 1980 en Chuschi, al sudoeste de Huamanga, el Partido comunista del Perú llamado “Sendero luminoso”. Este partido político fue llamado así porque en la etapa preparatoria para iniciar la lucha armada sus documentos oficiales concluían con el lema: Por el sendero luminoso de Mariátegui. (También se le etiquetó así para distinguirlo del otro partido comunista del Perú, motejado moscovita). Aunque lo han ubicado entre los “socialistas místicos” (72), Mariátegui fue un socialista que no descartó la lucha armada: La revolución no se hace, desgraciadamente con ayunos. Los revolucionarios de todas las latitudes tienen que elegir entre sufrir la violencia o usarla. (73).
En la etapa preparatoria de la insurrección armada, el Comité central del Partido Comunista del Perú, publica un documento en 1975 en el que, entre otras cosas, dice: el Partido retomó la línea roja proletaria de Mariátegui, abandonada a la muerte de su fundador, aplicando y desarrollando la línea política general: Retomemos a Mariátegui y reconstituyamos su partido. (74)
Para el profesor de filosofía Abimael Guzmán Reynoso, jefe del partido comunista del Perú, (Sendero luminoso), y conductor de la guerra subversiva (1980/1992), Mariátegui representa: el más grande marxista que ha dado América hasta hoy (…) y un grandioso ejemplo. (75)
Sin embargo, no guardó correspondencia lógica entre lo afirmado y la conducción del Partido:
lejos estuvo Mariátegui del sectarismo, y de todas sus perniciosas derivaciones, que encarcelan el movimiento y tapian los caminos de su expansión y superación .(76)
Si bien la coyuntura social puede favorecer una revolución, también la personalidad del dirigente revolucionario es relevante para tal fin. Sin carisma con sectarismo y desconociendo la cosmovisión andina, el conductor frustra el difícil impulso inicial (take off); aún cuado ya se haya tramontado; tal como aconteció en nuestro país con la guerra subversiva. De todas maneras, no se debe dejar de reconocer que dicha guerra subversiva, con todas sus vicisitudes, ha sido el movimiento social de mayor conmoción en la historia republicana.
Huamanga fue el foco de la subversión y desde donde se irradió a gran parte del territorio peruano; en Huamanga, principalmente, se incineraron folletos y libros de Marx, Engels, Lenin, Mao proveniente de la editorial de lenguas extranjeras de Pekín y, por supuesto, también 7 Ensayos. La posesión de 7 Ensayos constituía una prueba, a lo menos indiciaria, para ser arrestado, torturado y acusado de “terrorista”; lo que en tiempos de la Colonia equivalía a ser acusado de “idólatra”. No sería raro, que los jóvenes secuestrados, recluidos y desaparecidos en el cuartel de las FF.AA. de Huamanga salieran transmutados en humo por la chimenea del horno del cuartel.
La incautación de 7 Ensayos y el arresto de sus poseedores ocurrieron en los allanamientos domiciliarios u operaciones de “rastrillaje” ejecutadas por las FF.AA. en los llamados “pueblos jóvenes” de Lima o en las zonas declaradas en estado de emergencia bajo comando militar. (77)
Pasado el terrorismo de estado del gobierno del presidente Fujimori continúan los certámenes nacionales e internacionales conmemorando a Mariátegui y sus 7 Ensayos. Aunque ahora ha cumplido 80 años es un libro que no envejece, según la autorizada aseveración de Jorge Basadre, el historiador más completo de la época republicana. (78)
(Al concluir el presente texto, que lo había escrito hace unas décadas y que ahora lo he remozado, amortizo una deuda contraída conmigo mismo. Y los invito a ingresar a los 7 Ensayos por la hornacina trapezoidal Inca de su portada bajo la formulación de José Carlos: La historia afortunadamente, resuelve todas las dudas y desvanece todos los equívocos. (79)
7. REFERENCIAS
(1) ROUILLON, Guillermo: Bio-bibliografía de José Carlos Mariátegui Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Departamento de publicaciones. Lima 1963, Perú, p. 5.-
2. Aportes de 7 Ensayos
(2) MARIÁTEGUI, José Carlos: 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana. Empresa editora amauta S. A., Biblioteca Amauta, 13va. Edición. Lima 1968. p. 11. (Edición conmemorativa del cuadragésimo aniversario de la primera publicación).
2.1 La interpretación
(3) SAN CRISTÓBAL, Antonio: Economía, educación y marxismo en Mariátegui. Ediciones Studium S.A., Lima, 1960, pp. 16 y 17.- (Nihil Obstat: Monseñor Luis Lituma, Censor).
2.2 El enfoque totalizador
(4) ROUILLÓN; Guillermo: La creación heroica de José Carlos Mariátegui. La edad de piedra, tomo I, editorial Arica S. A., Lima, 1975, pp. 18-19.26.30.-
(5) PARIS, Robert: Saggio introductivo a Sette saggi sulla realta peruviana e altri scrittí politici di José Carlos Mariátegui. Giulio Einaudi editore, “Nuova universale Einaudi” 138, taduzione di Bruno Mari e Gabrilla Lapasini. Torino, 1972 pp. XXXVII y XXXVIII.-
(6) NÚÑEZ, Estuardo: La experiencia europea de Mariátegui. Empresa editora Amauta S. A., Lima, junio de 1978, p. 26.-
2.4 .La base para un programa político
(7) MARIÁTEGUI, José Carlos: Ideología y política. (Compilación de los editores). 1ra. edición, Lima 1969; 3ra. edición, Lima 1972; ediciones populares de las Obras completas de J.C.M., vol. 13, empresa editorial amauta, biblioteca amauta, pp. 15 y 16.- Consultar también la carta que le envía Mariátegui a Moisés Arroyo Posadas el 30 de julio de 1929. (Correspondencia de José Carlos Mariátegui. Empresa editora Amauta S.A., Biblioteca Amauta, primera edición, Lima 1984, vol. II, p. 69)
(8) Esta última afirmación se corrobora con la aparición de un notable ensayo, inspirado en Mariátegui, del escritor peruano Miguel Gutiérrez; para quién:
El ensayo ‘discurso libre que navega entre la literatura, la filosofía y la ciencia (…) se caracteriza por exponer de manera viva y vívida reflexiones, perplejidades o algunas certezas pensando en el lector común o no especializado, aunque si amante de las aventuras del pensamiento y de la imaginación.
Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, el Discurso del método del proletariado, según Lenin, puede ser leídos por un obrero y los Ensayos de nuestro Mariátegui (además del placer que producen su lectura) sirven de reflexión y arman para sus luchas al proletariado (…) El ensayo, legítimo en sí mismo, es la forma que más convenía a un estudio que no oculta el yo, que incorpora la subjetividad en el proceso de racionalización de una determinada problemática.
GUTIÉRREZ, Miguel: La generación del 50: un mundo dividido. Ediciones “Sétimo ensayo”, Lima 1988, p. 16.-
2.5 La autonomía de pensamiento
(9) En la apertura de 7 Ensayos, los lectores se encuentran ante las advertencias de Mariátegui. Ahí manifiesta su orientación socialista (la que para él no tiene la misma connotación reformista o socialdemócrata como en Europa); luego en la página 52, declara su filiación marxista, usando una figura jurídica: convicto y confeso; figura ya usada en la carta que escribió en la prisión el 10 de junio de 1927 y dirigida al diario La Prensa de Lima.
(10) En las 277 páginas de que consta la edición que manejo (Lima, Amauta, 13ª. Edición, 1968), hay en total cinco menciones a Marx y Engels. De ellas, en un caso, el nombre de Marx es indicado de pasada, sin cita correspondiente (p. 64, n. 15); en otras dos ocasiones, pertenecientes a un mismo pasaje, Marx es citado por otro autor, G. Sorel (p.72, n.23). Solo en dos oportunidades se transcriben breves textos, uno del Anti-Dühring, otro de El Capital.
CONCHA, Jaime: Mariátegui y su crítica del latifundio. En: “Ensayos sobre Mariátegui”, Simposio de Nueva York, 1980, empresa editora Amauta, Biblioteca Amauta, Lima, 1987, p.142, n.5.-
(11) VALLEJO, César: Las lecciones del marxismo. Revista Variedades, Lima 19 de enero de 1929. Tomado de: César Vallejo desde Europa; crónicas y artículos (1923-1938). Recopilación, notas y documentación por Jorge Puccinelli; ediciones Fondo de Cultura Peruana, Lima, 1987, p. 322.-
(12) La Escena contemporánea fue elaborada por Mariátegui en base a sus agudas observaciones personales y a la orientación conceptual de quien –en la presentación del libro- declara: No soy un espectador indiferente del drama humano. Soy, por el contrario, un hombre con una filiación y una fe. En la obra se aprecia la crisis postbélica europea y los esfuerzos de la burguesía por mantener la sobrevivencia del capitalismo ante la emergencia revolucionaria. La revolución Rusa es presentada como estimulante de la crisis y propiciadora de la demarcación entre reforma y revolución; cuya piedra de toque es la adhesión, o no, a la III Internacional. En los esfuerzos por mantener la sobrevivencia del sistema capitalista, las burguesías instrumentan tanto a los fascistas como a los socialdemócratas, según las circunstancias y también a los países para contener el asalto de los socialistas revolucionarios y luego derrotarlos. La Escena contemporánea es un libro aleccionador y vigente en los ciclos de crisis. Fue publicada por la Librería, editorial e Imprenta Minerva; poco después de su inauguración, ocurrida el 31 de octubre de 1925. A pesar de haberse agotado esta edición con facilidad, recién en 1959 se dio a la estampa la segunda, integró la primera serie de las ediciones populares de las obras completas de JC. Mariátegui.
3. Gestación
3.1 Génesis del escritor autodidacta
(13) ROUILLÓN; Guillermo: La creación heroica de José Carlos Mariátegui. La edad de piedra, tomo I, editorial Arica S. A., Lima, 1975, pp. 75-76.-
3.2 La “edad de piedra”
(14) Nuestra Época. Revista, año I, núm. 1, Lima 22 de junio de 1918. Tomado de la edición facsimilar, Empresa editora Amauta S.A., Lima s/f, pp. 28 y29. Al respecto, ver el enjundioso artículo de William W. STEIN: José Carlos Mariátegui y el incidente de los militares de 1918; Anuario Mariateguiano Vol. XI- No. 11- 1999 Publicación periódica de la empresa editora Amauta S.A. Lima, pp. 193/222.-
3.3 Aprendizaje en Europa
(15) MARIÁTEGUI, Javier: Adhesión familiar. Discurso en el coloquio Internacional sobre “Mariátegui y la revolución latinoamericana” organizado por la universidad d Sinaloa (México) en conmemoración del 50 aniversario de la desaparición física de J.C. Mariátegui. Tomado de Cuadernos médico-sociales, revista, No. 9, Lima abril-junio de 1980, p. 72.-
(16) ROUILLÓN; Guillermo: La creación heroica de José Carlos Mariátegui. La edad revolucionaria, tomo II, editado por la viuda del autor e hijos, Lima, 1984, pp. 119-189-230-260-281-282-286-288.-
3.4 Mientras tanto en el Perú…
(17) RENGIFO, David: El poder y la función ideológica del teatro durante el leguísmo:
El reestreno de la ópera Ollanta. Lima 1920. Tesis para optar el título de licenciado en historia. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de ciencias sociales, Escuela académico-profesional de historia. Lima 2005.
3.5 El retorno al Perú y la definición del teatro de operaciones
(18) ROUILLÓN; Guillermo, Ob. Cit. p. 177-188.-
(19) Variedades. Revista, Lima 6 de junio de 1925. tomado de La novela y la vida; Empresa editora Amauta S.A., ediciones populares de las obras completas de J.C. Mariátegui, Vol. 4, decimosegunda edición, Lima 1986, p. 145-146.-
(20) MARIÁTEGUI, J.C.: Hacia el estudio de los problemas peruanos. Un programa de estudios sociales y económicos. Y El hecho económico en la historia peruana. tomados, secuencialmente, de Peruanicemos al Perú, pp. 50/61.-
3.6 Fuentes de información
(21) MARIÁTEGUI, J.C.: Un programa de estudios sociales y económicos En Peruanicemos al Perú p. 56.-
(22) MARIÁTEGUI, J.C.: Vidas paralelas: E.D. Morel-Pedro Zulen. Mundial, revista, Lima 6 de febrero de 1925. (Zulen y Urviola habían fallecido, por extraña coincidencia, el 27 de enero de 1925). Tomado de Peruanicemos al Perú; empresa editora Amauta, ediciones populares de las obras completas de José Carlos Mariátegui, Vol. 11, 1ra. edición, Lima, 1970, p.39.-
(23) RENGIFO, Antonio: Esbozo biográfico de Ezequiel Urviola y Rivero (1895-1925). Contribución al estudio del liderazgo campesino. “Campesino” Revista, No.1, Lima, enero-abril de 1969, pp. 17/36. Texto revisado y reproducido en: Los movimiento campesinos en el Perú (1879-1965) de Wilfredo Kapsoli, Delva editores, Lima octubre de 1977, p. 198.-
(24) MARIÁTEGUI, J.C.: Vidas paralelas: E.D. Morel-Pedro Zulen. Tomado de Peruanicemos al Perú; p.39.-
(25) Reproducido en Peruanicemos al Perú, pp. 30/34.-
(26) FALCÓN, Jorge: Anatomía de los 7 ensayos de Mariátegui. Empresa editora Amauta, 1ra. edición, Lima diciembre de 1978, p.22.-
(27) MARIÁTEGUI, J.C.: El problema de la estadística. Mundial Revista, Lima 1 de enero de 1926. Tomado de Peruanicemos al Perú, p.88.-
(28) MARIÁTEGUI, José Carlos: 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana. Empresa editora Amauta, Biblioteca Amauta, décimotercera edición, Lima, 1968, p. 75. (Edición conmemorativa del cuadragésimo aniversario de la primera publicación).
(29) Ibidem, p. 79.-
3.7 La revista Amauta
(30) MARIÁTEGUI, J.C.: Prólogo a Tempestad en los Andes de Luis E. Valcárcel; 2da. edición, editorial “Populibros Peruanos”, Lima, /1963/, p.10.-
(31) MARIÁTEGUI, J.C.: Presentación de Amauta. Amauta, Año I, No. 1, Lima setiembre de 1926, editorial de la revista. Tomado de Ideología y política, Empresa editora Amauta, ediciones populares de las obras completas de J.C. Mariátegui, Vol 13, 3ra. edición, Lima 1972, p. 237.-
4. Lanzamiento e impacto de 7 ensayos
(32) La primera edición de 7 Ensayos de Interpretación de la realidad Peruana carece de colofón, no figura registrado el día, ni el mes que se terminó de imprimir. Se ha fijado el mes de noviembre de 1928 como fecha de la 1ra. edición porque así lo dice la Nota editorial de la edición conmemorativa: 7 Ensayos/50 Años de historia, empresa editora Amauta S.A., 2da. edición, Lima, 1981. Y también porque en la revista Mundial del 26 de octubre se publica como primicia –en la misma columna donde publicaba Mariátegui- la parte de 7 Ensayos titulada Advertencia. Ahí se anuncia que dentro de una semana estará en las librerías a disposición de los lectores.
Por otra parte, Guillermo Rouillón da como fecha aproximada de salida, fines de septiembre, según datos fehacientes que poseemos. (Véase: La creación heroica de José Carlos Mariátegui. La edad revolucionaria; editada por la viuda de Rouillón e hijos, Lima 1984, tomo II, página 434). Pero, Rouillón no dio a conocer sus “datos fehacientes”. Sin embargo, el mismo Mariátegui nos ha puesto en autos, en una carta remitida a Miguel Ángel Urquieta y fechada el 26 de setiembre de 1928 le dice que ha pasado semanas atareado, entre otros asunto, por corrección de pruebas de mi libro en prensa en Lima… (Anuario Mariateguiano Vol. X-No. 10 Publicación periódica de la empresa editora Amauta S.A. Lima 1998, p.18. En otra carta a Carlos Arbulú y fechada el 29 de septiembre: no he conseguido escapar a las exigencias del trabajo extraordinario que me imponen la corrección de las últimas pruebas de mi libro en prensa, la revisión de los originales(…) Pronto recibirá Ud. mi libro, cuyos últimos pliegos se imprimen en estos días. (Correspondencia 1915-1930 de José Carlos Mariátegui, T. II, pp. 444-445, empresa editora Amauta S.A. Lima, octubre de 1984)
No obstante, existen evidencias que prueban la circulación de algunos ejemplares en el mes de octubre. Mariano Iberico le remite a Mariátegui el 9 de octubre una nota de agradecimiento por haberle obsequiado 7 Ensayos; lo mismo hace Ángela Palma el 10 de octubre. (Ibídem, pp. 453-456, respectivamente). En la revista Amauta No. 17 de septiembre se anuncia: en la primera quincena de octubre indefectiblemente aparecerán 7 Ensayos;). Luego, en Amauta No. 18 correspondiente a octubre –página 59- se ha añadido al artículo de Roberto La Torre, Los nuevos indios, de América, una nota de la redacción: El parecer del director de Amauta está ampliamente expuesto en su estudio sobe el indigenismo en la literatura nacional (véase 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, páginas 246 a 259).
(33) Información verbal de Javier Mariátegui Chiappe, hijo menor de J.C. Mariátegui.
(34) Correspondencia/José Carlos Mariátegui. Empresa editora Amauta S.A., Biblioteca Amauta, Obras completas de J.C.M., Lima, 1984, T. II, p. 510.
(35) Ibídem, p. 577.
(36) Ibídem, p. 627.
(37) Ibídem, p. 728.
4.3 En la APRA
(38) MARIÁTEGUI, José Carlos: 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana. Empresa editora Amauta S.A., Biblioteca Amauta,12va. Edición, Lima, 1968, p. 12.
(39) MARIÁTEGUI, José Carlos: 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, p.69
(40) HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl: Por la emancipación de América latina. Edición popular de las Obras completas de Haya de la Torre, Vol. I, editora Siglo XXI, Lima julio de 1982.
4.5 En la revista Mercurio peruano
(41)Correspondencia/José Carlos Mariátegui. Empresa editora Amauta S.A., Biblioteca Amauta, Obras completas de J.C.M., Lima, 1984, T. II, p. 632.
(42) Mercurio Peruano. Revista, año XII, vol. XVII, Nos. 129-130, Lima, mayo-junio, MCMXXXIX, p. 205.
(43) SALAZAR, Augusto: Historia de las ideas en el Perú contemporáneo. El proceso del pensamiento filosófico. Francisco Moncloa, editores S.A. Lima 1965, tomo I, p. 202.-
V.A. Belaúnde nació en 1883. Fue miembro de la Academia peruana de la lengua, de la Academia Nacional de Historia, de la Sociedad Geográfica de Lima y de la Sociedad Peruana de Filosofía. En 1957 ocupó el Ministerio de Relaciones Exteriores y en 1959, la Presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
(44) Mercurio Peruano. Año XII, vol. XIX, Nos. 131-132. Lima, julio-agosto, MCMXXXIX, pp. 233/245.
(45) Mercurio Peruano, p. 211.-
(46) Mercurio Peruano. Año XII, vol. XIX, Nos. 135-136, Lima, noviembre-diciembre, MCMXXXIX, pp. 365/383.
(47) Mercurio Peruano. Año XIII, vol. XIX, Nos. 139-140, Lima marzo-abril, MCMXXX, pp.122/136.
La redacción del Mercurio Peruano deja constancia que recibió el presente artículo de su director en noviembre de 1929, es decir, cuatro meses antes de la desaparición que deplora intensamente del insigne escritor José Carlos Mariátegui. (16 de abril de 1930).
(48) BELAÚNDE, Víctor Andrés: La realidad nacional. Editorial “Le livbre libre”, París, 1931, pp. 358.-
(49) RIVA AGÜERO, DE LA José: La Emancipación y la República. Estudios de historia peruana. Obras completas de José de la Riva-Agüero, tomo VII, publicaciones del Instituto Riva-Agüero No. 72. Pontificia Universidad católica del Perú. Lima 1971, p. 116.-
4.6 En la III Internacional
(50) Bajo la bandera de la C.S.L.A. Resoluciones y documentos del Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, , efectuado en Montevideo en mayo de 1929. Imprenta La linotipo, Montevideo, s/f. (Ver pp. 147/59).
(51) Información personal de don Julio Portocarrero al autor. Lima, Breña, diciembre de 1978.
(52) Bajo la bandera de la C.S.L.A p. 173.-
(53) Don julio Portocarrero relata como fue el suceso:
se presentó Pesce trayendo dos libros en su mano. Uno de ellos era los 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, de José Carlos Mariátegui. Levantándose dijo así:
Compañeros: acabo de recibir la obra de José Carlos Mariátegui, los 7 Ensayos… Lo pongo en conocimiento de ustedes. Yo creo que es muy importante que ustedes lean los 7 Ensayos… de Mariátegui, porque me parece que van a enterarse del pensamiento de José Carlos Mariátegui frente a nuestra realidad peruana. Después dijo: También tengo un folleto de Ricardo Martínez de la Torre referente al movimiento del año 19. Codovilla dijo desde su sitio: ¡Ese si vale! ¡Ese si vale!
PORTOCARRERO, Julio: Sindicalismo peruano. Primera etapa: 1911/1930. Editorial gráfica Labor. Lima agosto de 1987, p. 185.-
(54) Información personal de don Julio Portocarrero al autor. Lima, Breña, diciembre de 1978.
5. Vicisitudes de 7 Ensayos después de la muerte de Mariátegui
(55) El populismo (Narodnitchesvo) comienza a cobrar importancia en los círculos revolucionarios rusos a partir de los años 70 del siglo XIX y surge como corriente ideológica y política con varios matices. Los populistas, conocedores del modelo clásico de desarrollo del capitalismo y de la pauperización y degradación que éste acarrea a gran parte de la población, sentían como una hecatombe –para el pueblo ruso- el desarrollo del capitalismo en su patria; y consideraban el atraso de Rusia o la debilidad local del capitalismo como un privilegio o una ventaja para instaurar un camino inédito de desarrollo –en correspondencia con la realidad rusa- que evitara los horrores del proceso de industrialización capitalista y facilitara el paso inmediato al socialismo.
RENGIFO, Antonio: Mariátegui y el populismo. En 7 Ensayos/50 años en la historia. Empresa editora amauta S.A. 2da. edición; Lima 1981, pp. 279/283.
(56) MIROSHEVSKY, V.M.: El populismo en el Perú. El papel de Mariátegui en la historia del pensamiento social Latino Americano. Dialéctica n. 1 (Revista) La Habana mayo/junio de 1942, traducc. Del original en ruso de Ruben Calderio. Reproducido en Mariátegui y los orígenes del marxismo latinoamericano. Selecc. Y prólogo de José Aricó, ediciones Pasado y Presente, México 1978, pp. 55/70. Versión rusa: O’narodnichetvo v. Perú, en Istorik Marxsist, n. 4 Moscú 1941.
(57) ELIOT, Florence: Diccionario de política. Ed. Labor S.A Barcelona 1971, página. 69.
(58) GUTIÉRREZ, Miguel: La generación del 50. Un mundo dividido. Ediciones Sétimo ensayo. Lima 1988, p. 65.-
(59) 7 Ensayos/50 años en la historia. Nota editorial, Ob cit., p.8.-
(60) El autor del presente texto, cuando fue adolescente, adquirió en un kiosco ubicado a la entrada de la alameda de Los descalzos, en el distrito del Rimac, un “paquete de Mariátegui” más por lo barato, lo práctico del formato y el arte de presentarlo que por el contenido de las obras. Pues, a Mariátegui lo conocía de oídas. O, sea, se tropezó con Mariátegui en la calle, de casualidad, sin saber quién era; luego, sintió su influjo y “lo agarro”, como se dice en el Perú.
(61) MELIS, Antonio: Leyendo a Mariátegui 1967-1998. Empresa editora Amauta S. A. Biblioteca Amauta Lima 1999, p. 182.-
6. Valoración contemporánea
(62) SABOGAL, Wiesse, José: Recuerdo de Mariátegui. Correo. Diario. Lima 13 de diciembre de 1978, p. 11.-
(63) ARGUEDAS, José María: Cultura y Pueblo, revista del Instituto Nacional de Cultura. Lima, julio/diciembre 1969. Tomado de César Lévano: Mariátegui o la estrategia de las masas, aparece en 7 Ensayos/50 años de historia. Empresa editora Amauta, 2da. edición, Lima 1981, p. 227.-
(64) ARICÓ, José: Advertencia a la selección y recopilación de trabajos sobre Mariátegui y particularmente sobre 7 Ensayos. Apareció con el título: Mariátegui y los orígenes del Marxismo latinoamericano. Ediciones Pasado y Presente, impreso y distribuido por Siglo XXI Editores S.A. México 1978.
(65) MELIS, Antonio: J.C. Mariátegui, primo marxista d’América, apareció en Crítica Marxista, n. 2 Roma, marzo/abril 1967. Tomado de Mariátegui y los orígenes del marxismo latinoamericano, p. 225.
(66) FALCÓN Jorge: José Carlos Mariátegui. Rememoración y ratificación en el 60 aniversario de su fallecimiento: 1930 – 1990. Empresa editora Amauta. Lima, 16 de abril de 1990: p. 14.-
(67) KRUIJER, Gerald: Development through Liberation. Third world problems and solutions. Translated by Arnold Pomerans, foreword by Ankie N.M. Hoogvelt, first published 1987. MacMillan Education Ltda, printed in Hog Kong. (Ver p. 122)
(68) STEIN, William: Una apreciación antropológica de José Carlos Mariátegui. En Ensayos sobre Mariátegui. Simposio de Nueva York 1980. Empresa editora Amauta S.A. Biblioteca amauta, 1ra. edición, Lima 1987, página 158.-
(69) Ibidem, p. 159
(70) RODRÍGUEZ, Salvador: La influencia ideológica de Mariátegui en el Movimiento chicano. En Ensayos sobre Mariátegui. Simposio de Nueva York, 13 de diciembre de 1980. 1ra. edición, empresa editora Amauta S.A. Lima 1987, p.63.-
(71) Ibídem, p. 66.-
(72) URBANO, Henrique (Comp.): Modernidad en los Andes. Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas (Cusco 1991) p. XXX nota No. 8.-
(73) MARIÁTEGUI, J.C.: Gandhi En La Escena contemporánea; Empresa editora Amauta S..A. Séptima edición (Lima 1976) p. 151.-
(74) Retomemos a Mariátegui y reconstituyamos su partido. Partido Comunista del Perú, comité central. Folleto, Perú 1975, pp. 30.-
(75) Entrevista a Abimael Guzmán Reynoso. El Diario, periódico, 2da. edición extraordinaria. Lima, 31 de julio de 1988, pp.48.-
(76) FALCÓN, Jorge: José Carlos Mariátegui y la Realidad Nacional. Originalmente apareció en Hora del Hombre. América recuerda a Mariátegui. Lima 3 de abril de 1960, pp.27/32. Para el presente texto ha sido tomado del libro de Jorge Falcón: José Carlos Mariátegui Rememoración y Rectificación. Empresa editora Amauta. Lima 16 de abril de 1990. p. 275.-
(77) Zonas de estado de emergencia son los espacios territoriales en donde el Comando político militar es ejercido por las fuerzas armadas; a quienes el gobierno les ha encargado la guerra contrainsurgente.
(78) BASADRE, Jorge: Declaraciones . Mariátegui en el cincuentenario de los 7 Ensayos. Caretas, revista, Lima, 2 de octubre de 1978, p. 32.-
(79) MARIÁTEGUI, José Carlos: 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad peruana, p. 31
La escritura arma de opresión y de liberación
José Carlos Mariátegui La Chira
Dibujo: Piero Quijano
Portada: Julia Codesido
Harum Tekin
Machu Picchu
José Carlos Mariátegui con su esposa, Anna Chiappe.
En su casa del Jr. Washington. Lima 1929
Indios en el juzgado Cuzco 1929
Fotógrafo: Martín Chambi
Foto de Martín Chambi por encargo de los dueños de una hacienda cerca de Cuzco, pone a los hacendados junto a los jefes militares y eclesiásticos, pero debajo; en primer plano, sitúa a los indígenas, al pueblo.
jueves, 6 de noviembre de 2008
ANTONIO RENGIFO BALAREZO : INVITACION A LA LECTURA DE 7 ENSAYOS DE INTERPRETACION DE LA REALIDAD NACIONAL de Jose Carlos Mariategui
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urbiola el indio blanco,el blanco que devino a indio, por todas las canalladas que le hiciran los gamonales de entonces,asta confizcarle todos sus tirras,es y será el prototipo y la fuente docta, que sirvio a mariategui a escribirlos 7 ensayos,solo urbiola y sulen, conocian de cerca el problema agrario indigena en el peru, mariateguideberá estar siempre agradecido de estos dos precursores de la igualdad social en el mundo
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