Fecha: 30 de agosto de 2016, 11:37
Asunto: LA CITA DE LA IZQUIERDA Y LOS PARTIDOS PERUANOS
Para: america.rebelion@gmail.com, gustavo Esìnoza Montesinos <gespinozam1941@gmail.com>
Para: america.rebelion@gmail.com, gustavo Esìnoza Montesinos <gespinozam1941@gmail.com>
LA CITA DE LA IZQUIERDA Y LOS PARTIDOS PERUANOS
Por Gustavo Espinoza M. (*)
Dije ya que la cita de la izquierda  latinoamericana celebrada el fin  de  semana en Lima, cayó como un verdadero aluvión de internacionalismo sobre los  débiles hombros de los Partidos de la Izquierda Peruana.
Creo que no constituye ninguna  infidencia decir que el tema del internacionalismo  es una de las debilidades más notables de nuestro movimiento por lo menos en  las últimas décadas.
Desde la quiebra de IU algunos grupos se  empeñaron en considerar a Alfonso  Barrantes algo así como el "enemigo principal" del proceso peruano  y  lo  llenaron de improperios: vacilante, timorato, oportunista, pro aprista; fue lo  menos que le dijeron al "tío frejlito"  para justificar lo que recientemente Alberto Moreno -el Presidente de Patria  Roja- consideró un "gravísimo error"  de la izquierda: el desgajamiento de IU para dividir los campos entre supuestos  "revolucionarios" y presuntos "reformistas".
En los últimos años hubo quienes, desde  los predios de la izquierda arremetieron con todo contra Ollanta Humala –"traidor", "desleal", " vendepatria", "renegado" y  muchas cosas más le dijeron para descargar el hígado, repitiendo las monsergas  del APRA y el fujimorismo,  sin siquiera  mirar el escenario nacional y  darse  cuenta que el enemigo principal estaba al frente, libre de toda culpa y  sospecha. 
Quienes así actuaron, creyeron,  probablemente, que los consejeros políticos de la embajada de los Estados  Unidos se dedicaba a tejer ropones celestes y rosados para repartirlos en las  fiestas navideñas; y no percibieron la naturaleza de un accionar que se  orientaba a quebrar lo poquísimo que el país había avanzado con la aun precaria  e inconsistente administración nacionalista.
Y en los últimos dos años, Nadine Heredia se convirtió -como  por arte de birlibirloque- en el "enemigo  principal" de nuestro pueblos. Sus zarandeadas "agendas", fueron la comidilla  que deleitó a muchos, al tiempo que Keiko Fujimori paseaba oronda su voluminosa  anatomía por los valles de la costa, los contrafuertes andinos y los ríos de la  selva  con caudalosas carteras, hablando  de las bondades del régimen de su padre y   las penurias a las que se  veía  hoy injustamente sometido el "chinito de  la yuca".
De pronto, después del evento de la  Derrama -el 26 de agosto- hubo quienes desde la izquierda voltearon los ojos y  dijeron: "Verdad, es el imperialismo el enemigo de los pueblos" y su  trabajo -añadieron- "consiste en dividirnos, enfrentarnos y   desviar los objetivos de nuestra lucha".
Entonces fueron saliendo uno a uno todos  los elementos del verdadero debate de nuestro tiempo: la crisis del capitalismo  –exactamente a cien años de la publicación de ese libro maravilloso de Lenin "El imperialismo, fase superior del  capitalismo" que pocos leen y casi nadie, aquí,  recuerda-; el papel del Imperio en nuestro  tiempo; el accionar del gobierno de los Estados Unidos; la lucha de los pueblos  por su liberación; los avances del proceso emancipador latinoamericano y muchos  otros temas, derivados unos, y colaterales otros.
Probablemente más de uno pudo darse  cuenta esa noche que el escenario mundial relaciona estrechamente un  acontecimiento con el otro como nos lo había dicho Mariátegui hace  cosa de 90 años:  la agresión imperialista a Siria, por ejemplo  forma parte de la ofensiva yanqui contra Venezuela y el gobierno de Evo  Morales, en Bolivia; y los ataques contra Rusia,  del mismo modo que las acciones contra Dilma  en Brasil, están relacionados directamente con las maniobras que usa la "prensa grande" en el Perú, para  distraer incautos.
A partir de constataciones de ese tipo,  la gente comenzó a interrogarse acerca de la importancia de la unidad, de la  lucha común contra "el enemigo grande" y  las tareas   que podemos cumplir todos para golpear juntos,  incluso marchando separados.
La cita de Partidos Comunistas y  Revolucionarios de América Latina y el Caribe, celebrada en nuestra capital por  iniciativa del Foro de Sao Paulo, tuvo muchas virtudes. No sólo abrir los ojos  de muchos, sino también para que perciban la inmensa importancia que tiene en  la lucha la UNIDAD de todas las  fuerzas que hacen resistencia -aunque fuera precaria, transitoria y aún  inconsistente- a la política de Imperio y sus acólitos locales, los  fujimoristas de viejo y nuevo cuño y  el  cogollo alanista del APRA, que han envilecido de común acuerdo a buena parte de  la sociedad peruana.
Hubo muchos –con muy buen criterio-  subrayaron que la unidad no podía restringirse a los "revolucionarios" -con  comillas o sin ellas- sino que debía obligatoriamente incluir a todas las  fuerzas susceptibles de ser unidas. Sectores avanzados, progresistas,  democráticos, patrióticos, nacionalistas, y   otros. En la tarea unitaria, nadie sobra. Todos, hacen falta.
Es lo que los comunistas de "la vieja  guardia" llamamos "la teoría leninista de acumulación de fuerzas": preciar cuál  es el enemigo principal, ganar a todos los que puedan sumar fuerza con él, y  neutralizar a  quienes no quieran  "venirse con  nosotros",  para que no se vayan tampoco al campo en  enemigo.
Pero sirvió, además, para que se  despejen prejuicios infundados -y muchas veces creados por la "tele"  y la ofensiva mediática de la reacción-  contra el proceso bolivariano de Venezuela, su pueblo y su gobierno; para que la  gente comience a darse cuenta que aquello del "autoritarismo" de Maduro, es apenas una treta para desacreditar a  un gobierno que –aunque con errores, como lo   admitió Marco Cabezas- hace cambios de corte patriótico y anti  imperialista, y es atacado por quienes apoyan sin resuello a   todas las administraciones verdaderamente  autoritarias cuando se trata de destruir las conquistas de los pueblos; y que  aquello de "los presos políticos" en Venezuela es tan sólo una paparrucha  porque no es lo mismo hablar de "presos  políticos", que "políticos presos".  
Fujimori es, sin duda, un político  preso, pero no está "tras las rejas" -es un decir-  por sus acciones políticas, sino por sus  delitos horrendos. Eso mismo explica en Venezuela la situación de López o  Ledesma, que no son "presos políticos", sino políticos presos por la comisión  de delitos que no pueden quedar impunes,  como no debieran eso tampoco, con Alan García  y otros
La cita de Lima llamó la atención en  torno a temas que aquí han tenido escasa audiencia: a integración continental,  el papel de la CELAC, la importancia de UNASUR, la solidaridad activa con los  procesos sociales que hoy ocurren en países hermanos: Ecuador, Bolivia,  Nicaragua, El Salvador y otros, incluido Chile. Rindió homenaje a Fidel en sus  90, apoyó a Maduro, y a Evo Morales.
La unidad  de los comunistas peruanos estuvo también, de alguna manera planteada en la  orden del día. Objetivamente, han desaparecido ya las causas que generaron la  escisión de los comunistas en los años 60. Y nada justifica que en un  país como el nuestro existan -aunque fuere  formalmente- dos, o más "partidos comunistas".   Es tarea urgente, entonces, marchar hacia la integración de los mismos.  Pero hacerlo sin las discriminaciones, prejuicios y exclusiones que aún subsisten.  
Para el efecto se requiere de tres  pasos: una voluntad política concreta,  un programa común  de acciones, y un periodo de práctica unitaria. Y e s que la UNIDAD que se pregona, no puede ser una  palabra. Debe elevarse a  la categoría de  conducta. Porque, además, los comunistas no podemos alentar "la unidad más amplia", si no somos  capaces de forjar la más estrecha,  es decir, la que nos incumbe directamente.   
Así lo entendieron Alberto Moreno y  varios de los dirigentes del Partido Comunista del Perú "Patria Roja" Pero  hubo quienes -entre los dos "partidos  convocantes"- actuaron guiados por la estrechez mental y la mezquindad. 
En el plano personal puedo dejar  constancia que –no obstante todas les gestiones hechas ante el PC del P y el  PCP- no pude lograr acceso al evento pese a solicitudes extendidas por "El Siglo",  de Chile; Radio Habana y Tribuna  Popular  de Venezuela, además de "Nuestra Bandera" y el Centro de Estudios "Democracia,  Independencia y Soberanía", que supo hacer llegar sus pronunciamientos "a  escondidas" a los delegados del exterior.
Si "algo"  pude cubrir sin tener acceso al evento, eso  se lo debo a la gentileza de representantes de Partidos hermanos asistentes, a  la ayuda de dirigentes de "Patria Roja" y su Juventud, y a la colaboración solidaria  de militantes y activistas del PCP, que burlando "disposiciones  estrictas",  me facilitaron documentos y  estancia en ambientes no "custodiados". 
La Unidad,  en algunos, por lo visto,  no dejó de ser sino una frase (fin)
(*) Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera / http://nuestrabandera.lamula.p
 
 
 
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